Monseñor Moon: “Cuando se cree en la resurrección, nuestra vida y estilo de vida cambiará”
El obispo de Venado Tuerto, monseñor Han Lim Moon, compartió su reflexión en torno a la Palabra compartida durante la celebración eucarística del 32° domingo.
El prelado se refirió en esta oportunidad a lo que representa para los cristianos la resurrección y la vida eterna. En ese sentido, reconoció que “todos nosotros tenemos algún ser querido que ha partido de esta vida. Y tenemos el deseo de encontrarlo en forma plena, en estado óptimo. Entonces, nos preguntamos si hay vida eterna más allá de esta vida terrenal”.
Monseñor Moon recordó que Jesús, a lo largo de su vida, no solamente enseñaba que hay resurrección, sino que él mismo se presentaba diciendo: ‘Yo soy la resurrección, el que cree en mí, aunque muera, vivirá y todo el que cree y vive en mí no morirá jamás’.
En esa sintonía, el obispo dijo que “nos preguntamos cómo resucitaremos, y el Evangelio de hoy dice que seremos como los ángeles; no ángeles, sino como los ángeles, porque vamos a tener nuestro cuerpo glorioso, como Jesús resucitado”.
Además, recordó a San Pablo quien, en su primera carta dirigida a los Corintios, explicaba en qué condición vamos a resucitar. “Según San Pablo, nuestro estado de resurrección va a ser inimaginable, supera toda nuestra imaginación. Y no sólo lo supera, sino que colma todos nuestros deseos, con nuestros seres queridos y los ángeles”, agregó.
El obispo de Venado Tuerto reconoció que muchas veces, cuando se habla de la resurrección, “parece que creemos en una cosa abstracta; pero si uno cree en la vida eterna, en el reencuentro con nuestros seres queridos en la casa del Padre, nuestra vida y nuestro estilo de vida cambiará radicalmente”.
“Aquél que piensa que va a terminar en la nada, tendrá un estilo de vida no muy bueno. Pero aquellos que creen en Cristo muerto y resucitado y en la vida eterna, van a tener una vida muy diferente, imitando a Cristo, haciendo el bien todo lo posible y lo imitarán en su totalidad”.
Finalmente, rememoró que el Señor nos ha dicho: “El que coma de este pan vivirá eternamente, el que beba esta sangre, vivirá eternamente”, y “por eso es importante la misa dominical, es el centro y raíz de nuestra vida cristiana”, concluyó.