Mauro Soldevila: el venadense sub 35 que asume como decano en una facultad de la UNR
Con apenas 34 años, el ingeniero Mauro Soldevila, asumirá uno de los desafíos más importantes en su corta e intensa vida académica. Será decano en el período 2023-2027 y la máxima autoridad de la Facultad de Ciencias Exactas, Ingeniería y Agrimensura, de la Universidad Nacional de Rosario. El oriundo de Venado Tuerto, que hasta hace poco fue secretario académico de esa casa de altos estudios, estará acompañado por Yolanda Galassi, actual directora de la Escuela de Ingeniería Civil.
“Representa un gran orgullo y me honra mucho. Lo vivo con mucha responsabilidad y alegría. Llegar a este logro, siendo primer generación de universitario en la familia, hace que la alegría sea compartida, porque hicieron muchos esfuerzos al momento de bancarme en mi época de estudiante”, contó en diálogo con Sur24.
Soldevila, llegó a la facultad en 2007 luego de haber terminado la secundaria en “El Industrial” y se graduó de ingeniero electrónico en abril del 2015. “Me acerqué a la militancia a través de un compañero de cursada, en el 2009 porque presentaba una clara motivación por participar en las discusiones que se estaban dando en ese momento en la facultad. Puntualmente la discusión con la cual me incorporé a la participación fue el momento en que se estaba discutiendo la implementación de la práctica profesional supervisada (es decir una pasantía obligatoria al finalizar la carrera) con la cual yo estaba de acuerdo”, rememoró.
Desde el 2009 nunca dejó de participar políticamente. Primero en la Agrupación 15 de Junio (MNR) y luego en el Partido Socialista. Desde el 2010 fue consejero directivo en la FCEIA, y en el 2014 Consejero Superior de la UNR.
“Soy un convencido de que la participación estudiantil es sumamente importante para transformar la realidad, no solo porque permite que la opinión de los estudiantes esté presente en las escuelas o las universidades, sino que también forma políticamente a los jóvenes que más adelante lideran organizaciones y empresas”, remarcó.
Como estudiante, participó de proyectos y movidas que impulsaban la creación de comedores universitarios. En ese momento la universidad no tenía ninguno. Hoy cuenta con 7 producto de decisiones políticas que se adoptaron y del movimiento estudiantil que nunca dejó de reclamar.
“Participé como estudiante en la discusión del cambio del plan de estudios de las 6 ingenierías e impulsamos proyectos como encuestas estudiantiles o que los estudiantes puedan elegir con qué docente cursar en las materias que tienen más de una comisión. Antes te inscribías y no sabías quien era el docente. Algunos de esos proyectos, recién se implementaron muchos años después, cuando me involucré en la gestión”, amplió.
El ingeniero, explicó que, para llegar a decano de la facultad, hay que ser docente (en esa casa de estudios) y lo debe elegir el Consejo Directivo, formado por 10 consejeros directivos docentes, ocho estudiantes, un graduado y un no docente. “En mi caso, antes de recibirme estaba trabajando en una siderurgia de la zona, dejé ese trabajo para empezar a dictar clases en el Politécnico, la escuela técnica dependiente de la UNR, y luego también me sumé como docente en la facultad. Tengo una fuerte vocación docente, disfruto mucho de dar clases, tanto en la universidad como en el nivel medio, actividad que dejé hace unos años por temas de horarios”, señaló.
En el 2015, fue invitado a formar parte de la gestión de la facultad como subsecretario académico y en el 2019 pasó a ser el secretario académico. Más allá de ese recorrido académico y profesional, es consciente que todo arrancó con su participación estudiantil, cuando se comprometió y abrazó la “defensa de la educación pública” y conoció que incluso como estudiante, “puedo involucrarme con cambiar la realidad, lo que posibilita el cogobierno universitario”.
El desafío por delante
En cuanto al proyecto y el plan de trabajo para estos 4 años, fue contundente: “Nuestro compromiso es con aquellos valores y acciones que consolidan una cultura institucional basada en el respeto, la inclusión, la igualdad de oportunidades y la promoción de derechos. Represento la continuidad de un equipo de trabajo que desde hace décadas viene conduciendo la facultad y nuestra idea es continuar en la línea de fortalecer una institución dinámica, activa, comprometida con la sociedad, sensible y predispuesta a generar los cambios necesarios, a la altura de los desafíos que se presentan en los tiempos actuales”.
Líneas de acción
“Año a año cientos de estudiantes llegan a nuestras puertas con la profunda ilusión de estudiar nuestras carreras, y cada uno viene con su historia, su capital cultural, de orígenes y realidades distintas. Nosotros les ofrecemos a todos los mismos recorridos académicos. Es nuestro trabajo entender quiénes son los que necesitan más acompañamiento, quienes son los que necesitan de nuestra mayor energía y ofrecerles herramientas que les permitan insertarse académicamente en nuestras carreras”, aseveró.
“De igual manera, tenemos que desarrollar dispositivos para los estudiantes que adeudando muy pocas asignaturas abandonan las carreras, producto de la realidad social y económica y la gran demanda laboral que existe en nuestros rubros. Pero hay que consolidar un plan que acerque a esas casi Ingenieras, casi licenciados o casi profesoras a que terminen sus carreras. Ya tenemos experiencias en algunas carreras que dieron muy buenos resultados”, apuntó.
Soldevila, manifestó que “tenemos el desafío de transformar loa espacios físicos de nuestros 7 edificios para los nuevos requisitos del ejercicio de la docencia, de la investigación y extensión” y que se “trata de generar los entornos y las condiciones para que la comunidad se apropie de los espacios de la institución, y a partir de eso, vivan con compromiso y pasión la responsabilidad de ser universitarios”.
Puertas adentro
“La Facultad es muy amplia, tiene 11 carreras de grado, 1 de pregrado, 5 doctorados y 5 maestrías, y otras múltiples ofertas de posgrado, por tanto, las propuestas son amplias y abarcan un sinnúmero de temas”, detalló.
En cuanto a su rol como decano, contó: “Va a ser el de coordinar todas las actividades de la facultad, para lo cual uno se apoya en un gran equipo conformado principalmente por docentes de la casa. En una institución tan grande, con 1000 docentes, 5000 estudiantes de grado y 150 no docentes. Se requiere coordinar, conocer mucho la institución y dialogar con la gente, que siempre tienen iniciativas y uno debe facilitar todo lo posible para que las cosas sucedan”.
Sobre la relación con los estudiantes, adelantó que se va a relacionar a través de sus representantes, ya sea el Centro de Estudiantes, como los consejeros directivos estudiantiles. “Igualmente, también me voy a seguir relacionando en mis clases, porque no voy a dejar esa actividad que verdaderamente la disfruto mucho”, añadió.
Asimismo, valoró que “nosotros hacemos muchas actividades de difusión de nuestras carreras, tanto en modalidad virtual, como con cursos de nivelación y encuentros” donde “presentamos en muestras y en la propia facultad de qué se trata estudiar en nuestra institución”.
“Todos los años recibimos muchos estudiantes del sur de la provincia, que, como yo, vinimos a Rosario a buscar carreras como licenciatura en Física, Matemáticas o Computación; Ingeniería Mecánica, Eléctrica, Electrónica, Industrial o Agrimensura, que no se ofrecen en Venado o la Zona”, aclaró en cuanto a su vinculación con el departamento General López.
Por otra parte, destacó su amistad con el intendente venadense, Leonel Chiarella, a quien conoce desde el Centro de Estudiante del Industrial, donde participaron juntos y desde allí forjaron una fuerte amistad. Esto implicó luego que la Municipalidad de Venado Tuerto y la facultad hayan trabajado temas de movilidad y de sustentabilidad, “y como institución siempre estamos predispuestos a colocar todo el conocimiento y experiencia que tienen nuestros equipos de docentes e investigadores al servicio de la comunidad”.
Finalmente, reconoció que se “avecinan tiempos difíciles por todo lo que está viviendo el país” y que pese a eso le dan aliento porque “vale la pena hacer los esfuerzos por aportar desde la educación pública a la transformación de la sociedad”.