Panorama sanitario
Mientras buscan eliminar el sida, crecen otras enfermedades de transmisión sexual
El especialista Miguel Pedrola valorizó los avances en prevención y tratamiento del VIH, pero admitió la dificultad para desarrollar vacunas eficientes. También advirtió sobre el fuerte crecimiento de las enfermedades de transmisión sexual. Sobre la viruela del mono, consideró que es una consecuencia más de políticas sanitarias erróneas, que desatienden la relación de los seres humanos con el medio ambiente.
El médico venadense Miguel Ángel Pedrola, quien se desempeña desde hace 12 años como director científico para Latinoamérica y el Caribe en AIDS Healthcare Foundation, dialogó con Sur24 sobre la actualidad del sida y las enfermedades de transmisión sexual en general, que, según la Organización Mundial de la Salud, aumentaron su incidencia en América latina un 30% en los últimos años.
El especialista en prevención y tratamiento de VIH participó en julio último de la 25° Conferencia Internacional sobre el Sida, en Munich (Alemania), donde se ratificó el objetivo de lograr, en 2030, la erradicación de la epidemia, “algo que, si bien es factible, se complica ante la falta de compromiso de los principales líderes políticos a nivel mundial”, criticó.
Si bien ya hay antecedentes de cura definitiva de la enfermedad, el exjefe de Salud de la Municipalidad de Venado Tuerto destacó que “hay numerosos casos de cura funcional, es decir, pacientes que viven con VIH, sin tratamiento y con absoluta normalidad”. A la vez, subrayó la conveniencia de seguir invirtiendo en el desarrollo de vacunas preventivas, más allá de las dificultades en función de la “alta mutación” del virus.
Respecto del escenario nacional, detalló: “Hoy tenemos 5.500 nuevos diagnósticos por año de infección por VIH, y es así desde hace más de 10 años; además, unas 1.500 personas fallecen de sida anualmente desde hace más de una década”, dimensionó Pedrola, quien acotó que son cifras “muy altas” para un país que cuenta con medicación gratuita para esta patología.
En busca de respuestas, esbozó que “hay fallas en el acceso al sistema de salud y en las campañas de prevención” y añadió: “Otro aspecto clave es que la problemática del VIH Sida no es netamente médica, sino que es una problemática social, y entonces, si no abordamos el conjunto de los problemas sociales y sólo nos focalizamos en el tema médico, empezamos a tener estos problemas”.
“En VIH, el estigma y la discriminación matan mucho más que el virus, porque hoy tenemos posibilidades médicas de manejo de pacientes, a los cuales aseguramos una muy buena calidad de vida, y que la persona no transmita más el VIH, pero igualmente 1.500 personas por año mueren de sida”, remarcó.
ITS en conjunto
El docente e investigador sostuvo que “hoy estamos apuntando hacia las infecciones de transmisión sexual (ITS) y no sólo al VIH” y sumó que “cuando nos focalizamos en el VIH, llegamos a diagnósticos tardíos del propio VIH a raíz de una segmentación errónea, pues quienes tenían ITS iban una guardia y el paciente con VIH terminaba en el infectólogo”.
Tras ilustrar que las ITS más recurrentes son sífilis, gonorrea, clamidia, tricomoniasis y HPV, entre otras, describió que “hoy el planteo es el inverso: tomar el VIH como otra ITS y abordar todas de igual manera, porque descubrimos, por ejemplo, que el 40% de las personas que llegaban al diagnóstico de VIH ya habían padecido sífilis, es decir que no se había actuado correctamente en instancias más tempranas”. “En las enfermedades de transmisión sexual sabemos que hay un subregistro importante en nuestro país, pero tomamos como referencia el incremento del 30% que divulgó la OMS, incluyendo chicos que nacen con sífilis”, enfatizó.
“Esta reaparición de enfermedades de transmisión sexual que se creían erradicadas, obedece a diversos factores: por ejemplo, un preservativo cuesta 2 mil pesos y no hay muchos que puedan gastar esa suma, y, por otro lado, cuántos preservativos compró el Gobierno nacional hasta ahora… cero. En una época se compraban 80 millones, después se redujo y hoy no se invierte nada en incentivar esa protección. Ahora -agregó- veo que el gobierno de Santa Fe hizo una inversión, pero sucede que compran las provincias ricas y las provincias pobres no lo hacen, y todos vivimos en el mismo país y las infecciones no respetan límites geográficos”, analizó el especialista, disgustado con el debilitamiento de los programas de prevención.
La viruela del mono
Sobre la Viruela M o mPox, más conocida como viruela del mono, con una veintena de contagios de la infección viral y una primera víctima fatal en nuestro país, el experto comentó que luego de algunos brotes endémicos en distintas regiones de África, la enfermedad se fue extendiendo y dio motivos para el lanzamiento de una alerta de la Organización Mundial de la Salud (OMS). En tal sentido, observó que “hay muchas infecciones de transmisión sexual que son asintomáticas y la sífilis, por ejemplo, puede llevar a la transmisión materno-infantil, es decir, bebés que nazcan muertos o con malformaciones, o a la esterilidad femenina. También, en el caso de la gonorrea, la bacteria adquirió mayor resistencia en algunos países, y si eso persiste no tendremos ningún antibiótico que pueda combatirla”.
En la misma línea, advirtió sobre el abuso de los antibióticos, tanto los consumidos en forma directa como indirecta, por ejemplo, a través de la ingesta de pollos a los que se suministran esas mismas drogas para asegurar, a través de su buena salud, una óptima renta económica. Con estos procedimientos, “esas bacterias, que son las mismas que atacan a los humanos, se vuelven más resistentes”, razonó. Y sintetizó: “Hoy vivimos en un mundo en el cual todos nos relacionamos, las últimas epidemias tienen que ver con nuestro vínculo con el medio ambiente, como la gripe porcina, la gripe aviar, el murciélago del Covid-19, la viruela del simio; entonces, si no empezamos a mirar a la salud en su integralidad, contemplando el medio ambiente, vamos a tener problemas. No sabemos cuál será la futura pandemia, que puede ser la viruela M o cualquier otra, pero seguro que habrá otra, porque no hemos cambiado nada en nuestra relación con el medio ambiente”.
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Más adelante, sobre el tema vacunas, Miguel Pedrola recordó que “en la pandemia de Covid-19, el 100% de los países desarrollados tenían vacunas y todo lo contrario sucedía con el resto del mundo; ahora, con la viruela M, ya se desarrolló una vacuna específica en un laboratorio de Dinamarca y sólo la están adquiriendo los países desarrollados para inocular sin costo a la población”. Y sumó en su análisis al dengue, también relacionada con el mundo animal, que “tiene un pico cada tres años y, en consecuencia, no hay que perder de vista que en estos eventos la salud pública adquiere un rol clave en cualquier población, incluso para evitar o aliviar catástrofes económicas, como lo mostró el Covid-19. Yo creí que con la última pandemia lo habíamos entendido, pero volvimos a lo de antes, con médicos y enfermeros mal pagos, y con escasez de recursos en todos lados”, reprochó.
Los primeros pasos
“Me recibí de médico en 1996 en la Universidad Nacional de Rosario y cursé la especialidad de Medicina Interna en el Hospital Eva Perón de Rosario”, contó Pedrola, y recordó que el VIH aún “era una novedad en el país” y “a los primeros pacientes que iban al hospital no los quería ver nadie, pero yo, que recién comenzaba mi residencia, los atendía, y es así cómo me dediqué a la especialidad y con el correr del tiempo profundicé en VIH. Hasta que decidí presentar un trabajo científico sobre esas experiencias en un congreso mundial y me invitaron a concurrir al mismo. A partir de entonces continué trabajando en diversas líneas de investigación y participando en diferentes encuentros internacionales”.
Gracias a sus antecedentes, Pedrola fue convocado 12 años atrás para liderar el área científica de la ONG AIDS Healthcare Foundation, la más importante a nivel mundial en VIH y otras problemáticas de salud pública. Además de concurrir a los congresos internacionales de la especialidad, el médico venadense coordina la educación continua de profesionales de más de 400 clínicas de Latinoamérica y Caribe, abarcando México, Guatemala, El Salvador, Panamá, Colombia, Perú, Chile, Brasil y Argentina, con próximas aperturas en Cuba y Venezuela, mientras que en el Caribe cuentan con sedes en Jamaica, Trinidad Tobago y República Dominicana.