“No hay más excusas, hay que mantener abiertas las escuelas”, plantea Unicef
Unicef instó a que los gobiernos de todo el mundo hagan todo lo posible para mantener las escuelas abiertas a pesar del alto número de contagios de Covid-19 vinculados a la variante Ómicron del virus.
La agencia de la ONU para la infancia, que desde el inicio de la pandemia ha insistido en la importancia de que los niños puedan ir al colegio de forma presencial, consideró que esa debe ser la prioridad también en medio de la oleada de casos de Ómicron que viven muchos países del mundo.
En un comunicado titulado “No hay excusas, mantengan las escuelas abiertas, los niños no pueden esperar”, la directora ejecutiva de Unicef, Henrietta Fore, destacó que es necesario evitar “una catástrofe” educativa.
Para ello, Fore hace tres grandes recomendaciones: mantener las escuelas abiertas, vacunar a maestros inmediatamente y apoyar la vacunación de los alumnos, pero sin imponerla nunca como requisito para estar en clases.
Recalcó que, pese a los “desafíos sin precedentes que la pandemia de Covid-19 está creando para los sistemas educativos en todo el mundo”, es necesario hacer “todo lo posible para mantener a los niños en las escuelas”.
Según Unicef, se estima que unos 616 millones de niños están ahora mismo afectados por cierres parciales o totales de sus centros. Por eso, la agencia de la ONU pide “acciones decididas para permitir que todo niño pueda volver a la escuela”, con especial atención para colectivos marginados.
Sobre la vacunación, Unicef pide que se dé prioridad al personal educativo y apoya que se vacune a los alumnos cuando haya dosis disponibles para su edad y los colectivos prioritarios ya las hayan recibido.
En ese sentido, subraya que la vacunación no debe ser un requisito para que los niños vuelvan a las aulas, pues ello pone en peligro su acceso a la educación y puede fomentar el aumento de las desigualdades.
El organismo dijo también que la pandemia ha causado pérdidas irreversibles en la educación de niños en todo el mundo. En muchos países, estas perturbaciones, además de haber privado a millones de niños de la adquisición de habilidades básicas, han afectado su salud mental, incrementado su riesgo de abuso e impedido que muchos de ellos tengan acceso a “una fuente regular de nutrición”, según Unicef.
“Nos enfrentamos a una magnitud casi insuperable de pérdidas en la educación de los niños”, dijo Robert Jenkins, jefe de educación de Unicef, en un comunicado, casi dos años después del inicio de la pandemia. Reabrir las escuelas “no es suficiente”, agregó, y pidió “un apoyo intensivo para recuperar la educación perdida”.