El mundo entero despide al Papa
Miles de fieles dan el último adiós a Francisco en San Pedro
Hombres, mujeres y niños se congregan para orar por el Sumo Pontífice. Mientras tanto, se conocen gestos y escritos no difundidos cuyo protagonista fue Bergoglio.
El cuerpo del papa Francisco fue trasladado este miércoles desde la capilla de la residencia Casa Santa Marta a la basílica de San Pedro durante una procesión que fue seguida por un servicio dirigido por el camarlengo Kevin Joseph Farrell, el cardenal encargado de hacer los arreglos para el funeral y para el cónclave en las próximas semanas.
Miles de personas llegaron a la mítica plaza para dar el último adiós al sacerdote argentino.
Largas filas dentro y fuera de las paredes del Vaticano se formaron desde tempranas horas de este miércoles en Roma.
Mientras tanto, se espera la llegada de líderes y presidentes del mundo, Javier Milei incluido, para el funeral del sábado.
Gestos
Francisco dejó gestos imborrables en sus horas finales. Uno de los más íntimos y conmovedores fue el que tuvo con su enfermero personal, Massimiliano Strappetti, quien lo asistió durante los momentos más duros de su enfermedad. “Gracias por haberme traído de nuevo a la Plaza”, le dijo Francisco el domingo tras saludar a los fieles desde el papamóvil, en lo que fue su última aparición pública.
El día anterior, sábado, ambos habían recorrido juntos la Basílica de San Pedro para repasar el camino que haría en Pascua. “¿Creés que podré hacerlo?”, le preguntó el Papa con un dejo de duda. Strappetti lo tranquilizó.
Ese sábado también realizó su última llamada telefónica: fue a Gaza. “Nos llamó mientras preparábamos la Vigilia de Pascua. Expresó su cercanía, su oración, su bendición”, contó el sacerdote argentino Gabriel Romanelli, párroco en Gaza. En la conversación también estuvieron presentes el padre Yúsuf y la hermana María. Fue la última vez que lo escucharon.
“El Papa era, para nosotros, un feligrés. Ahora somos 50, porque 49 cristianos han muerto durante la guerra, 20 de ellos de forma violenta”, lamentó Romanelli.
Estos gestos se suman a otros dos legados póstumos de Jorge Bergoglio: una carta sobre Siria en la que pidió no perder la esperanza, y el prefacio de un libro donde reflexionó sobre la vejez y la muerte, asegurando que “la muerte no es el final, sino un nuevo comienzo”.
Francisco murió este lunes a los 88 años, tras más de una década de pontificado. Se fue en silencio, agradeciendo, consolando y con la serenidad de su fe.
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La muerte
“La muerte no es el fin de todo, sino el comienzo de algo. Es un nuevo inicio”, escribió el papa Francisco en un texto inédito que se conocerá públicamente este jueves, tres días después de su fallecimiento. Se trata del prólogo del libro “En espera de un nuevo comienzo. Reflexiones sobre la vejez” del cardenal Angelo Scola, arzobispo emérito de Milán.
La reflexión, fechada el 7 de febrero, cobra un sentido conmovedor y profético a la luz de su reciente partida. “La vida eterna, que quienes aman ya experimentan en la tierra en las ocupaciones cotidianas, es el comienzo de algo que no terminará”, escribió el pontífice argentino, que falleció a los 88 años.
Francisco también hizo referencia a la vejez con palabras profundas: “No debemos tener miedo a la vejez. Decir ‘viejo’ no significa ‘ser desechado’... Decir viejo, en cambio, significa decir experiencia, sabiduría, conocimiento, discernimiento, reflexión, escucha, lentitud… ¡Valores que necesitamos desesperadamente!”.
En su último mensaje escrito, el Papa invitó a vivir esta etapa “como una gracia, y no con resentimiento”. Y cerró:
“Incluso la vejez se convierte en una edad de vida si acogemos con gratitud el tiempo en que disminuyen las fuerzas y aumentan los signos del cansancio”.
El texto será publicado oficialmente el próximo 24 de abril por los medios italianos, pero ya fue adelantado en parte por agencias vaticanas tras la muerte del pontífice.