Martín Miguel de Güemes, el héroe gaucho que la historia nacional tardó en reivindicar
En Venado Tuerto, el acto oficial de homenaje con motivo del bicentenario del Paso a la Inmortalidad del ilustre salteño Martín Miguel de Güemes (La ciudad homenajeó al general Martín Miguel de Güemes) se realizó el jueves 17 de junio (aunque el feriado nacional se trasladó para hoy), corriéndose desde la plaza Macacha Güemes, espacio tradicional de la evocación, al patio interno del Palacio Municipal, y contó con la presencia de funcionarios locales, concejales, representantes de la Asociación Civil y Cultural Martín Miguel de Güemes, entre otros. Además de las referencias aportadas por los referentes Sergio Pasquini y Paulino Margutti, la directora de Territorialidad y Desarrollo Cultural, Miriam Carabajal, señaló que “más allá de las semblanzas históricas, Güemes tiene una gran relevancia en ese tridente revolucionario con San Martín y Belgrano en la defensa de la emancipación. En aquel tiempo había dos tipos de ejércitos, el formal y el de las milicias, conformado por vecinos en armas”, evocó.
“De Güemes se decía que tenía la elocuencia de los fogones, la capacidad de convencer mediante la palabra, una capacidad unida a la escucha de modo irremediable. Y hoy destacamos ese mensaje que viene de Güemes. La pregunta es cómo hizo Güemes para convencer de la necesidad de ese sacrificio personal por una causa tan grande. Qué palabras utilizó en 1815 o 1817 para convencer de la grandeza de aquel sueño, y qué palabras elegimos nosotros hoy para hablar de los sueños y sacrificios, a la luz de su legado”, interrogó Carabajal.
Valentía descomunal
Güemes fue gobernador de Salta durante seis años, elegido por asamblea popular, demostrando el aprecio de una gran parte de la población, pero su figura pasó a la historia por su valentía descomunal durante la Guerra de la Independencia y en las guerras civiles argentinas. Fue un gran colaborador en el proyecto emancipador del general San Martín y un innovador estratega militar y amigo de Manuel Belgrano; una nutrida correspondencia epistolar entre ambos es fiel prueba de ese cariño mutuo.
“Martín Miguel de Güemes fue el líder de esta contienda en el norte y de este grupo de soldados gauchos que conformaron la base del Ejército de Güemes, que puestos a combatir contra el enemigo desplegaron sus vastos conocimientos. Y Güemes supo además trasladar el respeto de sus gauchos a los intereses de la Patria, a través de acciones solidarias con las viudas, huérfanos y necesitados, al compartir sus bienes. Es por ello que en las peores épocas de la guerra tuvo que recurrir a préstamos voluntarios y forzosos, a expropiaciones a españoles que no colaboraban en la guerra, a suspensión del pago de arriendos, lo que le ganó numerosos enemigos internos que luego terminarían atentando contra la vida del líder“, describe Mario Lazarovic, director del Museo Histórico del Norte al recordar la figura de Güemes.
“Güemes, desde niño, estuvo relacionado con el campo, con las tareas agrícolas y ganaderas, ya que muchas veces con su familia pasaba largas temporadas en la Finca La Despensa, cercana a Campo Santo, Departamento Gral. Güemes, en la Provincia de Salta. El contacto que tuvo con la tierra, con la geografía de los cerros y especialmente con los hombres de campo, le traería posteriormente una ayuda muy grande cuando al empuñar su sable para combatir a los realistas supo ganarse el crédito de los gauchos de toda la región, quienes lo siguieron en esta causa, incluso hasta después de su muerte“, destaca Mario Lazarovich.
Los infernales
Gracias a su coraje y espíritu libertario, Martín Miguel de Güemes conquistó al gauchaje y creó a “Los Infernales”, una tropa de soldados imbatibles que defendió la frontera norte cuando el ejército de San Martín fue a liberar Chile y Perú. “Los Infernales” frenaron en el norte siete invasiones realistas usando la táctica que fue conocida como “guerra de guerrillas”, pues atacaban sorpresivamente y se dispersaban en el monte.
“Güemes organizó junto con José de San Martín, la estrategia de la guerra de recursos contra los realistas, basada principalmente en la capacidad y los conocimientos que los gauchos tenían de su territorio. Ellos, como ninguno, conocían como la palma de su mano las quebradas, los ríos, los cañadones y los pasos entre los valles. Este conocimiento puesto al servicio y causa de la emancipación de nuestro país resultarían con los años decisivas para controlar la frontera norte”, agrega Lazarovich.
En la noche del 7 de junio de 1821, una columna realista guiada por un traidor local sorprendió a Güemes, en Salta, hiriéndolo de gravedad. Güemes huyó junto a sus fieles gauchos hacia la quebrada de la Horqueta, donde murió en un catre, a la intemperie, luego de agonizar de manera atroz durante diez días.
“Voy a dejarlos, pero me voy tranquilo, porque sé que tras de mí quedan ustedes, que sabrán defender la patria con el valor del que han dado pruebas”, fueron de las últimas palabras que dijo Güemes a sus gauchos. Tenía 36 años.