Monseñor Moon: “El Espíritu Santo recuerda que estamos llamados a reflejar a Dios comunitario”
En la fiesta de la Santísima Trinidad, el obispo de Venado Tuerto, monseñor Han Lim Moon, buscó profundizar sobre la importancia de ese amor trinitario, un amor de un único Dios existente pero que se refleja en la diversidad de tres personas divinas.
Al inicio de su mensaje, se refirió a la difícil realidad de la separación o distanciamiento de las parejas, y “ahí sufrimos todos, primero las parejas, los hijos, los abuelos, todos los que están alrededor”.
“Muchas parejas están en crisis y ante esta realidad dura que padecemos el Señor en esta fiesta de la Santísima Trinidad nos trae una muy buena noticia. En este día celebramos que Dios es uno pero tiene Padre, Hijo y Espíritu Santo. Celebramos la unidad de Dios en la diversidad de las personas divinas”, manifestó.
El prelado venadense profundizó: “No celebramos tres dioses, sino que estamos festejando la unidad en la diversidad por el amor y la comunión que hay en Dios”.
Tras remarcar que quizá es un poco difícil entender el concepto de que “Dios es un Dios comunitario”, entregó el siguiente ejemplo para una mejor comprensión: “Sabemos que Dios nos creó y al crearnos como su imagen y semejanza nosotros llevamos algo parecido en nuestra vida humana y la que refleja mejor esta Santísima Trinidad es una familia. Una familia donde hay papá, mamá e hijos. Todas son personas diferentes, diversas, pero en el amor se hace una sola familia”.
En ese sentido, además, aseguró que el ejemplo por excelencia es la Sagrada Familia. “En nuestra familia, para que sea reflejo de Dios comunitario, se necesita principalmente que podamos reconocer la diferencia de cada persona. Los esposos entre sí y también los hijos. Reconocer la diferencia, valorarlo y aceptarlo. Y también es importantísimo formar una unidad a través del amor de entrega y en esa entrega del uno al otro se forma una comunión y se forma una sola familia”, reflexionó.
En tanto que, además, monseñor Moon se preguntó “cómo podemos vivir esta realidad divina que quiere ser nuestra realidad en nuestra vida cotidiana”, a lo que respondió que es posible hacerlo pudiendo recordar que “todos los que fuimos bautizados ya hemos sido bautizados en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Es decir, estamos sumergidos desde el momento del bautismo en Dios, uno y trino”.
Por otra parte, agregó que “el Espíritu Santo nos hace recordar que estamos llamados, aunque sea imperfectamente en esta tierra, a reflejar la Santísima Trinidad a Dios Comunitario”, y para eso aconsejó a que las parejas, además de hacerlo con sus hijos, también se bendigan mutuamente, “que le diga uno al otro: yo te acepto, te reconozco, te valoro y me entrego a ti”.
“Si uno hiciera todos los días una bendición mutua de la pareja y también al hijo, y el hijo que también tiene la misma dignidad para bendecir a sus padres, entonces estamos reflejando a la Santísima Trinidad, en donde hay un respeto del uno al otro con sus diferencias, un amor de entrega que se une y hacemos una sola familia”, finalizó.+