Integrar y pacificar
La Provincia relanza el Plan Abre, otro instrumento contra la inseguridad
Yasmin Lifschitz, subsecretaria a cargo del programa que comenzó en 2014 y funcionó hasta 2019, explicó los ejes de esta iniciativa, que se funda en la importancia de un Estado presente y tiene como aliados a los gobiernos locales y a los propios destinatarios.
Yasmin Lifschitz es subsecretaría de Plan Abre, un programa bien conocido en la provincia de Santa Fe, al menos en los barrios en los que se desarrolló desde el año 2014 y hasta 2019. Con fuerte presencia en las ciudades de Rosario y Santa Fe, principalmente, fue en su momento un hito en materia de integración territorial y social. Reconocido en su momento por el Observatorio de la Deuda Social Argentina de la UCA, y por Cippec, fue relanzado semanas atrás y atraviesa ahora el desafío de operar en un contexto de mayor complejidad económica y social.
El Abre está encuadrado en el Ministerio de Igualdad y Desarrollo Humano, a cargo de Victoria Tejeda y, como entonces, mantiene el criterio de una política pública interministerial e intergubernamental, que tiene como sello distintivo "trabajar de manera articulada y coordinada con áreas de otros ministerios como Obras Públicas, Educación, Salud; de forma intraministerial, y con gobiernos locales que son el Estado más cercano a los vecinos", define Lifschitz en diálogo con este diario.
- ¿Qué es el Plan Abre y qué encontraron de diferente respecto de la etapa anterior en que se aplicó?
- Para nosotros es una política pública articulada. Buscamos abordar al territorio de una manera integral para afrontar la complejidad de la cuestión social y urbana, y responder a las situaciones de vulnerabilidad social que atraviesa la ciudadanía en los barrios priorizados.
Es una herramienta importante para los grandes centros urbanos como Rosario y Santa Fe donde encontramos profundizadas estas complejidades y donde buscamos llevar infraestructuras básicas que mejoren la convivencia social y el entramado urbano. Es un aporte a la pacificación de los territorios.
Con respecto a lo que fue el Plan Abre, que comenzó en 2014 y se implementó hasta 2019, tenemos el desafío de volver al territorio, entendiendo que las complejidades son mayores en un contexto económico difícil, de violencia y desigualdad, donde entendemos que el Estado tiene que estar presente.
- Dentro de este relanzamiento, ¿ya está funcionando en algunos barrios de Santa Fe o Rosario?
- Dentro del contexto económico, social y político y en el de inseguridad y violencia que estamos atravesando, estamos trabajando dentro del marco del Intervención Barrial Focalizada (IBF) en la ciudad de Rosario en barrios Stella Maris y La Bombacha. Arrancamos con el Abre Familia y un relevamiento casa por casa para detectar las situaciones que necesitan un abordaje integral desde la provincia y el Estado municipal.
También estamos avanzando en proyectos técnicos para ver cuál va a ser la intervención desde lo urbano y la infraestructura. Eso se está trabajando con presencia permanente del Estado provincial y municipal con el Abre Familia.
- ¿Y en la ciudad de Santa Fe?
- Trabajamos dentro del IBF en barrio San Lorenzo, hicimos el relevamiento en el marco del Abre Familia, con un abordaje intergubernamental y el proyecto de intervención urbana y en infraestructura.
- ¿Cuál es la prioridad en materia de obras e infraestructura? ¿Abrir una calle, dotar al barrio de servicios?
- A las obras y proyectos técnicos los pensamos en base a la realidad de cada barrio y cada territorio donde decidimos intervenir. Por eso las etapas de ejecución se hacen en base al lugar donde desembarcamos junto con los vecinos y según las necesidades y derechos a garantizar, no solo de infraestructura sino también desde la convivencia. Y también entendiendo el contexto y que hoy, para cualquier intervención en infraestructura estamos hablando de números millonarios.
Entendemos que es un contexto complejo pero tenemos la decisión del gobierno provincial, del gobernador Maximiliano Pullaro y de la ministra Victoria Tejeda de intervenir en los barrios donde es necesario llegar con obras de infraestructura y garantizar derechos con un abordaje social. Porque no es solamente con el policiamiento que vamos a resolver cuestiones de violencia en los territorios que estamos interviniendo; hay que hacerlo de manera integral.
- Por si hiciera falta explicarlo, ¿por qué es importante la integración urbana para mejorar la calidad de vida de la gente?
- Desde la historia y el inicio del Plan Abre que surgió con un caso muy resonante en Villa Moreno, de la ciudad de Rosario, y cómo se fueron profundizando cuestiones de violencia de los barrios, se entendió que era necesario intervenir de una manera integral, y que todos los actores del Estado estemos en una misma mesa de trabajo pensando en el territorio. Es importante la integración socio urbana, abrir calles, llevar infraestructura, garantizar derechos y hacerlo con abordajes sociales, pensando en la convivencia y participación, y trabajando todas esas cuestiones con las familias y los vecinos.
- ¿Tienen una planificación para estos cuatro años de gestión?
- Tenemos una planificación por lo menos en base al primer año de trabajo, entendiendo que el Plan Abre terminó con una escala grande en las dos ciudades.
- ¿Temen que la situación se vuelva inabordable en un contexto tan diferente al de 2014 cuando arrancó el Plan?
- Entendemos la complejidad de la situación pero estamos tratando de abordarla, priorizando barrios que entendemos que son los más complejos para, en base a eso, ir avanzando en planificación y abordar otros territorios. Quisiéramos estar en todos los barrios pero eso si es imposible; trabajamos donde hay indicadores que señalan que tenemos que intervenir en territorios priorizados.
- ¿Cómo es la recepción de la gente en esos barrios?
- La recepción es muy buena, la gente estaba esperando que pueda estar presente el Estado. Hay un buen recuerdo del plan Abre y de las intervenciones que se hicieron y tuvieron buenos resultados.