Una encuesta realizada en todo el país con hijos en escuelas primarias, tanto estatales como privadas, arrojó que el 60,8% de las consultadas informan que sus hijos perdieron días de clase durante el primer semestre del año. La interrupción de la continuidad escolar fue mayor en las escuelas estatales (donde el 75,8% de las familias reportan interrupciones) que en las escuelas de gestión privada (donde la cifra es menos de la mitad: 34,1%).
Pérdida de días de clase: las jornadas pedagógicas y los paros entre las causas
Los datos surgen del informe “Continuidad escolar: pérdida de días de clases durante el primer semestre de 2022”, del Observatorio de Argentinos por la Educación, con autoría de Guillermina Tiramonti (Flacso Argentina), Gabriela Catri y Eugenia Orlicki (Observatorio de Argentinos por la Educación). El informe se basa en la Encuesta Nacional Escolar (ENE), realizada en julio a una muestra representativa de 500 madres.
En Argentina, el monitoreo del cumplimiento de los días efectivos de clases plantea un desafío debido a las limitaciones en la información disponible. Por esta razón, el cuestionario implementado puso especial foco en la continuidad escolar. Los resultados del informe reflejan la percepción de las encuestadas respecto de las principales causas que explican las interrupciones escolares durante la primera mitad del ciclo escolar 2022.
El 21% de las madres consultadas afirmaron que sus hijos perdieron más de 10 días de clase durante el primer semestre. El 18% respondió que se perdieron entre 6 y 10 días, y el 21% informó menos de 5 días. En las escuelas de gestión estatal, a las que asisten estudiantes de sectores socioeconómicos más bajos, las madres reportaron en promedio más días de clases perdidos.
Las causas
Las jornadas pedagógicas son identificadas como el principal motivo de pérdida de clases (las menciona el 31% de las encuestadas), seguidas por los paros docentes (28%) y los problemas climáticos (13%).
Al dividir las respuestas por sector de gestión (estatal o privada), se observan diferencias en las causas de interrupción de clases. En las escuelas estatales, el principal motivo son los paros docentes (32%), seguido -casi en el mismo porcentaje- por las jornadas pedagógicas (30%). En las escuelas privadas, en cambio, encabezan los motivos las jornadas pedagógicas (46%); luego le siguen los problemas climáticos (12%) y paros docentes (12%).
En relación a los días de clase perdidos por las jornadas institucionales, Guillermina Tiramonti, coautora del informe, advierte sobre “la falta de un sistema de contratación docente que contemple un tiempo de trabajo dedicado a los temas institucionales y a la capacitación en servicio”.
Según la pedagoga, “Jesús Martín-Barbero, teórico de la comunicación, solía decir que ‘la realidad viene tejida junta’, para dar cuenta de la interrelación existente entre todos los elementos de la realidad social y la necesidad de que esta sea analizada desde una óptica compleja. Este informe da cuenta de la colisión existente entre la práctica reivindicativa de derechos usada por el sindicalismo y el derecho de los chicos más humildes al aprendizaje. No hay un solo modo de reivindicar derechos y es evidente que el adoptado por el sindicalismo debe ser revisto para evitar el impacto negativo sobre la justa distribución de los aprendizajes”.
Organización escolar
“Se les pide a los docentes trabajar en equipo, pero para hacerlo hay que suspender las clases. El sistema atrasa en todo; no solo es el currículum, sino también la organización y gestión para la mejora de los aprendizajes -plantea, por su parte, María Cristina Gómez, directora de la Red de Educadores Innovadores-. Necesitamos abordar el tema de fondo: el sistema y la carrera docente. La autonomía escolar de la que siempre hablamos, entre otras cosas, permite contar con el personal a tiempo completo, con una organización del trabajo frente al aula y en el resto de las tareas que hacen sostenible y eficiente el sistema sin que los alumnos pierdan horas de clase”.
190 días
En octubre de 2021 el Consejo Federal de Educación, en acuerdo con las 24 jurisdicciones, fijó un piso de 190 días con el objetivo de recuperar aprendizajes perdidos durante la pandemia. A pesar del piso fijado, en promedio, los calendarios escolares para 2022 contemplan 185,7 días de clases. Este compromiso se enmarca dentro de la Ley 25.864, sancionada el año 2003, que establece un ciclo lectivo anual de al menos 180 días efectivos de clases para los niveles obligatorios del sistema educativo. Sin embargo, siempre hay dificultades en el cumplimiento de esta norma.