Nicolle, la chica trans que convirtió sufrimiento en amor y aprendizaje
“Salir del clóset” es una frase que se utiliza popularmente para graficar que una persona decide liberarse y mostrarse como realmente es. Y eso es justamente lo que hizo Nicolle, una joven trans que desde hace casi una década está radicada en Venado Tuerto y accedió a contar su historia, una historia de mucho dolor, pero también de resiliencia y aprendizaje. Hoy, su presente es de felicidad y amor, que hace más llevadera una vida en la que tuvo que afrontar momentos muy difíciles.
Nicolle es todo un personaje de las redes sociales. Con sus ocurrencias y monólogos, va captando cada vez más seguidores, sobre todo en Instagram. Allí muestra su faceta más artística, que inclusive la ha llevado, en algún momento, a tener su propio programa de radio. Nadie se puede imaginar que detrás de esa gran sonrisa se ocultan graves situaciones de abusos y violencia, sobre todo durante su infancia.
“Nací en María Teresa, pero me crié en Christophersen. Soy la segunda de tres hermanas. Mis padres se separaron cuando éramos muy chicas. Viví un tiempo con papá, que abusó de mí de los cuatro a los ocho años, hasta que me fui a vivir con mamá. Sin embargo, la nueva pareja de mi madre también abusó de mí. Así que volvimos con mi padre hasta los 14 o 15 años”, cuenta Nicolle.
Según relata, su padre, además de los abusos y violaciones, ejercía todo tipo de violencia hacia ella y sus hermanas. “Nos gritaba, nos golpeaba y hasta nos enviaba a dormir a un galpón con piso de tierra. Realmente muy triste”, recuerda.
A los 16 años “me fui de mi casa a trabajar de molinero al sur, con un vecino, Jorge. Fue una forma de escapar porque a esa altura ya me habían violado, además de mi padre, cuatro tipos más, entre ellos la entonces pareja de mi madre”.
Después de tres años, Nicolle decide viajar a Junín para trabajar en una estación de servicio, donde estuvo un par de años hasta que un día “mi jefe me trató mal y renuncié”. “Ahí todavía era varón -continúa-, aunque mis actitudes mostraban que era lo que yo quería ser. Hasta que decidí operarme, un deseo que tuve desde siempre, aunque nunca contaba con el dinero para hacerlo”.
Para graficar la dura infancia y adolescencia que atravesó, Nicolle comentó que el primer cumpleaños que celebró fue el de los 24. “En mi vida supe lo que era que te canten el feliz cumpleaños o que te hagan una torta, hasta que mi pareja decidió hacerme un festejo”, expresó. Y añade: “Si mi mamá nos nos hubiera abandonado, no hubiéramos vivido todo esto, al menos es una suposición mía. Pero ella se fue porque mi papá la golpeaba”.
Llegada a Venado
Nicolle conoció a Javier, su actual pareja, con quien lleva una década de noviazgo y decidió radicarse en Venado Tuerto. “Desde que llegué, la ciudad me recibió con los brazos abiertos y rápidamente conseguí trabajo, primero con tareas de limpieza, hasta que fui a pedir trabajo a la Municipalidad, en 2015, comenzando rápidamente en el estacionamiento medido. Un año después empecé en Acción Social y actualmente estoy en Taxis y Remises”, indicó.
“Afortunadamente nunca necesité prostituirme, más allá de que sé que hay chicas que lo tienen que hacer porque no les queda otra opción, porque es la única forma de sobrevivir”, resaltó. Y agregó: “Puede ser por mi carácter, porque soy una buscavida y siempre salí a comerme el mundo, y así logré conseguir trabajo. Es más, yo ingresé a la Municipalidad antes de que existiera el cupo laboral trans”.
Más casos de abuso
En 2019, Nicolle denunció a su padre a partir de un caso de abuso que se había registrado en María Teresa, con una menor de edad que incluso había quedado embarazada. “Radiqué la denuncia en Venado Tuerto, porque en Christophersen no me la quisieron tomar, y el 31 de diciembre de ese año a mi papá lo detienen. Si bien él me juró que era inocente, los rumores en el pueblo decían lo contrario, por ello moví cielo y tierra para que la Justicia investigue”, comentó. En ese marco se enteró de que una allegada a ella también sufrió abusos de su padre “durante el mismo tiempo que yo, manipulándola de la misma manera. Ahí sentí el dolor por ella”, exclamó.
“Lo único que logré con la denuncia es que la menor pueda estar en un espacio acorde, con contención, pero mí papá estuvo preso tan solo 27 días y lo largaron porque pagó una fianza hasta que se desarrollara el juicio. Sin embargo, es muy probable que no vaya a la cárcel por su avanzada edad”, estimó.
Reafirmación de sexo
Hace muy pocos meses, Nicolle se hizo una vaginoplastía de reafirmación de sexo. “Más allá de saber siempre quién era, tenía un complejo por mi genitalidad que lo venía trabajando con el psicólogo. Desde los 14 años que llevo mi vida como mujer y siempre pensé operarme, incluso estudié mucho al respecto, para conocer las diferentes técnicas y si podría lograr el objetivo de tener una vagina funcional”, subraya.
“Yo me hice la cirugía porque la necesitaba, me quitaba el sueño, pero eso no hizo que cambiara mi esencia”, puntualizó.
Un dato significativo es que los costos de la cirugía fueron absorbidos íntegramente por la obra social. “Hay una ley que nos ampara para la reafirmación de sexo”, sostuvo.
Seguir de pie
“La gente que conoce algo de mi historia me pregunta cómo hago para seguir de pie y la verdad que no sé. Tiene mucho de fuerza, de tratar de olvidar el pasado, aunque hay días que aparece y me hace muy mal. De todos modos, la vida continúa”, enfatizó Nicolle, quien hace unos pocos meses volvió a sufrir un ataque y un intento de violación que no se logró consumar.
NOTA PUBLICADA EN LA EDICIÓN IMPRESA DE SUR24 DEL LUNES 16 DE AGOSTO.