Miguel Pedrola, a favor de la vacunación “anticovid” obligatoria
El asesor del Ministerio de Salud provincial, Miguel Pedrola, exhibió su satisfacción por el creciente número de rezagados que en esta última semana acudió al Hospital Gutiérrez de Venado Tuerto para actualizar su esquema vacunatorio, o bien para aplicarse la primera dosis contra el Covid. Incluso adelantó que desde la Provincia se está trabajando para acelerar aún más la velocidad de la vacunación: “Queremos apurar para que todas las personas mayores de 60 años e inmunocomprometidas tengan la tercer dosis, y luego llegar lo antes posible a que el conjunto de la población también cuente con el refuerzo de la tercera dosis”, expresó, aclarando que todas las personas que no tienen las dos dosis básicas, pueden concurrir al Hospital, sin turno, de 7 a 9, para completar el esquema vacunatorio. Y acotó que desde el próximo lunes, en la provincia de Santa Fe habrá vacunación libre para niños y adolescentes de 3 a 17 años.
Sin embargo, el especialista también aprovechó la ocasión para aseverar que “mientras haya personas que se resistan a vacunarse, la epidemia se va a sostener en pie. Los no vacunados se convierten en huéspedes del virus, que se va a replicar y va a fabricar variantes. No es casual que la mayoría de las variantes proceden del continente africano, el que presenta los niveles más bajos de vacunación en el mundo”. Y amplió: “Vacunarse no sólo es aconsejable como una prevención individual, sino también como una responsabilidad social”.
Más adelante, observó que las estrategias sanitarias son diversas, incluso entre las naciones desarrolladas, y trazó una comparación entre la europea Italia, donde “están imponiendo restricciones muy severas para los no vacunados”, y la americana Estados Unidos, donde “los controles son muy laxos”.
Según su opinión, “todos debieran ser vacunados” y sumó que “todos aquellos que no quieran vacunarse, y no los asistan justificaciones médicas, no tendrían que gozar de las mismas libertades que los que actuamos con responsabilidad para recuperar una forma de vida semejante a la prepandemia”. No obstante, reconoció que para avanzar en ese sentido, son los legisladores de la Nación los que debieran intervenir: “El procedimiento es incluir a las vacunas contra el Covid en el calendario oficial y así volverla obligatoria”.
Con una ola menos
Mientras las autoridades de cada país evalúan cómo enfrentar los nuevos embates del coronavirus, el director científico para Latinoamérica y el Caribe de AIDS Healthcare, consideró que “en Argentina recién ahora estamos en la tercera ola, mientras en otras latitudes ya transitan la cuarta ola; es decir que convivimos con Ómicron sin que prácticamente se haya manifestado la variante Delta”.
Según evaluó Miguel Pedrola, la variante Delta no causó un mayor impacto interno porque estaban suspendidos los vuelos internacionales y en ese lapso se ganó tiempo para avanzar en la vacunación. Más tarde, aunque Delta ingresó con las mayores aperturas, “Ómicron es mucho más contagiosa y le ganó rápidamente el nicho, hasta el punto tal que en unas pocas semanas saltamos de mil infectados a más de 100 mil, y en breve desplazará absolutamente a la variante Delta”.
Además, evaluó que esta tercera ola en nuestro país demuestra que “las personas vacunadas cursan la infección sin mayores inconvenientes”, mientras que “los no vacunados constituyen el mayor porcentaje de fallecidos y hospitalizados”.
Sin embargo, admitió que la cepa Ómicron, dada su alta transmisibilidad, podría impactar en las actividades productivas, escolares, comerciales, turísticas, entre otras, si los casos de contagio, o la condición de contacto estrecho, se multiplican exponencialmente y eso deriva en cierres obligados, aunque desde los gobiernos no se decidan restricciones. “Hoy no son alarmantes los niveles de mortalidad ni de ocupación de camas, pero sí preocupa la posibilidad de tener que cerrar lugares por una explosión de contagios”, sintetizó.
“Ante una curva con crecimiento tan brusco, lo que se espera es también un decaimiento rápido de la intensidad al cabo de unas cuantas semanas. Se puede decir que en febrero llegaríamos a un pico y en marzo estaríamos más tranquilos, aunque, por supuesto, esto depende de las medidas que se adopten y del comportamiento social e individual”, advirtió el ex concejal venadense.
Nuevo escenario
Tanto cambió el panorama con el reinado de Ómicron que las autoridades sanitarias adaptaron los protocolos al nuevo escenario. “Se redujo el lapso de aislamiento para las personas vacunadas, pero no esto no debe interpretarse como una penalización para los no vacunados, sino que todos aquellos que fueron inoculados tienen un sistema inmunológico diferente y entonces pueden rápidamente expulsar el virus y así dejar de contagiar. Por eso bajó a siete días el aislamiento para el contagiado y a cinco días para los contactos estrechos, siempre que estuvieran vacunados, en tanto que para los no vacunados no hay cambios en los plazos”, puntualizó.
En la misma línea, justificó la restricción de los hisopados en los centros médicos públicos: “Si vamos en masa a hisoparnos no habrá capacidad de respuesta, ni en personal ni en insumos”, alertó. Y continuó: “Hoy estamos en otro momento de la epidemia. Cuando hay baja circulación es muy importante hisopar para conocer nuevos focos o nuevas variantes; en cambio, en esta etapa el hisopado pierde sentido, porque la mayoría de las personas que presentan ciertos síntomas tendrán el diagnóstico de Covid. Es cierto que muchos necesitan el certificado (del hisopado) por cuestiones laborales o turísticas, pero hoy lo más importante es que la persona que tiene síntomas, se aísle sin esperar el resultado del hisopado”, recomendó Miguel Pedrola.