En la madrugada del domingo un joven le cortó la cara con una copa de vidrio rota a otro al verlo en el boliche con su exnovia. El ataque ocurrió en un club bailable de la localidad de Hurlingham en la provincia de Buenos Aires.
Locura en un boliche: un joven le cortó la cara con una copa a otro por celos
La víctima tomaba un trago con la chica cuando el agresor lo atacó y le cortó la boca, el pómulo y el ojo. El joven debió ser trasladado de urgencia y en un estado delicado en primera instancia al Hospital San Juán de Dios, para luego ser derivado al Hospital Italiano de La Matanza. Allí, estuvo en operación durante cinco horas, mientras los médicos trabajan para salvar la visión del ojo que había sufrido severos cortes. Sin embargo, fue imposible solventar las lesiones, “perdió el cristalino del ojo”.
Al cabo de unas horas, el agresor se presentó junto con su abogado a la Fiscalía Nº 3 de Morón, que estaba de turno en la madrugada del sábado, para ponerse a disposición de la justicia.
Más tarde se conocieron los audios del atacante en los que justificó su accionar. “Amigo, estás ahí conmigo bailando wacho, hablando de la vida y después te vas a comer a mi ex… Dale. Yo fui y le dije ‘sos un wachín’. Está todo bien amigo pero no te la vayas a agarrar en frente mío y después no te vengas a hacer el amigo. Pasan 10 minutos, wacho, y los veo juntos. ¿Qué voy a hacer, amigo? Toqué fondo. No sé ni qué hice amigo. Me cegué”.
De la misma forma, se filtró una conversación de WhatsApp posterior con un amigo. “Perdón amigo. Nunca hice algo igual. No me conozco amigo”, escribió Martínez a ese amigo. “A mi no me tenés que pedir perdón de nada. Pero Nico tiene todo el pómulo para afuera”, fue la respuesta. Luego el atacante intentó justificar su actitud: “Me cansé wacho, todos me quieren pasar por arriba”.
A dos días del ataque
Nicolás ya se encuentra en su casa en plena recuperación. Además de las heridas, el joven perdió el cristalino del ojo izquierdo y, por ende, la visión.
Ariel, el padre de la víctima, habló y contó cómo fueron las primeras horas luego de la agresión. Además, le agradeció a la gente del local bailable porque “se portó muy bien” con su hijo, ya que le realizaron las primeras curaciones allí y luego lo trasladaron al hospital San Juan de Dios. En el nosocomio lo cosieron y el cirujano que lo atendió se dio cuenta de que tenía el ojo cortado
Enseguida lo trasladaron al Hospital Italiano y los médicos que lo atendieron le dijeron que “si no lo operaban en dos horas perdía el ojo”. “Lo operó un cirujano de primera. Hoy lo vio de nuevo y nos dijo que fue un milagro que no hayan tenido que sacarle el ojo y que recemos para ver si en un año le podemos hacer un trasplante para que recupere la visión”, sostuvo el padre de la víctima.