Olimpia Basketball Club, 81 años de pasado glorioso y un presente de herrumbre
(Por Mauro Hugo Bertozzi) – Fue entonces que el barrio Sud o San Martín acobijara por naturaleza la disciplina de un jugador de básquet, Don José Gómez, popular y de alto concepto deportivo dejando a cada paso su caballerosidad. A raíz de estos esfuerzos, surge una entidad fundada el 26 de agosto de 1940 en el local ubicado en calle Cabral 551, propiedad representativa de la Escuela Nº 498, bajo la mirada de aquellos que testiguaran los hechos como socios fundadores: José Gómez, Emilio Manzini, Luis Zacco, Nedo Neberini, Nicanor Villariño, Manuel
Bermúdez, Pedro Barbareschi, Victor Villariño, Pedro Zacco, Alberto Borello, Alfredo Villariño, Miguel Moore,
Gustavo Ruiz, Julián Vaca.
En la proeza de José Gómez, la comisión aprobará en sus primeros estamentos el nombre de Olimpia Basketball Club, en sintonía con los colores (rojo y negro). Así quedaron sentados las bases y el compromiso
deportivo sostenido a futuro con el propósito de afrontar, tanto los desafíos deportivos, como las dificultades ante
la iniciativa.
La primera comisión oficial quedó conformada por: Miguel Moore como Presidente; Emilio Manzini
como Vice-Presidente; Aníbal Borello como Secretario; Luis Zacco como Tesorero; y en carácter de vocales:
Nicanor Villariño, Manuel Bermúdez y José Gómez.
El primer campo de deportes que tuvo la institución residió en la esquina noroeste de la hoy nombrada plaza
Vera Peñaloza, entre la intersección de las calles Falucho y Inglaterra (hoy 2 de Abril). Allí, con el sacrificio y las
buenas intenciones quedaba constituido el primer campo deportivo, contando con cancha de básquet de polvo
de ladrillo, cancha de bochas, instalación eléctrica y cerco olímpico (ver imagen principal). Para su inauguración oficial fueron invitados los clubes de Huracán y Español, dejando el resultado a favor del encuentro en el básquet femenino contra Huracán, para luego dar paso a la Primera División masculina “A” contra el mismo club, dejando otro triunfo, y por último la derrota del equipo masculino “B” contra Español.
Las palabras decorativas del presidente Miguel Moore, en un palco provisorio, dieron formalmente inaugurado el predio. Como era de esperarse, y con el paso de los años, tras inmensos triunfos deportivos y un ascendente futuro, fue este club quien propulsara y gestionara la creación de la Asociación Venadense de Básquet.
Un presente de herrumbre, desidia y un camino previsto hace más de veinte años, perdiéndose en el lodazal de
las grandes causas judiciales con mucha exposición mediática, hoy no es salvable ni el archivo fotográfico del
histórico club, que a resumidas cuentas tangibles poco ha quedado de aquellas vitrinas de madera llenas de
copas de alpaca. Apenas unos álbumes fotográficos, placas recordatorias, fotos sueltas de basquetbolistas y equipos
que formaron la identidad de ese club, en rincón más polvoriento de alguna oficina sobre calle Juan B. Justo.
Triste presente de un patriótico ejemplo de sacrifico deportivo que involucraba en sus comienzos a todo el
barrio San Martín, hasta mi abuelo Silvio Bartolo Bertozzi enarboló esos primeros ladrillos para algunas bases
en sus comienzos, y aquella marcha deportiva creada con letra y música de Víctor P. Villariño, donde decía: “Olimpia, a través de los años te encuentro ostentando tu emblema triunfal, resultado de grandes jornadas en deporte y vida social…”.