En julio de 2022, la utilización de la capacidad instalada en la industria se ubica en 67,6%, nivel superior al del mismo mes de 2021, que fue de 64,1%. Sin embargo el indicador oficial marcó un retroceso respecto de la marca de 69,1% que se registró en mayo por parte del Instituto Nacional de Estadística y Censos.
La mayoría de los grandes rubros que mide el organismo estadístico marcó retrocesos intermensuales de junio a julio. Metálicas Básicas de 84,2% a 81,5%; minerales no metálicos (construcción) de 82,7% a 81,1%; refinación de petróleo de 81,2% a 78,3%; sustancias y productos químicos de 73,3% a 68,9%.
Lo mismo sucede con las empresas textiles, cuya capacidad instalada en uso fue de 67,6% y junio y bajó a 63,8% en julio; alimentos y bebidas de 65,4% a 63,6%; automotrices de 59,8% a 54% y caucho más plásticos de 55,6% a 53,8%.
Las excepciones fueron papel y cartón con una suba de 78,4% a 81,4%; tabaco de 55,9% a 65,1%; y metálicas de 59,8% a 63,2%. Las imprentas se mantuvieron activas en el 64,1% de su capacidad instalada para ambos meses.
Fuente: INDEC, Dirección Nacional de Estadísticas Económicas. Dirección de Estadísticas Mineras, Manufactureras, Energéticas y de la Construcción.
Cabe recordar que el indicador de la utilización de la capacidad instalada en la industria mide la proporción utilizada, en términos porcentuales, de la capacidad productiva del sector industrial. El relevamiento comprende un panel de entre 600 y 700 empresas. Para su cálculo, se tiene en cuenta cuál es efectivamente la producción máxima que cada sector puede obtener con la capacidad instalada.
Los números de uso de la capacidad instalada son consistentes con el reciente paso atrás en las fábricas que registró también el Indec. En julio de 2022, el Índice de producción industrial manufacturero (IPI manufacturero) mostró una suba de 5,1% respecto a igual mes de 2021 y -en el acumulado enero-julio de 2022- un incremento de 5,8% respecto a igual período de 2021.
Pero al mismo tiempo en julio último, el índice de la serie desestacionalizada muestra una variación negativa de 1,2% respecto al mes anterior y el índice serie tendencia-ciclo registra una variación negativa de 0,4% respecto al mes anterior.
Algo similar marcan los números de la actividad fabril de la provincia. El indicador de actividad que elabora la Federación Industrial de Santa Fe marcó 155,4 puntos en junio, y retrocedió a 152,7 puntos en julio pasado (índice base 100: 2004). Eso sin perjuicio de que la actividad sectorial registró el nivel más alto de la serie histórica de julio, un 13% por encima de 2018.
El proceso ya había sido advertido por Orlando Ferreres en su informe para el período. “En un mes atravesado por un contexto de incertidumbre política y una fuerte tensión cambiaria, la producción industrial anotó una nueva contracción mensual en la medición sin estacionalidad. Así, el séptimo mes del año se ubica 1,2% por debajo del nivel que exhibiera en enero, mostrando las dificultades que vemos en el sector industrial durante el año en curso.
“Vale mencionar -explicó- para julio las caída que presentó la industria molinera, que tuvo bajos niveles de producción a causa del faltante de granos que produjo la menor comercializaron ante la expectativa de una devaluación del peso. Hacia adelante, entendemos que el ordenamiento político y una mirada (al menos en la superficie) más fiscalista del gobierno podría darle algo de aire al sector industrial, aunque las trabas a las importaciones podrían perjudicar el avance de la producción manufacturera”.