Menos embarcaciones
Nueva bajante del Paraná genera inquietud por el impacto económico
Ante un calado más acotado, los buques deberán navegar con menos carga lo que generaría una caída en el ingreso de divisas para el país y la región.
Si bien por ahora no es como sucedió en el 2022, el río Paraná sigue bajando y genera preocupación en diversos sectores. Las estimaciones del Instituto Nacional del Agua (INA) indican que la sequía se profundizará de cara al año, lo que, según entienden desde la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR) impactará de forma negativa en materia económica.
La bajante también es motivo de preocupación para las autoridades que están más alerta que nunca ante embarcaciones que navegan y puedan estancarse o personas que quieran realizar deportes acuáticos o nadar. Es que esta baja implica un riesgo en diversos aspectos.
En materia económica, ante menos agua y capacidad de los calados, los barcos deben navegar con menor carga lo que conlleva a que puedan disminuir las exportaciones en una de las zonas núcleo en materia de agroexportaciones.
Según el secretario técnico de la Comisión de Transporte e Infraestructura de la BCR, Alfredo Sese, “el río está bajo”. De hecho, ayer se ubicaba en 0,84 metros en el hidrómetro de Rosario, es decir, aproximadamente 32 pies de calado”, señaló a Mirador Provincial.
El especialista de la BCR sabe que si el agua sigue bajando generará complicaciones en los próximos meses, más aún con los pronósticos del INA. “Siempre es un inconveniente cuando hay bajante, porque principalmente permite menos carga por buque”.
Sin embargo, lo que más redunda es la incertidumbre sobre el futuro. “Por ahora no hay una estimación sobre cuánto podría ser la pérdida económica, es muy difícil hacerla en estos momentos”, sobre todo porque todavía el peor escenario aun no llegó.
Pero a sabiendas que “el INA señala que no hay perspectiva de mejora significativa en próximos dos o tres meses”, lo que resta esperar es que el contexto desmejore y que los buques vayan cargando cada vez menos mercadería para exportar, por ende, menos ingreso de divisas para el país.
Según el jefe de control de tránsito de Prefectura local, Gustavo Gallas, “el registro actual de Vías Navegables, fue repercutido por una sudestada registrada en el Río de la Plata más un incremento de la altura del río por la apertura de la represa Yacyretá”.
Al mismo tiempo remarcó que “la tendencia es que va a seguir bajando” y confirmó que el Instituto Nacional del Agua (INA) indica para septiembre y octubre valores de entre 0,50 y 0,60 metros a la altura del puerto de Rosario. Sin embargo, agregó: “Para llevarle tranquilidad a la sociedad, no se van a registrar alturas como en 2022 de 0,40 metros pero sí hasta fin de año, 0,60 metros”.
Gallas consideró que además de los inconvenientes para la navegación, la bajante perjudica la exportación. “Los barcos no pueden salir con un calado suficiente, tienen que partir con un 70% de la carga y esto tiene incidencia directa”.