Laguna “El Hinojo” y la idea de ser un centro recreativo
(Por Mauro H. Bertozzi) – Para cuando se aprueba la ordenanza 3877/10, que convocaba a la conformación de un Consejo Consultivo Ambiental para la determinación de un Plan de manejo provisorio en la cuenca y humedales de “El Hinojo”, desde el punto de vista personal contaba con dos experiencias fundamentales.
La primera era laboral, como coordinador de Servicios y Logística en el Departamento de Operaciones de la Cooperativa de Obras Sanitarias. Esta entidad tiene la concesión en la ciudad para el traslado y tratamiento de líquidos cloacales; recolección y disposición final de residuos patológicos; recepción y tratamiento final de líquidos atmosféricos, y, por último, generación y distribución de agua potable.
La segunda experiencia, de la cual sigo ahondando: la revisión de conceptos históricos sobre la fundación de Venado Tuerto y su región. El proyecto de ordenanza, presentado oportunamente por el concejal Fabian Vernetti, proponía declarar “Reserva Natural para usos múltiples” a las 489 hectáreas que componen la denominada cuenca y laguna “El Hinojo”, y se hizo basado en un pedido formulado por la Asociación Civil Espacio por la Conservación y la Acción Social (Acecas). En el primer artículo de la ordenanza se solicitaba: “Declárese reserva natural de usos múltiples al predio de 489 hectáreas, propiedad municipal, denominado laguna El Hinojo y a los lotes componentes de la misma, que fueran cedidos por el Gobierno de la Provincia de Santa Fe a través de la Ley 8.933 y aceptado por decreto-ordenanza 1070/81″.
Me tocó participar en ese Consejo Consultivo y se logró el “Plan de manejo” del lugar. De los tres ejes que se abordaron: el Histórico-Cultural; Ecológico-Ambiental y Social-Recreativo, fue este último el que me hizo analizar el significado y futuro del lugar. Sobre todo, por los objetivos discutidos, que fueron los siguientes: la conformación de proyectos escolares (visitas de escuelas) y no escolares (visitas particulares); e inclusión de actividades tendientes a fomentar el ecoturismo como polo de atracción turística y generador de ingresos que permitan autosustentar el “Proyecto Educativo Laguna El Hinojo”. En este Eje se elaborarían propuestas de infraestructura necesaria para realizar las diversas actividades del “Proyecto Educativo Integral Laguna El Hinojo”.
Cuatro décadas atrás
Yo conocí el lugar hace 40 años, fui asiduo concurrente a ese humedal por mucho tiempo, con actividades de campamento y pesca deportiva. Fuimos de la generación que llegó hasta allí para disfrutar de un ecosistema restablecido y recuperado de la primera fuerte intervención, con la chacra existente a principios del siglo XX. Sus vestigios, al día de hoy casi inexistentes, fueron derribados por el accionar de la naturaleza y la apropiación de su lugar modificado. Los ranchos, los molinos, aguadas, tanques australianos y demás comodidades fueron vencidos por la erosión del tiempo y la del hombre también. En esos días no existía la misma fauna, ni tampoco la flora. La propiamente planta silvestre hinojo, traída de Europa, era casi inexistente, como las acacias negras u otras especies silvestres. La cuenca hídrica, sus sedimentos, tenían otro aspecto, olor y textura. La fauna ictícola era predominante en dos especies, hasta que llegó la siembra del pejerrey.
La segunda fuerte intervención al lugar fue dentro de sus hectáreas lindantes al espejo de agua, donde se construyó el circuito automovilístico “Esteban Keni Solián”, hoy desmantelado. Anclado en el extremo norte del humedal, a contrapunto con el espíritu natural del lugar, esta actividad deportiva enajenó y alejó por décadas la recuperación del predio.
La noble intervención del otro extremo, través del histórico Domingo Bindelli, avezado vecino fundador del “Club de Pesca El Hinojo”, que merecería un capítulo aparte, logró sus objetivos 30 años después. Pero a los fines de un humedal autóctono, ese progresismo dejó huella como la tercera intervención del hombre en el lugar. El cambio radical del ecosistema, la cuenca hídrica, los desechos sólidos y hasta las obstrucciones visuales en el lugar, dejaron un dilema que enorgullece, pero a su vez aleja todo lo relacionado con tener un lugar de tierras fundacionales, preservado e intervenido de forma mínima. Experiencias no faltan, cabe recordar que a escasos dos kilómetros existían los vestigios del “Fortín Hinojo”, derribado por la familia Turner para construir la “Santa Rosa”. Dicha propiedad (la primera construcción moderna de los campos rematados del Venado Tuerto) fue demolida a fines de 1960, producto del mal uso de cazadores y pescadores que acampaban dentro de ella. La intervención del hombre pescador-cazador fue siempre contraproducente para estos ecosistemas. La cultura del hombre nunca estuvo a la altura.
Plan de turismo
Hoy se vuelve a promover una idea de convertir a la laguna El Hinojo de Venado Tuerto en un centro turístico, siendo la ciudad elegida para desarrollar un plan de turismo. Mediante las legislaciones vigentes, que a su vez con la intervención de organismos internacionales se propone otra intervención del lugar, no sabemos cuál, o si solo es otro estudio de campo para su factibilidad. Desde la vuelta de la democracia y hasta la fecha, es muy poco lo que se ha avanzado en materia de infraestructura en el lugar, o de los otros ejes del “Plan de manejo”. El Hinojo fue siempre un lugar que recibió pocos recursos y pienso que fue esa misma inacción política la que hizo que el lugar todavía conserve sectores visuales naturales, simulando un ecosistema autóctono.
Cuando la provincia, en la década de 1980, expropia y cede estas tierras, lo hace para resguardar, en parte, la recepción de los efluentes de Venado Tuerto, que eran tratados por la Cooperativa de Obras Sanitarias, en referencia a los líquidos cloacales que llegan por gravedad e impulsión. La cuenca recibe a su vez las aguas servidas de toda la ciudad, a través de una intrincada red de emisarios que llegan al canal recolector mayor Cayetano Silva. Todas estas aguas servidas, incluidas las del Parque Industrial, llegan a diario al “Hinojo”. Seguir intentando que este lugar sea un área turística, ayudará a seguir modificando su esencia. Dudo que sea una buena idea, o que la ciudad necesite algo así.