“Luli” Tacchi, “La Voz” de Rufino
Por Ana Inés Dobal
Gustavo Andrés Tacchi “el Luli”, fue apodado así desde sus primeros pasos porque, según cuenta, señalaba todo y a todos con el sonido “lul” antes de aprender a hablar con claridad durante su infancia. Desde ese momento la expresión se transformó en Luli y así quedo de por vida. ¨Si hoy me llaman Gustavo, no me doy vuelta¨, cuenta con sinceridad el hombre de 41 años con cara de buen tipo, un talento contundente y una voz inigualable, hijo del pueblo de Rufino y que hoy canta para el país.
Trabajar en el campo, criar a dos hijas pequeñas y cantar desde la adolescencia sin pausa, son las actividades que realiza regularmente. Contra cualquier pronóstico, tener más de cuarenta años y perseguir un sueño sin juicios, lo puso a la luz de los reflectores y aplausos que lo esperaban en los escenarios de La Voz Argentina y hoy deleita a todos. “Lo que me motivó a participar de ‘La Voz Argentina’ es que siempre me gustó el formato y seguí mi intuición, pensando en que podía ser el momento. Fui, mi vieja me insistió, era un momento difícil, y se dio”, confía Gustavo.
“Hice mi primer casting en el año 2007 para un programa que se llamaba Talento Argentino, y después este, nunca hice otro casting en mi vida. No tenía mucha idea de cómo sería toda la situación de ser parte de algo así, y ahora vivirlo me tiene sin palabras. Creo que hay que incentivar a todos los chicos a que tengan un sueño a que hagan un casting, me parece que va por ahí. Es una experiencia indescriptible y hermosa”.
“Momento único”
En relación al momento de ser elegido durante la gala, tiempo y espacio que podría ilustrarse como una nebulosa entre sueño, gozo,tensión y realidad, Luli comparte: “Lo que sentí es tremendo, me propuse tratar de no mirar al jurado y creo que lo logré, lo miré muy poquito y sentí el ruido en el momento en que se dio vuelta Lali Espósito. Fue una emoción grande, un momento único…son muchas sensaciones juntas”.
“Cuando me di cuenta que se dio vuelta un jurado y después vi dos…el alma me bajó al cuerpo, porque sentí la presión hasta que se dieron vuelta, la expectativa está por supuesto y es una locura muy divertida. La noche después de mi audición no dormí nada, es muy muy fuerte todo. Esa noche fue una noche muy especial”, resaltó.
Teniendo en cuenta lo que no vemos y ocurre detrás de la escena, Gustavo revela que se trabaja con estricto protocolo y se respetan las burbujas preventivas a rajatabla. En sus palabras: “Fue muy difícil grabar en pandemia, con hisopados permanentes, las jornadas de grabación son largas, días largos en los que se labura mucho, se viven experiencias potentes que para los que nunca las atravesamos, son inexplicables. Llegás muy cansado, pasan un montón de cosas que son difíciles de detallar en una entrevista. Muchas horas parado… pero el trato de todos los chicos de producción es tan bueno, que hacen que sea llevadero cada momento y se disfrute al máximo”.
Los regalos de entrevistar a uno de los pibes del pueblo, del barrio tiene su color y merece unas palabras: Luli contesta la entrevista como charlando con amigos: cercano, distendido, en confianza; lo hace con audios durante su viaje de regreso a Rufino desde Capital Federal; lo hace entre risas y confidencias de la comunicación errática, el viaje y la adrenalina de lo que vive sin pausa desde su presentación.
Se percibe en su voz esa sonrisa entre dientes, risa entrecortada de sabernos familia. Comparte “sentipensares” y se sorprende aterrizando con cada respuesta fresca, otra jornada de programas prensa y agite en Buenos Aires. Gratitud, frescura y buen humor intactos y hasta recepción de los mensajes de manera personal…la humildad que conocemos, permanece intacta.
Cuenta que está a mitad de camino de vuelta, que está nublado y agradece, más de una vez, agradece; mas no es mérito de quien suscribe este cálido ida y vuelta, la simpatía la calidez y alegría “del Luli” se contagia, y no para mal como el Covid que acecha, lo que genera es parte bien evidente de su carisma. En el living de Flor Peña durante las presentaciones de la mañana en Buenos Aires, sintonizó la misma frecuencia durante toda su participación en Flor de Equipo por Telefe: risas, sencillez y esa cuota inevitable de desfachatez, que hace de Gustavo un hombre cercano, cómplice y comprador donde vaya, incluido el escenario.
“Mi sueño relacionado a la música, seria cantar en el Gran Rex como pasó con cada edición anterior de este programa, siento que va ser difícil por la pandemia este año, pero me encantaría formar parte de eso. De ahora en más en el programa con la experiencia que está significando, espero seguir avanzando si puedo, y si no fuera así, me quedo con todo lo que ya me dio la vivencia. Aprendí mucho hasta acá, me traigo un montón de amigos, un montón de cosas buenas y la valija está llena de emociones. No tengo las expectativas muy altas puestas en mí, simplemente disfrutar lo que me quede por delante. Ver cómo sigue todo esto, hasta donde llego y gozar al máximo”.
“La Voz”, por dentro
En relación al trabajo que se viene con los coaches, como parte del team Lali (Lali Espósito), “con el equipo empezamos a laburar esperando lo que ocurra para la batalla, esperando encarar todo el laburo que se viene en cuanto al tema que me den para interpretar. El equipo con el que laburamos es muy grande, tenemos mucha gente maravillosa a disposición que nos trata increíble, así que mis respetos a ellos porque son los que hacen que nos sintamos cómodos en todo momento y podamos dar lo mejor”.
“Moscato, Pizza y Faina”, de Memphis la Blusera, fue el tema que “el Luli” eligió para lucirse en su primera presentación en el programa. “Lo elegí porque fue el tema con el que fui a audicionar en el 2019. Me llamaron, me preguntaron si me gustaba ese tema para hacerlo en la presentación, dije que sí y así fue: era el tema que tenía que ser”, compartió el rufinense con respecto al debut con el que se lució y compartió su poderosa voz.
“Todos los personajes de la tele son copados por igual, personajes que se nota son muy buenas personas, que tienen un trato muy ameno con nosotros, pero Lali me compró y por eso la elegí, tuvo algo especial que no sé explicar”, compartió el intérprete santafesino en relación a la elección de Lali Espósito, como la indicada para embanderarse en su equipo. El estar atrás de cámara es fuerte: “Fuimos unos días antes para grabar con gente nueva que no conocía, en un hotel, todos con un mismo sueño, con decepciones, alegrías, pasan un montón de cosas. El detrás de cámara fue maravilloso, cuando fueron mis amigos: Juli y Chano, fue muy especial, haber ido con ellos de hecho fue hermoso”.
“No quiero dejar de saludar y agradecer a toda la gente de Rufino, a toda la provincia: gracias por todo el cariño que es muy grande, tanto, que aún no pude ver todo lo que me mandaron desde mi presentación. Le mando un abrazo a cada uno, se siente el apoyo bien fuerte. Estoy muy feliz y espero seguir disfrutando de esto por mucho tiempo más”, cerró agradecido el cantante que transita sus primeros pasos en el ambiente profesional a la escucha de un país expectante y una ciudad natal emocionada.
NOTA PUBLICADA EN LA EDICIÓN IMPRESA DEL LUNES 5 DE JULIO.