Matías Supan, un trotamundos del tenis
Matías Supan nació en Catriel, provincia de Río Negro, pero a los 6 años se mudó junto a su familia a Venado Tuerto, ya que a su papá Javier, profesor de tenis, le había salido una propuesta laboral junto a Oscar ‘Cacho’ Coria, en el club Centenario y después junto a María Inés Araiz en el Jockey Club. Matías vivió en nuestra ciudad otros seis años y en el año 2002 empezó su recorrida por distintas partes del mundo, estando hoy radicado en Hong Kong.
Comenzó a jugar al tenis en Venado Tuerto, con ‘Marine’ como profe, participando de torneos zonales y nacionales, y recordó que había “muy buenos jugadores en Venado, como Victoria Bosio, una jugadoraza, Federico Coria, un jugador tremendo, y hoy me da mucha alegría saber que les va bien como profesionales. Y había otros como yo, que no llegamos tan lejos, pero que hicimos nuestro intento”, comenzó diciendo Matías a Sur24.
Luego recordó que después de irse de Venado Tuerto “llegamos con mi familia a Colombia, también porque a mi papá lo habían contratado, y yo seguí jugando torneos nacionales; al año siguiente nos mudamos a Guayaquil, Ecuador, y a mí me empezó a ir muy bien. En Colombia estuve entre los tres primeros del ranking en Sub 12 y en Ecuador fui número 2 en Sub 14. Cuando tuve 15 años nos mudamos a México y ahí empecé a tomar más en serio al tenis”.
Supan, que jugó hasta los 21 años, participó “en torneos ITF, tuve ranking ITF, jugué Interclubes en Alemania donde gané dos temporadas, hasta llegar a los primeros pasos del profesionalismo, jugando Qualys de torneos Futures y algunos cuadros principales también”, recordó y agregó que también vivió un tiempo en Estados Unidos “con Alejo Apud, un chico de Rosario que jugaba muy bien. Jugábamos para un sponsor que nos permitió recorrer 24 países del mundo. Y a los 21 años me retiré”, dice quien hoy anda por los 30.
Cuando dejó de jugar empezó a dar clases y sus primeros pasos como entrenador fueron en el Club Náutico de Mar del Plata, “donde me dio trabajo Dani Larreina. Al mismo tiempo fui haciendo cursos, todo lo necesario para estar avalado y preparado. Más adelante me fui a trabajar a México y después me salió la oportunidad para ir a Shanghai, China. Ese trabajo no funcionó y me vine a probar suerte a Hong Kong, donde me presenté a varias entrevistas y acá estoy. Hubo 10 entrenadores que se postulaban para el trabajo y quedé yo”.
Supan comenzó a enseñar tenis en una escuela privada “con instalaciones de primera. Un lugar académico espectacular, con canchas muy buenas. Estuve trabajando tres años ahí. Tienen un programa de competencias asiáticas, tipo Copa Davis, pero de escuelas. Nos fue muy bien. En categoría de 13 a 14 años quedamos segundos en Asia, perdimos la final en Tailandia contra el equipo local; y también fuimos segundos con los chicos de 17 y 18 años, cayendo en la final en Corea del Sur”.
Después llegó el Covid-19, a Matías se le terminaba el contrato, la escuela estuvo cerrada mucho tiempo y le salió una posibilidad de trabajo en un club.
Difícil relacionarse con los locales
“Estoy viviendo en una zona muy bonita. Si bien es Hong Kong, es China, estoy en una parte donde hay una gran mezcla de gente de Europa, Centroamérica, Estados Unidos, muchos australianos. Es lo más fusionado con nuestras tradiciones. Cuesta mucho poder relacionarse con los locales, es como que vivimos en dos ciudades distintas, por eso terminás relacionándote con gente de otro lado, que como vos, están trabajando acá”.
Supan señaló que la ciudad “es impresionante, con muchos rascacielos, es todo muy ordenado, mucha seguridad, gente muy tranquila” y que lo que primero le llamó la atención es “lo chiquito de los departamentos y lo caros que son. Yo ya pude resolver ese problema, porque ahora vivo en un lugar donde los departamentos son más normales”.
Enloquecidos por el tenis
El rionegrino con pasado venadense contó que en Hong Kong tienen “locura por el tenis”, que hay “mucha demanda para aprender y tomar clases, fundamentalmente con profesores extranjeros. Gracias a Dios tengo mucho trabajo. Acá encantan mucho los deportes de raqueta, no solamente tenis, también squash y badminton”.
A Supan le queda un año más de contrato y tiene ganas de “quedarme un par de años más. Primero quiero terminar este contrato y después ver, pero en un futuro me gustaría volver a la Argentina y encontrar la posibilidad de trabajar un tiempo en Argentina y un tiempo afuera”.
Hace bastante que no viene al país porque “es complicado poder viajar, sobre todo desde que empezó la pandemia” y espera que en diciembre pueda hacerlo, prometiendo una visita a Venado Tuerto. “Mi familia está en Río Negro, solo mi papá está en México, pero tengo mucha gente en Venado para ir a visitar, porque hace mucho que no los veo”.