Mito o verdad
¿Nos enfermamos si andamos descalzos cuando hace frío?
Se cree que caminar descalzos en superficies frías durante otoño e invierno puede enfermarnos. Una especialista habló sobre el tema.
Por Luciana Lanzamidad
Está la idea de que caminar descalzos por casa es más propio de los meses de primavera y verano, porque cuando empieza el frío nos podemos enfermar; pero en realidad, caminar descalzos es beneficioso y aconsejable durante todos los meses del año, incluso en invierno.
Permitir que los niños anden descalzos puede contribuir significativamente a su desarrollo neuromotor y a su bienestar general. Sin embargo, también es importante tener en cuenta ciertos riesgos y precauciones que deben ser considerados por los padres y cuidadores.
La pediatra Lucila Ortellao (Mat. 4547), presidenta de la filial Santa Fe de la Sociedad Argentina de Pediatría, habló con El Litoral sobre los aspectos positivos y los posibles riesgos de que los niños anden descalzos. Según la profesional, esta práctica no es una causa directa de enfermedades, porque los virus no entran por los pies.
“Uno se enferma por estar en contacto con virus, bacterias u hongos en esta época del año donde hay mayor circulación y estar en lugares cerrados y poco ventilados hace que aumenten las enfermedades respiratorias, pero no por el frío en sí”, resaltó la médica.
La pediatra destacó que andar descalzos tiene muchos beneficios para los niños, entre ellos “facilita y mejora el neurodesarrollo infantil, ya que permite percibir diferentes texturas, palpar superficies y sentir distintas temperaturas. Esto mejora el procesamiento cerebral de toda esta información y contribuye al desarrollo de la musculatura del pie, además de ayudar a la estabilidad y coordinación en la marcha", explicó la pediatra.
Ortellao hizo hincapié en la necesidad de estar atentos a las señales de los niños y actuar en consecuencia. Por ejemplo, si un niño tiene frío o se siente incómodo, es importante abrigarlo adecuadamente. Asimismo, si se observa que los pies están muy fríos, se debe proceder para proporcionarles calidez.
Sin embargo, es importante tomar precauciones para garantizar que los niños estén seguros mientras andan descalzos. La especialista recomienda que, “dentro de casa, los niños puedan mantener esta práctica sin problemas, siempre y cuando se garantice que las superficies estén limpias y seguras. Además, si los pies de los niños están fríos o se percibe algún malestar, se les puede colocar medias antideslizantes para evitar resbalones y caídas”.
En cuanto a los lugares fuera del hogar, la pediatra recomendó que “los niños usen calzado ergonómico y cómodo para proteger sus pies de posibles lesiones y lastimaduras”. También, sugiere consultar con los chicos, si son más grandes, sobre sus preferencias “y respetar sus elecciones en cuanto a calzarse o no dentro de casa”.
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Vacunación
Por otro lado, Ortellao resaltó la importancia de la vacunación: “Es fundamental mantener el calendario de vacunación al día para prevenir enfermedades respiratorias y otros cuadros infecciosos. Los niños entre 6 meses y 2 años deben recibir la vacuna antigripal anual, al igual que aquellos mayores de 2 años que tengan factores de riesgo, como asma, pacientes trasplantados u oncológicos. Los mayores de 65 años y las embarazadas también deben recibir la vacuna antigripal anualmente”.
Permitir que los niños anden descalzos puede aportar múltiples beneficios para su desarrollo y bienestar, siempre y cuando se tomen las precauciones necesarias para mantener un entorno seguro y limpio. Por otro lado, la vacunación es una herramienta crucial en la prevención de enfermedades respiratorias y otras infecciones, por lo que es importante seguir las recomendaciones de los profesionales de la salud y mantener al día el calendario de vacunación.