Mayo fue el mes más sangriento en Rosario desde que se llevan registros
(Por Carlos Retamal) – El quinto mes del año 2023 cerró con números alarmantes. La inseguridad no deja de crecer en el departamento más poblado de la provincia. Se anuncian cambios, se presentan patrulleros, de habla de mayor presencia policial en la calle, pero nada parece poder ponerle freno a los tiratiros y sicarios, que siguen tiñendo calles y veredas de rojizo sangre.
El departamento Rosario y su ciudad más importante siguen en el centro de la escena nacional no por su gran desarrollo económico, que se ve reflejado en las torres de departamentos que se siguen construyendo y los barrios, muchos de ellos cerrados, que se abren en distintos lugares. La mirada está puesta por la ola interminable de hechos violentos, que se cobran vidas todos los días, en cualquier lugar, y a toda hora.
Mayo cerró con 31 homicidios, uno por día. Las estadísticas indican que los números superan en más de un 35% los de idéntico mes del año pasado, cuando se contabilizaron 23 crímenes. Hasta ayer, había sido mayo de 2021 el de mayor cantidad de crímenes, con un total de 24 homicidios en el departamento (23 en Rosario y 1 en Villa Gobernador Gálvez).
De esa cifra que da miedo, se desprende que 3 fueron adolescentes de entre 14 y 15 años, que fueron acribillados a tiros en menos de 76 horas en barrio La Cerámica y que 5 fueron mujeres. Además, 29 de ellos fueron asesinados tras recibir varios disparos de arma de fuego, uno luego de ser apuñalado y sobre el restante no se dieron detalles, ya que fue hallado envuelto en una bolsa de arpillera de las que se usan para transportar arena, en avanzado estado de descomposición.
Empalme Graneros
El primero y el último de los crímenes tuvo como escenario una calle del amplio barrio ubicado en el distrito Noroeste, que desde hace meses tiene un refuerzo de patrullaje a cargo de personal de Gendarmería, aunque en las últimas horas vecinos de distintas zonas señalaron que ya no se ven los móviles y uniformados de color verde.
La primera víctima fue Kevin Villalba, un hombre de 32 años que fue atacado a tiros poco antes de las 22 del martes 2, cuando iba caminando por calle Gorriti al 5800 (casi esquina Solís). Los atacantes fueron al menos dos personas que aparecieron en una moto y que directamente le dispararon.
Vecinos de la zona lo cargaron en un auto y lo llevaron hasta el hospital Provincial del Centenario, donde ingresó en el área de cuidados intensivos y falleció a los pocos minutos, como consecuencia de heridas de arma de fuego en la zona del tórax, brazos y piernas.
Mientras que el último ocurrió cerca de las 17:30 del miércoles 31 y fue parte de un violento episodio protagonizado por sicarios que pasaron a los tiros por calle Cullen, en otro extremo del barrio, y mataron a tiros a un joven de 23 años e hirieron a dos chicas.
A esa hora, entre el 1200 bis y el 1500 bis de calle Cullen, al menos dos personas en moto pasaron y efectuaron múltiples disparos de arma de fuego. Algunos plomos impactaron en los frentes de viviendas, mientras que otros tres alcanzaron a tres jóvenes de entre 28 y 15 años.
Vecinos que salieron de sus casas luego de los tiros, no dudaron en cargar a las personas heridas en autos y trasladarlas hasta el hospital Alberdi, ubicado unas 20 cuadras al este.
Alejandra C., de 25 años, ingresó con una herida de arma de fuego en la pierna derecha; Celeste P. de 15., con una herida en el abdomen y Gustavo Ramón Villalba Sosa, de 23 años, con impactos en el tórax y el cráneo. El joven llegó sin signos vitales y pese a las tareas de reanimación cardiopulmonar, falleció, cerrando un mes marcado por la muerte y dejándolo en el pedestal como el mayo con mayor cantidad de crímenes desde que se lleva registro.
La Cerámica
En otro de los barrios ubicados en el distrito Norte: La Cerámica, entre el miércoles 10 y el sábado 13 de mayo, se registraron cuatro asesinados y tres de ellos tuvieron como víctimas a adolescentes de entre 14 y 15 años.
La saga en ese barrio comenzó cerca de las 3:30 AM de ese miércoles en inmediaciones de Medrano y Siripo, cuando Jeremías Natanael López, de 15 años, fue atacado a tiros cuando iba rumbo a su casa, ubicada a unas pocas cuadras. Como tantas otras veces, fue llevado en un auto hasta un hospital, en este caso el Alberdi, ya que la ambulancia no llegaba. El joven fue estabilizado y luego trasladado hasta el hospital de emergencias Clemente Álvarez, donde llegó sin signos vitales y pese a las tareas de resucitación cardio pulmonar, falleció.
Fuentes del caso señalaron que minutos después que el adolescente ingresó en el sector de guardia del primero de los hospitales, familiares mantuvieron un altercado con personal médico, por lo que se pidió la presencia de personal policial.
Archivo/Marcelo Manera.
El segundo se registró cerca de las 23 del jueves 11, en Unión al 2800, a menos de 200 metros de donde mataron a Natanael. En este caso, la víctima fatal fue un hombre de 36 años, identificado como Luis Alberto Gómez, quien fue atacado a tiros por al menos dos personas que se desplazaban en un auto, cuando el hombre estaba en la vereda de su casa.
Una versión señala que antes del fatal desenlace, las personas que iban en el auto intercambiaron algunas palabras con Gómez, mientras que otra señala que los atacantes abrieron fuego sin diálogo previo. Una tercera indica que el hombre estaba tomando una cerveza con al menos dos amigos, sentados en un banco de material, que un vecino construyó en la puerta de su casa y que es de uso público. Lo concreto y certero es que el hombre recibió varios impactos en el tórax y que fue trasladado en grave estado en un auto hasta el hospital Alberdi, donde llegó sin signos vitales y pese a las tareas de resucitación cardio pulmonar, falleció a los pocos minutos, cuando el reloj indicaba que ya era viernes 12.
Las otras dos víctimas fueron Máximo Luján, de 14 años y Maite Gálvez, de 15, que fueron atacadas a tiros en la esquina de Coliqueo y Medrano poco después de las 21 del sábado 13.
Ambos estaban junto a otras personas cuando pasó un auto con varios ocupantes y que al menos uno de ellos comenzó a disparar contra viviendas y quienes estaban en ese momento en la vereda.
Máximo y Maite resultaron heridos, por lo que vecinos y familiares los cargaron en un auto y los llevaron hasta el hospital Alberdi. El varón llegó sin signos vitales y falleció a los pocos minutos. Mientras que la joven quedó en el área de cuidados intensivos, y falleció un rato más tarde.
Para varios residentes de la zona, la seguidilla de muertes estaba relacionada con el presunto robo de 10 o 20 kilos de droga (algunos hablaban de cocaína) a un distribuidor y que por eso iban a matar a al menos una persona por día hasta que aparezca la mercancía. Esa versión derivó en otras e incluso en la difusión de audios de whatsapp que anunciaban balaceras a horas de la noche, algo que hizo desplegar fuerzas policiales en el barrio. Con el correr de los días, las versiones y balaceras mermaron. No se sabe si porque la acción de los tiratiros se mudó de lugar o si era verdad la versión de la droga y ésta apareció.
Villa Gobernador Gálvez
Además de los 25 crímenes registrados en distintos lugares de la ciudad de Rosario, hubo otros 6 cometidos en Villa Gobernador Gálvez, ciudad ubicada al sur, y dividida por avenida Circunvalación y por el arroyo Saladillo. Por uno de los crímenes, registrado cerca del mediodía del domingo 14 en la zona de la plaza A la Madre, ubicada en inmediaciones de Mitre y avenida San Martín, en el centro de Villa Gobernador Gálvez, hay dos policías detenidos.
Se presume que minutos antes de las 12, un hombre cuya identidad no fue suministrada, forcejeó con un policía que cumplía tareas adicionales en dicha zona y que como consecuencia de esa presunta pelea, había sido herido. Cuando llegó personal policial, la persona herida había fallecido. La primera versión indicaba que el hecho se habría producido luego que la persona fallecida forcejeara con un empleado policial, identificado como Félix S., de 38 años. En el marco del forcejeo, y siempre según la versión policial, Félix resultó herido de bala (un roce) en la zona del cráneo.
Otro policía, identificado como Darío Gabriel A., de 39 años, quien en principio se encontraba cumpliendo custodia adicional en la zona, vio la situación e instantes después se produjo un enfrentamiento a tiros. En el intercambio de disparos, el uniformado de 39 años hirió fatalmente al presunto agresor. Por el hecho, la fiscal en turno de la Unidad de Homicidios Dolosos, Carla Cerliani, le atribuyó a los dos policías los delitos de homicidio agravado por «haber sido cometido por personas que abusan de su cargo por ser miembros de las fuerzas de seguridad en calidad» y pidió la prisión preventiva de ambos. Pero la jueza de Primera Instancia, Trinidad Chiabrera, dispuso –como alternativa a la prisión preventiva efectiva– la libertad de Félix S., con obligaciones por el plazo de 90 días; mientras que el otro policía, Darío A., estará detenido al menos hasta el 30 de julio.
Otro hecho de suma violencia en esa ciudad ocurrió en la mañana del jueves 4. Poco antes de las 7:30 se recibió un llamado al 911 indicando que sobre una calle de tierra, señalada por los investigadores como ‘calle S22 y colectora a Dielfe’, estaba el cuerpo de un hombre, tirado y al parecer sin vida. Ante esto, personal del Comando Radioeléctrico de Villa Gobernador Gálvez fue hasta el lugar y constató que no había uno sino dos cuerpos tirados en medio de la angosta calle, que desemboca en la parte trasera de una fábrica de muebles.
En base a una primera inspección a los cuerpos, ambos tenían varios impactos de bala y al menos una herida en la cabeza, a modo de ejecución. En el lugar se hallaron al menos 14 vainas servidas calibre 9 milímetros. Según las primeras estimaciones, se presume que las víctimas fueron asesinadas en ese lugar, que si bien no es de difícil acceso, es de poca circulación. Los fallecidos fueron identificados en el Instituto Médico Legal como Milton Uriel Benavento y Leonardo Isaías Ramírez.
Los otros tres crímenes fueron el miércoles 17, el viernes 19 y el domingo 21. En la primera de las jornadas fue asesinado un joven de 25 años, identificado como Carlos Emanuel Fernández, en la zona de Caseros y Libertad, a pocos metros del arroyo Saladillo, en el noroeste de esa ciudad. Por el crimen fue demorado el conductor del remís que supuestamente llevó a la víctima desde la zona sur de Rosario, donde tenía domicilio, hasta el lugar donde fue asesinado, pero luego de realizar diversas pericias y analizar pruebas, el remisero fue liberado.,
El otro homicidio fue el viernes, en la zona de José Ingenieros y Ecuador, de barrio Costa Esperanza, y la víctima fue identificada como Sergio Daniel Benítez, de 32 años. El hombre fue atacado a tiros cuando estaba por entrar en su vivienda, ubicada casi al fondo de un pasillo. Sergio recibió tres impactos por la espalda, con orificio de entrada y salida, en la zona del tórax, hombro y pierna izquierdos. Ingresó sin signos vitales al hospital Gamen, ubicado unas 25 cuadras al noroeste del lugar del ataque y pese a las tareas de reanimación del personal médico, falleció.
Y el sexto crimen tuvo como víctima a Hugo Orlando Villán, un hombre de 45 años que fue asesinado alrededor de las 19:30 del domingo 21, en inmediaciones de Piazza al 400. Hugo trabajaba de lunes a viernes en un frigorífico de la zona y para juntar algo más de dinero para poder terminar su casa, hacía reparto como cadete de una hamburguesería. Mientras estaba esperando unos paquetes para repartir, fue alcanzado por varios disparos. Los tiros habían salido desde el interior de una camioneta blanca, en la cual iban varias personas.
Villán resultó gravemente herido y fue llevado en un auto hasta el hospital Gamen, donde falleció casi media hora después, como consecuencia de heridas de arma de fuego en distintas partes del cuerpo, entre ellas una en el cráneo.
Los investigadores constataron varios impactos de arma de fuego en el frente del local comercial; al menos uno en la carrocería de una moto de 110 centímetros cúbicos de color roja, con la cual la víctima hacía el reparto y más de una docena de vainas servidas calibre 9 milímetros.
Violencia sin fin
Las estadísticas son elocuentes. Las víctimas siguen en aumento, lo mismo que las familias que en forma periódica se suman a una lista que parece interminable de personas pidiendo justicia. Ya se llevan cometidos 133 homicidios en los primeros 151 días del año en el departamento Rosario (26 en enero; 32 en febrero, 22 en marzo, 22 en abril y 31 en mayo, según datos propios y los que integran el informe del Observatorio de Seguridad Pública del Ministerio de Seguridad santafesino), sosteniendo el promedio de las últimas semanas: un crimen cada 27 horas. A esta misma altura del año pasado se llevaban contabilizados 122 homicidios, 11 menos que en lo que va de 2023.