“La obesidad es una enfermedad porque se acompaña de complicaciones médicas que son en su mayoría silenciosas”, advierte la doctora Irina Kovalskys (M.N. Nº 80503) médica pediatra argentina, especialista en Nutrición. Y agrega: “Entonces, si bien en apariencia un niño o adolescente puede mostrarse muy saludable, en realidad, la mayor parte de las complicaciones -ya sea médicas como cardiometabólicas- están sucediendo en su organismo. Y que esto suceda en la infancia, para la mayor parte de la gente, es una novedad. Se cree que solo los adultos tienen enfermedades cardiovasculares, enfermedades hepáticas, o diabetes asociadas con la obesidad. Sin embargo, los niños y los adolescentes también pueden tener hipertensión arterial, dislipidemia, hígado graso, o trastornos del metabolismo de los hidratos de carbono (es decir, de la glucosa) o prediabetes. Pero si no hacemos estudios para detectarlo, no lo vamos a ver”.
Más del 40 % de la población pediátrica de Argentina tiene sobrepeso u obesidad
Además de correr un riesgo aumentado de sufrir estas enfermedades asociadas con la obesidad, los adolescentes que no acceden a un adecuado tratamiento de su exceso de peso verán un marcado e irreversible deterioro de su calidad de vida.
Seis de cada 10 menores de cinco años tienen patología de desnutrición o sobrepeso
Tratamientos
Respecto de las alternativas terapéuticas que existen en la actualidad en nuestro país para la obesidad en niños y adolescentes, Kovalskys expresó que la mayoría de los pacientes pediátricos que presentan obesidad se van a beneficiar con un tratamiento integral de cambios del estilo de vida.
“Muchas veces se piensa que los cambios del estilo de vida son simplemente ‘algunas pautas’. Pero no. Es un tratamiento que consiste en tener componentes basados en la evidencia científica, donde una persona en un equipo interdisciplinario va a intervenir en su alimentación, en su modelo de actividad física, en sus conductas, y en sus redes familiares y sociales. Ese es un tratamiento bien hecho de cambio de estilo de vida e integral”, remarcó. “A veces, ese cambio de estilo de vida puede resultar insuficiente o no ser lo suficientemente efectivo para algunos chicos que están lidiando con la obesidad y requerir de un tratamiento adicional con farmacoterapia, hoy segura y que puede usarse a partir de los 12 años y que tienen específicamente la habilidad de facilitar o mejorar la saciedad en los adolescentes”.
¿Pero Qué dice el consenso al que arribaron distintas sociedades científicas en la Argentina con respecto a la cirugía bariátrica y metabólica para el tratamiento de la obesidad en niños y adolescentes? “El Consenso desarrollado por la Sociedad Argentina de Nutrición, junto a otras siete sociedades científicas, establece que se podrá indicar este tipo de procedimientos a jóvenes con un índice de masa corporal por encima de 35 y con comorbilidades mayores (como diabetes 2, apnea del sueño o enfermedad de hígado graso no alcohólica), y/o a quienes presenten un índice de masa corporal por encima de 40 con comorbilidades menores (como hipertensión, intolerancia a la glucosa, insulinorresistencia, entre otras)”. Respecto de la edad a partir de la cual se estima adecuada la práctica quirúrgica, el Consenso intersocietario sugiere que los pacientes deben tener un desarrollo puberal avanzado. “Se apunta a considerar la cirugía en aquellos adolescentes que tengan un desarrollo puberal completo y una edad ósea superior a los 16 años”.
La doctora Irina Kovalskys, médica pediatra especialista en Nutrición, brindó una entrevista a El Litoral y despejó varias dudas.
-Qué es una cirugía bariátrica y metabólica?
-Según la Sociedad Argentina de Cirugía para la Obesidad, la cirugía bariátrica es una herramienta que se utiliza como tratamiento para la obesidad severa o mórbida. Son procedimientos quirúrgicos, y no están exentos de complicaciones a corto ni medio plazo, y que también pueden presentar mortalidad. Es un tratamiento de alta complejidad y requiere de un equipo multidisciplinario experto para manejar al paciente antes, durante y posterior a la cirugía.
“La obesidad es en la actualidad el problema de salud más importante y preocupante”
-¿Para qué se realiza y por qué?
-Con la cirugía se persiguen dos objetivos: el primero, la pérdida de peso, y el segundo, la mejoría de los problemas de salud relacionados con la obesidad. Busca contribuir a mejorar las complicaciones médicas que afectan la salud y están asociadas al exceso de peso como la diabetes tipo 2 y la calidad de vida de los pacientes con obesidad grave o mórbida.
Los pacientes candidatos a realizar una cirugía para el tratamiento de la obesidad deben cumplir criterios determinados que incluyen el grado de obesidad (medido a través de índice de masa corporal) y las comorbilidades medicas asociadas a las mismas. Según el consenso intersocietario para el tratamiento de Obesidad en adolescentes en Argentina, la cirugía debe realizarla el equipo especializado interdisciplinario pediátrico, cuando no se logra la respuesta esperada con el tratamiento médico, en pacientes con un Indice de Masa Corporal mayor a 35 y comorbilidades mayores como Diabetes tipo 2, Síndrome de Apnea Obstructiva del Sueño o enfermedad hepática, entre otras.
-En Estados Unidos, este tipo de cirugías se incrementó un 20 % en una población que va desde los 10 a los 19 años. ¿Hay cifras en Argentina al respecto?
-No hay cifras precisas en Argentina en población pediátrica. El consenso intersocietario para el tratamiento de la obesidad en adolescentes en Argentina, hace mención a la edad para consideración de la cirugía y dice que la cirugía bariátrica no debería realizarse en menores de 18 años, a excepción de casos extremos . En esos casos, los menores de 18 años deberán haber alcanzado un desarrollo puberal casi completo y tener una edad ósea mayor o igual a los 16 años. Estamos en conocimiento que centros de otros países del mundo están realizando cirugías en chicos menores con buenos resultados, pero todavía no tenemos esos datos publicados en Argentina.
-¿Por qué se acude a una cirugía en vez de intentar otras maneras y formas para perder peso?
-La cirugía está indicada solo cuando el tratamiento médico sostenido y evidenciado como efectivo, incluyendo cambios de estilo de vida y farmacoterapia, haya sido insuficiente para ese paciente y el grado de obesidad alcanzado más las complicaciones medicas así lo justifiquen. El mismo consenso determina que los pacientes deberán acreditar al menos un año de cumplimiento del tratamiento en un programa formal y convencional de descenso de peso y que dicho programa debe ser llevado a cabo por un grupo interdisciplinario intensivo y tener en consideración la adherencia y el cumplimiento del plan.
-¿Qué dicen las estadísticas en argentina sobre obesidad infantil y adolescente? ¿Es una problemática que preocupa?
-Es una problemática que preocupa y mucho. Según la última encuesta nacional de Salud y Nutrición realizada en el 2019 ( ENNYS) en la población adulta, la prevalencia de exceso de peso fue de 67,9%, eso quiere decir que hay más adultos con sobrepeso que con peso normal, mientras que el exceso de peso en la población de 5 a 17 años es de 41,1%. La proporción de sobrepeso y obesidad es de 20,7% y 20,4% respectivamente. Los pediatras atenderán en muy poco tiempo a 1 de cada dos niños con sobrepeso en consultorios de atención primaria de la Salud. El 70% de los niños con obesidad tiene al menos un factor de riesgo cardiovascular y sumado a la genética, la ganancia de peso es el principal factor de riesgo en la pubertad para desarrollar diabetes.
Significativo aumento en Estados Unidos de las cirugías de pérdida de peso en pacientes pediátricos
El uso de la cirugía bariátrica y metabólica en jóvenes estadounidenses de entre 10 y 19 años aumentó significativamente en 2020 y 2021 durante los primeros dos años de la pandemia de covid-19, luego de que la Academia Americana de Pediatría (AAP) destacara la necesidad de educar a los pediatras sobre los beneficios de estos procedimientos para los pacientes cualificados.
Así lo revela un reciente estudio, en el que los autores advierten que históricamente la cirugía bariátrica y metabólica se ha infrautilizado en los jóvenes debido a las distintas barreras que existen, incluidas las bajas tasas de derivación, el acceso limitado y la escasa cobertura por parte de las obras sociales y prepagas, pese a que la obesidad muestra alarmantes y crecientes tasas de prevalencia tanto en adultos como en niños y adolescentes.
En concreto, la investigación liderada por Sarah Messiah, profesora del Centro de Ciencias de la Salud de la Universidad de Texas en Houston, Estados Unidos, muestra que el número de adolescentes que se sometieron a una cirugía bariátrica o metabólica aumentó alrededor del 20% en 2021 respecto del año anterior y que las tasas de estas cirugías también aumentaron en este grupo etario entre 2019 y 2020.
Los investigadores vincularon el incremento de los procedimientos a una declaración de la Academia Americana de Pediatría que pedía un mayor acceso a la cirugía de pérdida de peso y decía que la evidencia respalda el uso del procedimiento incluso en personas jóvenes. Esas recomendaciones ayudaron a derribar algunas de esas barreras para algunos pediatras teniendo en cuenta que en este momento los datos son abrumadores en cuanto a su eficacia: ayuda a estos adolescentes a perder peso, les ayuda a estar más sanos.