Obesidad y sobrepeso, dos variables que pueden desencadenar formas graves de Covid-19
Esta segunda ola de la pandemia por Covid-19, en la cual aún estamos inmersos, adquirió características muy diferentes a la primera ola que atravesamos el año pasado. Una de ellas es la severidad con la que se ha presentado en personas jóvenes, que en muchos casos ha tenido un desenlace fatal. Dentro de este grupo poblacional aparecen comorbilidades que se repiten en varios de los casos con síntomas graves: la obesidad y el sobrepeso. Según manifestó el médico cardiólogo Carlos Bisogni en diálogo con Sur24, aún no hay una explicación, pero sí diferentes teorías, donde la más precisa “parece ser que al tener más grasa tenemos más chances de generar una inflamación más marcada”.
El motivo que ha llevado a que baje considerablemente la edad de las personas internadas en unidades de terapia intensiva -en Venado Tuerto el promedio ronda los 50 años- es el avance de la vacunación en personas mayores. Además, al no haberse frenado el sector productivo, las personas más jóvenes quedaron más expuestas al virus.
Si bien hay comorbilidades que en estos grupos quizás no estén presentes, como puede ser la hipertensión arterial o los problemas renales, fueron apareciendo otras variables, como la obesidad y el sobrepeso. “Las estadísticas son muy precisas al decir que la obesidad, o inclusive el sobrepeso, son variables que posibilitan el desarrollo de formas graves de Covid-19. Las personas que tienen obesidad o un índice de masa corporal (IMC) de 30, o superior, tienen alrededor de un 27 por ciento de probabilidad de presentar síntomas graves, porcentaje que se duplica si el IMC es superior a 40; es decir que una de cada dos personas con obesidad pueden generar formas severas, es decir con neumonía, internación, respiración mecánica”, detalló.
Asimismo, el profesional informó que las explicaciones siguen siendo aún postulados. “El que parece más claro plantea que al haber más grasa, tenemos más chances de generar una inflamación más marcada. Se habla de tormenta de citoquina, que son sustancias que tenemos en el cuerpo y que modulan la inflamación, y cuando más grasa hay, más probabilidades existen de desatar esa tormenta”, puntualizó Bisogni.
A su vez, sostuvo que otro factor importante son las consecuencias que genera la obesidad. “Dentro de las enfermedades que fueron establecidas como factor de riesgo aparece la diabetes, y justamente la obesidad es un flagelo que nos induce a tener diabetes tipo 2, es decir que es un factor agregado para tener síntomas agudos. De todos modos la obesidad es un factor independiente, es decir que es un motivo para desarrollar formas graves”, especificó.
Efectos cardíacos
Una de las preocupaciones de los cardiólogos está relacionada con los efectos que deja el Covid en el corazón. “Estamos viendo consecuencias, tanto en personas sanas, inclusos deportistas de élite, como en personas con problemas cardíacos previos o factores de riesgo. De todos modos, mientras peor lo sorprenda físicamente en todo aspecto, entre ellos el corazón, más chance tenemos de que la afectación cardíaca sea mayor y que deje secuelas”, señaló.
Según contó, a los deportistas que atravesaron la enfermedad, más allá de que pudieron ser asintomáticos y tener PCR negativo, se les aplica un protocolo que consiste en explorar fuertemente para predecir posibles complicaciones futuras.
“En la mayoría de los casos vemos que los efectos cardíacos se revierten una vez que se desinflama, pero si la persona ya viene con algún problema previo, menos chances tiene de revertirlo. Las secuelas o cicatrices más frecuentes son las arritmias que pueden llegar a ser de por vida, o fallas en la fuerza para contraerse o la capacidad de relajarse. Aún no tenemos certezas de qué podemos esperar en estos pacientes”, enfatizó.
El médico también resaltó la “importancia de evitar contagiarnos, de cuidarnos, porque esa es la mejor manera de evitar formas graves y consecuencias futuras”. Para aquellos que hayan atravesado la enfermedad, más allá de haber sido asintomáticos o con síntomas críticos, sugirió “chequeos para determinar el impacto que pudo haber tenido”.
Pocos chequeos
“No existió el 2020 para el médico en el consultorio, sea la especialidad que sea, porque hubo mucho temor y precaución”, afirmó Bisogni, considerando que para algunas enfermedades que dan tiempo, fue acertado no acudir al profesional, pero para otros casos, en especial los que necesitan de un seguimiento frecuente, como problemas oncológicos, cardíacos o renales, fue negativo.
NOTA PUBLICADA EN LA EDICIÓN IMPRESA DEL LUNES 21 DE JUNIO.