Magalí Caviasso, la venadense que ganó un concurso mundial de Johnnie Walker
Recientemente, el whisky escocés número uno del mundo anunció a los ganadores de su desafío para bartenders de todo el planeta, que se centró en uno de los whiskies más icónicos y vendidos de la marca: Johnnie Walker Black Label. El challenge duró dos meses y ofreció a los bartenders de todos los niveles la oportunidad de ganar un pase de tres noches en Escocia, el hogar de la marca y vivir con todos los sentidos una experiencia irrepetible.
Entre quienes aceptaron el convite, se encuentra la joven bartender de Venado Tuerto, Magalí Caviasso (32), que con su trago “El Consuelo”, sobresalió entre 47 países que presentaron más de 200 propuestas. “Mandé las recetas como un boomerang para ver si volvía y efectivamente sucedió que salí seleccionada como ganadora de la región Centro y Sudamérica. Tenía que mandar una receta con Johnnie Walker Black como base, esa era la premisa. Después podía utilizar los ingredientes que quisiera”, contó en comunicación con Sur24.
Radicada actualmente en Buenos Aires, es integrante del equipo de la empresa transnacional Diageo, en cuyo portfolio de marcas se encuentra la firma escocesa: “Al concurso llegó de casualidad y fue un poco impulsado por el grupo de trabajo que nos motivaba a que participemos. Era una única oportunidad”, admitió.
Su receta tenía cuatro ingredientes en total más el “garnish”, que es la decoración. “Tiene un almíbar de té, que siempre que cuento todo el mundo se sorprende. Es uno de los recursos que más usamos los bartenders a la hora de modificar algún sabor, agregar o hacer un insumo casero”, sostuvo.
En el caso de este almíbar, lo hizo con un té que se llama “earl grey”, cuya particularidad es que es negro con bergamota que le da una parte cítrica y floral. “Hice la infusión del té y una vez que se enfrío le agregué azúcar, partes iguales de té y de azúcar en volumen. Lo llevé al fuego, se derritió el azúcar y se creó el almíbar”, describió.
Caviasso, explicó que “después tenía un vermouth rosso y vinagre de arroz”, y que con ese último insumo, “busqué darle acidez al cóctel de una forma que no sea la tradicional”. La convencional, sería agregarle jugo de limón. “En este caso yo no quería utilizar jugos, entonces por eso utilicé este vinagre de arroz y ahí equilibré el cóctel”, confesó.
Es decir, que la bebida que llamó la atención del jurado encabezado por Tim Phillips Johansson, embajador global de Johnnie Walker; Adrián Michalčík, World Class Global Bartender of the Year 2022; y Nick Tesar, ganador de World Class Australia 2022 y del desafío Walker en la última competición global de World Class, tiene dos partes del whisky, media parte del almíbar, media parte del vermouth y una cucharada de “bar spoon” muy sutíl del vinagre. “Ahí se armonizan todos los sabores y finalmente para terminarlo lo perfumo con los aceites esenciales de la piel de pomelo que queda muy bien con la bergamota que tiene el té”, detalló.
Héroe del whisky
Para la venadense, a “nivel personal y profesional, este premio fue súper gratificante”, teniendo en cuenta que “participé de una competencia dos veces y si bien no me fue mal, nunca gané”. En esta Work Class, se había postulado ya en 2018 y en la edición de 2021. “Siempre quedé bien posicionada porque en 2018 terminé 6 a nivel nacional y en 2021 quedé en el top 8 pero nunca la gané. Tenía como ese sabor amargo de estar cerca y nunca concretar”.
Este reconocimiento es para la bartender un logro de equipo, “más allá de que esto lo hice sola porque es una receta que creé yo, pero tenía el empuje de mis compañeros de trabajo, que estaban expectantes para ver cómo salía todo”. “Fue súper grato porque también estaban muy contentos por mí, todos me felicitaron, así que la verdad que fue emocionante y gratificante cuando recibí la noticia”, valoró.
El próximo 17 de mayo estará partiendo a Escocia como premio por haber ganado. “La agenda que tenemos es bastante intensa porque son cuatro días a las corridas. Va a ser emocionante también eso porque una de las actividades que tenemos es conocer las destilerías que tienen que ver con las mezclas de Johnnie Walker”, anticipó.
“Es una marca de whisky que tiene una particularidad y que es un blend scotch whisky; no hay una destilería que se llame Johnnie Walker porque no destila, sino que mezclan whisky de distintas destilerías. En el caso de la que vamos a conocer es la de Glenkinchie, así que estoy ansiosa porque hoy en día nosotros damos capacitaciones sobre cómo es el proceso, por ejemplo, de elaboración y todo eso lo tengo en mi cabeza, ilustrado por fotos, vídeos que he visto, pero nunca lo vi en vivo y me parece atractivo, emocionante. No puedo creer que lo voy a poder ver ahí por fin”, se explayó.
En esta línea, sostuvo: “Mi vida sigue siendo igual que siempre. Si bien no minimizo esto, siento que es un premio para que siga adelante porque uno por ahí tiene como esos momentos de flaquear, de decir ‘no sé si estoy haciendo las cosas bien’. Bueno, esto es como un ‘shot’ de energía positiva para seguir, continuar creciendo y haciendo cosas. Vamos por el buen camino”.
Accidental
Antes de la gastronomía, Magalí Caviasso probó suerte en los pasillos de la Facultad de Derecho. En 2009 se mudó a Rosario para estudiar abogacía, pero en el medio se encontró con lo que hoy es su profesión y en 2015 hizo un corte: dejó la carrera y empezó a trabajar en lo que realmente la apasiona.
“Al principio seguía estudiando, trabajaba en un estudio jurídico y en un bar. Llegó un momento en que empecé a notar el cansancio. Prácticamente no tenía días libres, sino que además la cuestión económica también hizo su parte. En 2015 encontré un trabajo full time en un bar en Rosario que me permitió independizarse en cierto modo. Me pagaba el alquiler -hasta ese momento la bancaban sus padres- y entonces fue más fácil manejarme porque ahí tomaba mis propias decisiones”.
Hace casi dos años está instalada en Buenos Aires. Se mudó por trabajo a partir de la pandemia, dando sus primeros pasos en Diageo, compañía británica dedicada a la fabricación y distribución de bebidas alcohólicas de la cual es embajadora de la marca.
Con este mundo de los bartenders tuvo un vínculo accidental porque no estaba en los planes. Arrancó en el boliche Base 1, una noche que volvió a Venado a visitar a su familia un fin de semana. A una amiga que trabajaba ahí, le había fallado un bartender y fue a cubrir, solo para hacer cuba libre, fernet, nada raro. Enseguida dijo que si.
“Nunca tuve tanta vergüenza en hacer un fernet. Era mi primera vez atrás de una barra. Después el encargado era conocido de mi mamá y me dijo que les gustó cómo trabajaba. Si me servía, tenía las puertas abiertas los findes, como para hacer un extra. En ese momento empecé a trabajar en una barra y nunca dejé. Después fui evolucionando”, recordó.
Consultada sobre por qué se decidió por su ocupación actual, fue directa: “Me parece súper creativo, entretenido y lúdico. Cuando recién empezaba a descubrir lo que era trabajar en gastronomía, estaba en un estudio jurídico de Rosario”.
Desde entonces, fue más curiosa y se interesó más. No era solamente ir a cumplir, trabajar en el boliche o en el bar y volver a su casa, sino que además se puso a estudiar. Partió hacia otro bar en Rosario que justo quedaba a la vuelta de su casa que buscaba bartender, para continuar aprendiendo.
En ese momento, en Google o redes sociales no se difundían tips o recetas, “entonces era muy de nicho” encontrar información. “De a poco me fui empezando a enamorar de esta profesión, lo disfruto, me gusta trabajar de esto a pesar de que algunas personas te digan que no. Los fines de semana no tenés libre, pero es una elección propia no es que me obligan. Yo elijo tal vez no tener los fines de semana completamente libre, pero hago algo que me gusta”, señaló.
Si bien sigue siendo bartender y haciendo cocteles, hoy no está justamente atrás de una barra al ciento por ciento, sino que al ser embajadora de marca tiene otras funciones. “Todo el tiempo existen lo que nosotros llamamos ‘guest’, que es ser invitada por un bar a hacer cócteles a su barra. Entonces, una vez al mes estoy armando alguna receta nueva, algo así, para hacer servicio una o dos noches. No es lo mismo que ser un bartender de servicio de estar todos los días, haciendo apertura, cierre, productor. Igualmente, no considero que dejé de ser bartender”, añadió.
En este orden, aseguró que “en el corto plazo voy a seguir trabajando y creciendo dentro de Diageo” y que junto a su compañera en el equipo, Ana Varela, “estamos siendo parte de un proyecto nuevo que se llama ‘Caminando Juntas’”, que es un programa en el que van de la mano justamente con Johnnie Walker para potenciar y dar visibilidad a mujeres dentro de la industria. “Estamos muy enganchadas con eso”, amplió.
Dentro de su rol como embajadora de marca, también se encuentra ser capacitadora más que nada del portfolio de la empresa, no solo de whisky, sino de gin, vodka y otros destilados. “Todo el tiempo me estoy capacitando. Me gusta siempre sumar alguna cosita, algún dato extra. Inclusive ahora estoy por empezar la carrera de sommelier que si bien yo había empezado el curso cuando estaba en Rosario, cuando me mudé tuve que dejar todo, eso quedó en stand by, pero ahora estoy por retomar la carrera, me interesa mucho no sólo por la cuestión de los vinos sino porque aprendes un montón de otras cosas sensoriales que son muy interesantes”, contó.
Fan
Magalí se confiesa amante del whisky y pondera que es su bebida favorita: “No es que tomo siempre whisky pero me gusta y lo disfruto. Me gustan ligeros, que se dejen tomar fácil. Como cóctel me gusta el gin tonic, algo relajado que no tenga mucha vuelta. Fácil de preparar que no necesite demasiados ingredientes. Para eso, siempre tener en casa agua tónica, gin, hielo -imprescindible- y algún cítrico, limón o una lima, para cerrarlo”.
Asimismo, admira a sus colegas, de quienes valora mucho el trabajo. “Soy una persona que siempre está muy atenta porque me parece que estoy rodeada de gente que hace cosas muy lindas, interesantes, que le pone todo, el cuerpo, la cabeza, a proyectos. Así que me pone orgullosa los logros que tienen mis colegas y las cosas lindas que veo que están haciendo y que siempre están en constante movimiento”.
Y siguió: “Soy muy seguidora de mis colegas y de muchas amigas que trabajan en el rubro. Las admiro también porque sé el detrás de escena, lo que hacen y todo lo que se esfuerzan”.
En Venado Tuerto, participó en la carta de tragos del bar “Cayetano” (Moreno y Pellegrini). “Hay unos traguitos que pueden ir a probar y son de mi autoría”, cerró.
La data ganadora
- Nombre: El Consuelo
- Método: refrescado
- Receta:
– 45 ml Johnnie Walker Black Label
– 15 ml Vermut dulce
– 15 ml almíbar de té Earl gray
– 1 Barspoon de vinagre de arroz
– splash de piel de pomelo
“Esta receta utiliza Johnnie Walker Black Label para realzar la complejidad que aporta el té Earl gray con su cuerpo y notas amargas, el vermut dulce y la nota de acidez que le da el vinagre de arroz. Un cóctel para disfrutar solo o acompañado al final del día”, manifestó Caviasso.