(Por Néstor Fenoglio) – El hughense (del sur-sur como dicen en el departamento General López) Maximiliano Pullaro fue el gran ganador de estas Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (Paso) santafesinas, pues no sólo venció contundentemente a su principal rival de la interna, Carolina Losada; no sólo fue el candidato individualmente más votado de toda la provincia, sino que también despejó con autoridad y suficiencia (el incuestionable poder que dan los votos) su camino hacia la gobernación.
Maximiliano Pullaro y el profundo deseo de gobernar
A la hora de intentar explicar las razones por las cuales, aun tratándose de unas primarias que requieren ratificación en las generales (que son las que definen los cargos, finalmente), un precandidato se transforma en candidato de verdad, y teniendo “el diario del lunes”, son varios los factores que confluyen.
Uno de ellos es el armado temprano de equipos y propuestas. Mientras otros candidatos, tanto en la oposición como en el oficialismo alargaron su decisión de participar en la disputa grande, Pullaro fue el primero en definir su candidatura allá lejos y hace tiempo. Lewandowski, por ejemplo, ahora su principal contendiente para llegar a la Casa Gris confirmó su candidatura sobre el cierre mismo de las listas; la propia Losada se decidió también un puñado de días antes.
Y decimos intencionalmente candidatura (técnicamente, recién ahora lo es) y no “pre”, porque Pullaro puso tal énfasis en comportarse siempre como candidato y estableció con igual fuerza un único derrotero del que nunca se apartó: hacia la gobernación, sin distracciones. Pullaro fue candidato a gobernador mucho antes que cualquiera.
Eso permitió también que recorriera mucho más el territorio que cualquiera de sus adversarios políticos. Cuando Lewandowski o Losada dieron una vuelta a la provincia dialogando y ofreciendo sus posiciones, Pullaro ya había dado cinco vueltas. Ello le permitió hacer un rastrillaje “fino”, mucho más direccionado y específico, tejiendo alianzas y apoyándose -antes, insistimos- en la estructura territorial profunda del radicalismo.
La irrupción en la interna de Carolina Losada, con su temida y ya demostrada capacidad de atraer votos, puso algún suspenso, provocó algún titubeo, obligó a alguna contestación de corto plazo, alineó dirigentes de peso de un lado y del otro… Pero, rápidamente, Pullaro se enfocó nuevamente en su objetivo de ahora mediato plazo: la gobernación y nada más que la gobernación. Otro acierto de él, de sus asesores, de su equipo. Concentrarse en el objetivo, insistir en “su” agenda y no en la que le proponían los otros.
Se sabe: las Paso son una fotografía, una enorme encuesta en tiempo real sobre dónde está parado cada uno.
Esta fotografía, este resultado, generan modificaciones, ratificaciones, establecen ritmos, intensidades, perfilan o reperfilan campañas. La verdadera elección, lo dijo el gobernador de la provincia, Omar Perotti, comienza ahora y es literal, abrumadoramente cierto.
El oficialismo deberá mejorar fuertemente su performance si quiere tener chances de conservar el poder. ¿Puede hacerlo? Desde luego que sí. Muchas veces las generales modifican lo que pasó en las primarias. Pero se hace evidente que el justicialismo debe definir e intensificar su estrategia y su campaña. Y en este aspecto, también Pullaro tiene, si se quiere, una pequeña ventaja: desandará estos dos meses hasta el 10 de septiembre, sin ningún liderazgo que le haga sombra o con quien deba discutir pergaminos. Mientras que Lewandowski tiene al propio Omar Perotti como referente del oficialismo. Pullaro va por el camino del medio; Lewandowski, viendo cómo compartir sin tropiezos el tranco del líder del espacio, que no es él, sino el gobernador…
Y aquí llegamos al punto, un inefable: el deseo, las ganas. Pullaro desea ser gobernador, quiere ser gobernador. Si alguien quiere convencer, debe primero convencer y transmitir esas ganas a todos: a su entorno, a su equipo, a su partido, a sus adversarios, y finalmente ir ampliando esos círculos hacia el votante, hacia el santafesino. El deseo y las ganas, no sólo el marketing del deseo y de las ganas. Eso vino demostrando hasta aquí Maximiliano Pullaro, el gran ganador de las Paso en la provincia de Santa Fe