Cine
Pedro Almodóvar: de la movida madrileña al estreno de su primer film en inglés
Con más de 40 años de carrera y una filmografía construida en torno a una mirada particular, el español sigue reinventándose. Su primer largometraje en inglés, “La habitación de al lado”, llega a las salas tras su preestreno en el Festival de Venecia.
Juan Ignacio Novak
Es imposible no empatizar con las criaturas que habitan en las películas de Pedro Almodóvar. Esos personajes, casi siempre marginales, son “sometidos” por el director a tribulaciones tan extrañas que el espectador casi desea estar junto a ellos para darles un abrazo, a pesar de sus debilidades y hasta sus pequeños actos de miserabilidad. Es un gran logro de un director capaz, como pocos, de representar (echando mano a todo el abanico de posibilidades del artificio) la complejidad de las relaciones humanas.
En sus películas, dotadas de un particular sentido del humor y de una estética plagada de intertextualidades (tan variadas que van desde John Waters y Alfred Hitchcock hasta la cultura popular española) compone un universo personal. Desde el cual dialoga con la identidad, con la maternidad, con la sexualidad, con el dolor, con la muerte, con la discapacidad, pero lo logra con una conjunción de humor, tensión y dramatismo que nunca “suelta” al espectador.
La carrera de este director español arrancó a principios de los años ‘80 en una época que guarda cierta relación con lo que en Argentina fue el “destape” posterior al retorno de la democracia. Era un tiempo en que España trataba de rearmarse tras varias décadas de gobierno autoritario de Francisco Franco. El país quería dar vuelta la página, porque, como decía José Sacristán en el mítico monólogo final de “Solos en la madrugada”: “no podemos pasarnos otros cuarenta años hablando de los cuarenta años”.
En ese contexto, Pedro Almodóvar presentó “Pepi, Luci, Bom y otras chicas del montón”, un filme que destila el espíritu rebelde de la movida madrileña postfranquista. Le siguieron títulos como “Laberinto de pasiones” y “Entre tinieblas”, donde ya era evidente su estilo provocador y su mirada aguda, pero también compasiva, sobre la sociedad española. Esto alcanzó una cumbre en “¿Qué he hecho yo para merecer esto?” un retrato entre ácido, delirante y realista de la vida de un ama de casa que tiene que convivir con una familia disfuncional y hace malabares para llegar a fin de mes limpiando casas. En su gesta diaria, se cruza con todo tipo de personajes, desde una vecina prostituta hasta una pareja de veteranos escritores.
Evolución
Al promediar los 80, Almodóvar derivó, sin perder la esencia, al thriller psicológico con “Matador”. Y dio un paso firme con “La ley del deseo”, el inicio de su fructífera colaboración con Antonio Banderas. Pero fue la comedia “Mujeres al borde de un ataque de nervios”, la que lo hizo conocido a escala planetaria. Esta película, protagonizada por una Carmen Maura en estado de gracia, es para la crítica Dana Duma “un conmovedor monólogo femenino sobre la felicidad y la soledad”.
A principios de los 90, continuó su éxito con “Átame”, comedia negra sobre un joven obsesionado con una actriz. Y, sobre todo, con “Tacones lejanos”, donde aborda la compleja relación entre una madre y su hija e introduce a uno de sus personajes más memorables, interpretado por Miguel Bosé, el juez que por la noche se convierte en una drag-queen. También fue un período de experimentación y madurez: en “La flor de mi secreto” mostró una faceta introspectiva y en “Carne trémula”, cuya escena inicial con Penelope Cruz dando a luz en un ómnibus está entre las más potentes de su filmografía, analizó el deseo y la venganza.
En 1999, con “Todo sobre mi madre”, Almodóvar alcanzó el reconocimiento definitivo, traducido en el Oscar a Mejor Película Extranjera. Su éxito continuó con “Hable con ella”, una que le valió otro Oscar, esta vez al Mejor Guión y que es considerada una de sus obras más poéticas y conmovedoras. Si hasta allí el director se había especializado en el universo femenino, aquí retrata con maestría a Benigno y a Marcos, dos varones que, bajo diferentes circunstancias, tienen a las mujeres que aman en coma en una clínica.
A lo largo de la década del 2000, Almodóvar siguió explorando temáticas profundas y personajes complejos en películas como “La mala educación” sobre la represión sexual y los abusos, y “Volver”, que mezcla algo de suspenso, melodrama y vida cotidiana y “Los abrazos rotos”, cine dentro del cine. Luego llegaron “La piel que habito”, una historia de venganza, “Julieta”, un drama sobre el duelo y las relaciones madre-hija y “Dolor y gloria” inspirada en sus propias vivencias. en “Madres paralelas” combinó las dificultades de la maternidad con la historia política de España.
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Lo nuevo
El 31 de octubre de 2024 llegará a los cines argentinos “La habitación de al lado”, su primer largometraje rodado completamente en inglés. Tras su preestreno en el Festival de Venecia, esta película generó gran expectativa, por su elenco de lujo, que incluye a Tilda Swinton, Julianne Moore y John Turturro. Describe el reencuentro de dos mujeres, Ingrid y Martha, quienes fueron íntimas amigas en su juventud mientras trabajaban juntas en una revista. Ingrid se convirtió en una famosa novelista de autoficción, mientras que Martha se convirtió en reportera de guerra. Años más tarde, tras estar separadas por mucho tiempo, se encuentran en una situación extrema pero curiosamente dulce, donde el pasado y las decisiones tomadas juegan un papel crucial. Almodóvar vuelve a temas recurrentes: la amistad, el paso del tiempo y los reencuentros. Pero el contexto, la experiencia (tiene ya 75 años) y el uso del idioma inglés agregan complejidad a su estilo cinematográfico.