(Por Juan Manuel Fernández) – Después de una larga espera, los precios ganaderos comenzaron a recuperarse y lo están haciendo con firmeza. Las categorías de consumo, que durante la última semana habían recuperado hasta 20%, este viernes mantuvieron la tendencia, alcanzando por primera vez los $500 el kilo en pie en el Mercado Agroganadero de Cañuelas.
Sin embargo, el traslado a la carnicería debería llevar más tiempo, según el presidente de la Cámara de la Industria y Comercio de Carnes (CICCRA), Miguel Schiariti, ya que aún “hay carne en cámara que se pagó a otros precios”. Luego, estará por verse si el consumidor convalida los nuevos valores en el mostrador.
Tanto la hacienda como la carne llevan meses de “estancamiento”. En el caso de la ganadería, la recomposición en 2022 había sido de “apenas” un 40%, contra una inflación del 95%. A esto contribuyó la sequía, adelantando ventas e incrementando la oferta en el mercado, por la falta de forraje. Por ello, el principal factor que se esperaba para ver un cambio de tendencia era la lluvia. Una vez que regresaran, como empezó a darse, ya no habría urgencia de vender, acotando la oferta e impulsando los valores.
No es inmediato
Lo primero que aclaró Schiriti es que “los precios no se trasladan linealmente; el 20% no será inmediato, lo irá absorbiendo la cadena”, sea el industrial o el matarife. Además, “hay carne en cámara que se pagó a otro precio y entonces se va a ir aumentando de a poquito; en 15 o 20 días, se va a trasladar a la carnicería”, dijo. Será entonces cuando se sepa hasta cuánto puede pagar el consumidor argentino.
Pero, por otra parte, dependerá de que las lluvias continúen “y la escasez de hacienda de feedlot siga firme”. De hecho, la menor salida de los corrales obedeció a un anticipo del flujo en los meses previos. “Se anticiparon ventas por la sequía, en lugar de hacer una recría más larga a campo pasaron del destete al corral, se anticipó la oferta y la faena aumentó 5% en noviembre y otro 5% en diciembre y sostuvo los precios planchados hasta ahora”, dijo el industrial.
A su vez, los feedloteros corren con un incremento de costos que le generó grandes pérdidas los meses previos y también necesitan una mejora en el precio del gordo. “Recordemos que hace un año el maíz costaba $20.000 la tonelada y hoy cuesta $50.000”, dijo. Además, también empezó a reaccionar la invernada. “Ya comenzó el repunte -señaló-; en dos ferias de Buenos Aires se pagó $430 lo que valía $370 una semana antes”.
Por duplicado
Desde el engorde a corral estiman que necesitarían un precio de $530 el kilo en pie. Según Schiariti, para que se llegue a ese valor el precio de la carne en las carnicerías debería duplicarse. “En números teóricos, por lo menos, tiene que valer el doble de lo que costó esta semana, para equiparar un poco los números con la realidad económica del feedlotero”, afirmó.
En cuanto a los índices que elabora CICCRA, Schiariti dijo que la sequía “hasta ahora, por la faena”, no muestra una liquidación de vientres. “Estamos en el límite superior de mantenimiento de stocks, en 44.8%”. Pero advirtió, al margen de la mortandad que se conocerá con los números de vacunación: “lo que sí es preocupante es que como lo peor de la sequía ocurrió en pleno servicio de las vacas, seguramente habrá un índice de preñez más bajo y esto va a repercutir en un faltante de hacienda en el 2024”. Por lo tanto, la ganadería contaría con mejores precios este año y el siguiente.