Melincué: el pasado enterrado en la isla
[vc_row][vc_column][vc_column_text]La cabecera del departamento General López, sigue siendo una fuente inacabable de recuerdos, tesoros y patrimonio. Con el el viejo hotel en el centro de la escena, Melincué vuelve a sorprender y ahora lo hace con testimonios vivientes de la época más brillante en el sur provincial.
Desde hace unos días, los vecinos de la localidad y la región, comenzaron a tomar nota a través de las redes sociales de los hallazgos que realizó un vecino de la ciudad de Firmat, el señor Andrés Bolasini y que van a formar parte de la exclusiva muestra existente en el Museo Histórico Regional “Francisco del Prado”. Se trata de un lote de botellas, frascos y tinteros encontrados enterrados en la isla de la Laguna.
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Según explicaron autoridades del museo, puede ser que a simple vista, “solo sean objetos de vidrio”, pero cada uno conlleva “una historia escondida” de alguien del pasado que estuvo allí. Entre los objetos que Bolasini donó al pueblo de Melincué, se encuentran frascos de medicina de boticario, licores y tinteros, además de piezas de porcelana y loza con sellos de Inglaterra, Bélgica y Francia.
“Esto nos transporta a esa época dorada, en donde no existían las cajas de medicamentos sino los preparados medicinales de algún boticario conocido. Tampoco existían las biromes para escribir una carta , sino tinta en tinteros traídas desde Inglaterra, en reemplazo de los actuales mensajes de texto”, detallaron.
Aseguran, que estas piezas datan de más de un siglo de historia “enterrados en la arena de una isla que supo ser el centro de los sueños y la alegría”. “Melincué tiene en sus entrañas, un tesoro de historias que merecen ser contadas”, valoraron.
La mayoría de las piezas están selladas, lo cual indica que fueron parte de la lujosa vajilla con que contaba el hotel en sus comienzos y que era frecuentado por la élite de la época. “La laguna y el tiempo devoró el pasado glorioso enterrando su esplendor, cuando Melincué fue el primer lugar turístico de Santa Fe y cita obligada de los terratenientes que tenían sus estancias en nuestro rico sur santafesino”, agregaron
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