Médicos que quieren dejar de ser médicos, pero en Rosario
Por Ignacio Pellizzón
Hace varios años ya que va en ascenso el aumento de médicos y médicas que se van del país buscando un mejor pasar en su profesión. En Rosario, la situación no escapa a la media nacional, pero en este caso se agrava a raíz de la cantidad de profesionales que están cancelando sus matrículas, ya sea para migrar o para dedicarse a otra cosa.
El vicepresidente del Colegio de Médicos Segunda Circunscripción, el venadense Juan Antonio Segarra, contó que el tema que les “preocupa” es la “cancelación de matrículas” que viene sufriendo la institución.
“En general, este tipo de trámites lo realizan las personas que buscan irse al extranjero”. Sin embargo, en base al relevamiento que realizan desde el Colegio, las cifras son preocupantes: “En el último año ya van 46 cancelaciones de matrículas, mientras que en 2022 fueron 120 y, como certificado de ética para revalidar el título, casi 300”.
Nuevos rumbos
Según entiende Segarra “las personas jóvenes, sobre todo, están buscando nuevos rumbos, ya sea con o sin especialidades”. Con relación a las causas, el vicepresidente señala que “el motivo tiene que ver con un deterioro del salario médico, de las condiciones de trabajo, del futuro del país”.
Estas razones son las principales quejas de todo el servicio médico, no sólo de los profesionales. Los altos índices de inflación sumado a sueldos bajos, generan que las posibilidades laborales que se abren en el exterior se conviertan en opciones sumamente atractivas. No obstante, esto expone la crisis sanitaria que atraviesa la región.
Por ejemplo, hace diez días la ministra de Salud, Sonia Martorano, anunció que podrá disponer la reubicación y el traslado de profesionales universitarios en Pediatría y Neonatología junto con enfermeras, porque la situación es “crítica”.
“Hay una saturación de los sistemas de salud público y privado, producto de la creciente circulación de virosis respiratorias y bronquioloalviolitis”, explicó en el comunicado que informaba la publicación del decreto provincial. Esto denota la falta de profesionales que hay en las especialidades.
Caso testigo
Segarra contó un caso que lo alertó: “Esta semana recibimos en el Colegio la matrícula de una médica de 20 años de experiencia, que, pese a que lamenta la situación, no quiere llevarse más estrés a su casa ni lidiar con el salario paupérrimo que recibe como profesional y que por eso renunciaba de la matrícula para dedicarse a otra cosa”.
“Esto es un poco lo que está pasando”, afirmó el dirigente, y agregó: “También esta semana se rindieron los exámenes para las residencias y cada vez son menos los postulantes. Hay plazas descubiertas. Hay una caída de la profesión en general”. En este aspecto, la ministra de Salud, Sonia Martorano, admitió que los 700 anotados que este miércoles rindieron los exámenes unificados de residencias médicas “son un buen número”, pero reconoció que la cifra “es menor que otros años y viene descendiendo”.
Es que -según Segarra- “las consultas médicas solían ser de 11 dólares y hoy están en 3 dólares. Es muy bajo y pobre el salario. Esto desencadena la falta de coberturas de guardias, para cubrir cargos en localidades, sin anestesistas, pediatras, entre otras”.
El vicepresidente del Colegio de Médicos destaca que la mayoría de los médicos que desisten de ejercer en esta región son los que atienden en guardias. Resulta que los hospitales están superpoblados de la cantidad de pacientes por día, y ante las largas esperas que puede haber, surgen los maltratos al personal, que se suma a las condiciones laborales de bajos sueldos y cantidad de horas.