Paro nacional
Milei monitorea la marcha de la CGT desde Olivos y recibirá a Patricia Bullrich por la tarde
Mientras se realiza la manifestación frente al Congreso, el Presidente mantiene intacto su cronograma semanal, que incluye quedarse en la residencia oficial los miércoles.
Después del triunfo a medias que logró Javier Milei en el Congreso, con el dictamen con disidencias para la modificada ley Ómnibus, el Presidente monitorea el paro de la CGT desde Olivos, y recibirá a la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich para informarse sobre el desarrollo del protocolo antipiquetes en la manifestación contra el Gobierno. El encuentro será otra muestra de sintonía entre el Presidente y su ministra de perfil más alto, que hizo tres apariciones públicas en las últimas 24 horas destinadas a chocar con los gremios y los partidos que acompañan la medida de fuerza que el vocero presidencial, Manuel Adorni, consideró esta mañana “una marcha política”.
Esta vez, Milei no acompañó a su ministra en el comando unificado como en la primera marcha piquetera, el 20 de diciembre, pero la recibirá en las primeras horas de la tarde en la residencia presidencial, donde se queda los días que no hay reunión de Gabinete. El primer mandatario mantuvo intacta su agenda habitual, que incluye la continuidad de las negociaciones con la oposición para sumar apoyos para la ley “Bases”, en una muestra de relativa indiferencia frente a la masiva medida.
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“Esto nos sirve más a nosotros que a los gremios. Son un digno rival, con muy mala imagen, y salen a 45 días de la toma de mando. Y la marcha se politizó mucho, con Axel (Kicillof) ahí. Nos dan una mano con esto”, dijeron en la Casa Rosada poco antes del discurso de los líderes cegetista.
La estrategia política del Gobierno frente a la huelga y la manifestación no es sólo defensiva, sino de planificada confrontación. Milei decidió usar el paro para reforzar el mensaje de la campaña que sostiene en la gestión, que divide conceptualmente al país está entre aquellos que quieren “continuar en la decadencia”, y los “argentinos de bien”, es decir, todos aquellos que apoyan el DNU de desregulación de la economía, la reforma laboral, y la extensa y polémica ley Ómnibus.