En una época en la cual Internet no formaba parte de la vida diaria (de hecho era apenas un concepto esgrimido por entendidos) y el ser digital se asociaba más a un futuro distópico, el videojuego de plataformas era un instrumento clave para el entretenimiento cotidiano. Y, dentro del amplio universo generado en torno a este dispositivo, Mario Bros, su hermano Luigi y el malvado Bowser eran referentes absolutos. Sinónimos de diversión garantizada. Prácticamente todos los seres humanos nacidos entre 1975 y 1985 utilizaron parte de su tiempo de infancia (o incluso adolescencia) para conducir las aventuras de estos personajes a través de la consola.
Mario Bros, el personaje de videojuegos que marcó a una generación ya tiene su película
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Super Mario Bros fue lanzado en 1985 por la empresa japonesa Nintendo y se convirtió en un hit en toda la línea. El juego, como se sabe, se centra en las correrías de los hermanos Mario y Luigi, quienes deben rescatar a la Princesa del Reino Champiñón de las garras del rey de los Koopas. A lo largo de de ocho universos, cada uno de los cuales posee características particulares, los jugadores que conducen a cada uno de los fontaneros bigotudos (así están planteados los personajes) deben afrontar peligros diversos y monstruosos antes de poder cumplir la misión asignada.
Buenos actores, poco público
El fuertísimo impacto popular que tuvo el videojuego no permaneció ajeno al mundo del cine, siempre atento a capitalizar estos fenómenos. Así, en 1993 las firmas Lightmotive Films y Hollywood Pictures en sintonía con Nintendo trasladaron las aventuras de Mario y Luigi a la pantalla grande, con actores. Los productores (entre ellos Roland Joffé, conocido en estas latitudes por “La misión”) optaron por actores de sólida trayectoria y dúctiles como Bob Hoskins (a quien le tocó el papel protagónico) y Dennis Hopper (que compuso, como en otras varias películas de la época, al villano). Y decidieron incorporar al entonces desconocido John Leguizamo, como Luigi.
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La película (hoy de culto) resultó un fracaso de taquilla en su momento. La mala recepción tiene parte de su explicación en los problemas que tuvieron los guionistas para condensar un mundo tan complejo como el gestado por Nintendo para el videojuego. Tampoco fue de mucha ayuda el tono sombrío hacia el que se orientaron los directores Annabel Jankel, Rocky Morton, siendo el juego original más alegre y luminoso. Sin embargo, esta película pionera en la adaptación de videojuegos al cine, derivó en una tendencia que se mantuvo y creció en las tres décadas posteriores. Ejemplos son “Street Fighter” y “Mortal Kombat”, también de los 90.
Nueva aventura
El próximo 6 de abril se podrá ver en las salas de cine de Argentina “The Super Mario Bros. Movie”, dirigida por Aaron Horvath y Michael Jelenic, a partir de un guión ideado por Matthew Fogel inspirado en los personajes gestados por Shigeru Miyamoto para el famosísimo videojuego. Esta vez, la película es enteramente animada y representa una apuesta muy fuerte de Nintendo en sintonía con Illumination Entertainment (la firma creadora de los Minions, que según los trailers tienen su cameo en este flamante film) y Universal Pictures, que tiene a su cargo la distribución. La voces originales de los personajes la realizaron actores y actrices muy populares como Chris Pratt, Anya Taylor-Joy, Jack Black y Seth Rogen. Habrá que ver si esta vez se cubren las expectativas de los fanáticos, pero la certeza es que Mario, el personaje nacido en la analógica década del 80 sigue vigente en la era digital.
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