Especialista en crianza
Maritchu Seitún: "Menos horas de pantalla para los chicos y más tiempo de aburrirse y jugar"
El celular, los hábitos escolares, la autoridad docente y las conflictivas tareas escolares, en la mirada de la reconocida psicóloga.
Por Mariela Goy
La psicóloga Maritchu Seitún asegura que las pantallas "son adictivas", y sugiere que "el adulto ponga orden y se banque el enojo de los chicos". ¿A qué edad puede un niño empezar a usar el celular? ¿Cómo reaccionar si no quiere hacer las tareas? ¿Cómo criar a un niño autónomo? En una entrevista con El Litoral, la especialista en crianza responde a estas y otras preguntas, y propone algunos consejos para las familias basados en su vasta experiencia.
Tras haberse dedicado a la terapia en niños y adolescentes, Seitún trabaja en orientación de padres y es autora de varios libros pensados para ayudar a los adultos a que encuentren la mejor manera de resolver las dificultades que aparecen en la vida diaria con los hijos y puedan "Criar con empatía", como dice uno de sus trabajos más recientes.
-¿Qué implica la vuelta a clases en la rutina hogareña?
-Es un cambio abismal, hay que correr, madrugar, todo pasa a ser apurado y a que los chicos no tengan tiempo de jugar, de aburrirse, de no hacer nada, de andar en bici, de leer. Al mismo tiempo organiza a todos: se acuestan más temprano, los padres pueden trabajar con mayor comodidad, sabiendo que sus hijos están bien cuidados. En familias más ordenadas el cambio no es tan grande, pero en otras cada año hay que volver a armar las rutinas, sin las cuales no se puede vivir en época escolar.
-Ud. dice que es bueno preservar durante el año algún ritual de las vacaciones con los hijos ¿Podría explayarse en el tema? ¿Algún ejemplo?
-Sepamos preservar espacios de diversión en la semana, para que no sean todo obligaciones, tareas, baños. Se hace más corta la semana si los miércoles a la tardecita vamos a tomar un helado en familia o jugamos unos partidos de generala, recuperando el espíritu juguetón y no pautado de las vacaciones ¡para no extrañarlas tanto, además!
Tecnología: cuándo y cómo
-Uno de los desafíos en tiempos de clases quizá es poner límites a los adolescentes y preadolescentes con los celulares o la play, y que se acuesten temprano. ¿Qué sugerencias puede hacer este tema?
-Hábitos, rutinas y rituales, hacer las cosas de la misma forma. Ser nosotros modelos de dejar las pantallas una hora antes de irnos a dormir, contarles por qué es importante, y cuidarlos para que lo hagan. Son chicos y no tienen la suficiente fortaleza interna para hacerlo solos. Las pantallas son muy adictivas, generan una recompensa inmediata y poco duradera, por lo que necesitan más y más y más. Hace falta un adulto que ponga orden, que se banque el enojo de los chicos, que les vaya explicando sus motivos, de modo que, en lo posible, al llegar a la adolescencia, hayan aprendido a regular su uso.
-Relacionada con los niños adictos a las pantallas ¿Es la prohibición la mejor manera de incentivarlos a que jueguen con juguetes tradicionales o a que lean? ¿Qué hacer como padres?
-Prohibir no funciona; lo pueden hacer en otras casas y los tienta más. Es importante regular su uso y estar cerca para enseñarles las reglas de las interacciones sociales en juegos y redes. Comprometámonos nosotros con ellos a otros juegos sin pantallas, más que exigirles que apaguen y se vayan a jugar o leer.
-¿A partir de qué edad los niños pueden integrar grupos de whatsapp escolares o de amigos y tener sus propias redes sociales? En las escuelas hay alumnos de 4to grado que ya tienen celulares propios y grupos.
-Creo que hasta que no andan solos, no los necesitan. Y en pueblos chicos (donde se mueven solos a edades menores) tampoco, porque todos los conocen. Los 12 años me parece una buena edad para poder empezar, de modo de acompañarlos durante los siguientes dos o tres años, en el buen uso de sus celulares. Un niño diabético lo necesita antes, a veces hay otras situaciones en las que hay que adelantarlo, pero la mayoría puede esperar.
Escuela, tareas, docentes
-¿Cómo sería criar a un niño autónomo en sus actividades escolares? Que haga las tareas, que pueda organizarse a tiempo y no esto de que se acuerde a las 22 horas: "tengo que llevar una cartulina mañana". Y si hay algún punto de equilibrio entre fomentar esa autonomía y acompañarlo como mamá y papá.
-Se hace con el tiempo, no de un día para el otro. Primero, con padres que van soltando de a poquito, que toleran los errores y olvidos como aprendizaje, que confían en la capacidad de sus hijos y entienden el valor de esos errores. Sobreproteger (hacer nosotros demás) le dice al hijo que él no puede; y soltarle la mano del todo es abandonarlo.
-¿Cómo sugiere manejar el tema de las tareas escolares que suelen generar conflictos en casa? O los chicos no la quieren hacer o los padres llegan cansados.
-Respirando hondo para no dejarnos llevar por el apuro, por el enojo o por la frustración. Y soltar el tema antes de enojarnos. No podemos perseguir a un hijo con su tarea, porque nunca se va a hacer cargo de ella, dejemos el espacio para que nos venga a buscar. Y si nos contesta mal o perdemos la paciencia, dejemos el tema ahí y sigamos otro día. ¡Y toleremos el 'incompleto' de la maestra!
-En los últimos tiempos la autoridad docente y de la escuela viene siendo socavada y, en parte, es porque hay padres que siempre se ponen del lado del niño, aún cuando no tenga razón. ¿Cuál es la importancia de tener una relación buena y fluida entre familia y docente?
-Es fundamental. Un docente no puede enseñar si los padres no delegan en él la confianza. Si algo no nos gusta, vayamos a ofrecer ayuda, colaboremos, pero no rebajemos al docente delante de nuestro hijo porque no lo va a respetar y el docente no va a poder hacer su trabajo.
-Muchas veces los padres están preocupados de que su hijo se aburra en casa y lo llenan de actividades extraescolares.
-Se arma un círculo vicioso: como se aburren, se pelean y entonces los llenamos de actividades, pero pierden la capacidad de pasarla bien en casa y sin que nadie los dirija. Entonces, menos horas de pantalla en casa, cero a la mañana, y más tiempo para aburrirse y jugar.
Hábitos escolares y bullying
-¿Qué simples hábitos de crianza se pueden adoptar desde casa para que el niño tenga una buena relación con la escolaridad?
-Leerles a ellos muchos cuentos, aunque ya sepan leer. Valoremos las actividades del colegio, desde matemática a la música y el deporte. Interesémonos por ellas, investiguemos con ellos para despertar su curiosidad en muchos temas.
-La escuela es un maravilloso ámbito de socialización pero a veces surge el tema del bullying y su traslado a las redes sociales. ¿Cómo sugiere encarar este delicado tema?
-La escuela puede ayudarnos, pero ojo: no todo es bullying, para que lo sea tiene que ser sistemático, tiene que haber una diferencia de poder. A veces un chico no quiere jugar con nuestro hijo y eso… es la vida; o es nuestro hijo el que no deja jugar a otro. También aprendemos de esos dolores. Estemos atentos a ver si nuestro hijo es un líder natural y que entonces no haga mal uso de eso, a si es el seguidor y con tal de pertenecer hace cosas que no le parecen bien, a si entiende su valor como testigo de situaciones, ya sea para ayudar o para apartarse, si no está de acuerdo.