A seguir con los cuidados
Pese al frío, ¿por qué hay una invasión de mosquitos que no cede?
Las lluvias hicieron que prolifere la especie Culex, el mosquito común, en una amplia región del país. Pero comparte cartel con el Aedes aegypti, vector del dengue. La explicación de una especialista.
(Por Luciano Andreychuk) - Un llamativo fenómeno se está dando en la ciudad, y también en otras como Buenos Aires. Al salir del hogar, del trabajo o de la escuela, uno puede verse enmarañado en un nubarrón de insectos. Sí: es una invasión de mosquitos, donde prolifera la especie Culex, el mosquito común, que tiene varios subgéneros, pero la que está en Santa Fe y la Argentina, al menos por ahora no transmite enfermedades.
Sin embargo, en el contexto de la actual etapa endémica de dengue, sigue habiendo Aedes aegypti, vector de la enfermedad del dengue. Es cierto que los casos positivos notificados han disminuido; no obstante, el Aedes aegypti continuará todo el año, aventuran desde el Ministerio de Salud provincial. Y exhortan a la población a mantener los cuidados preventivos.
“El Culex es lo que hoy más la gente ve. Es el mosquito común, muy molesto y está todo el año. Se reproduce en cualquier charca, en las cunetas, en el río. Pero a la par seguimos teniendo Aedes aegypti, en medio del brote de epidemia y circulación de dengue y Chikungunya”, le explicó a El Litoral María Ramírez, encargada del área de vectores del Programa de Control de Zoonosis y Vectores -dirección de Promoción y Prevención de la Salud- de la cartera sanitaria santafesina.
El Culex pega sus huevos uno al lado del otro, y quedan flotando sobre el agua. Eso hace que pueda reproducirse en cualquier lado. La proliferación del mosquito común se ve propiciada por estos días debido a varias lluvias que cayeron, porque tiene sus huevos en cualquier lugarcito donde hay agua.
Por el contrario, el Aedes aegypti es más específico: “Pega sus huevos en paredes. En una charca o cuneta no vamos a encontrar Aedes. Además, el clima lamentablemente no ayuda, ya que las temperaturas bajaron pero no lo suficiente. Para cortar el ciclo reproductivo del Aedes se necesitan varios días de 11 grados o menos… Eso no pasa, porque el clima santafesino va pasando a ser prácticamente tropical. Esto ya ocurrió en 2023: durante todo el año hubo casos de dengue”, advirtió Ramírez.
Dengue, todo 2024
El Aedes aegypti va a seguir, y con él, el dengue. “Por eso, es importante insistir en las medidas de prevención a lo largo del año. Esto sumado al agravante de que en otoño e invierno aparecen las patologías respiratorias. Y por lo general, los síntomas (dengue y gripe, por ejemplo) son muy parecidos. Por eso la relevancia de que la gente haga la consulta médica temprana”, recomendó la especialista.
Y ahora que bajaron las temperaturas, la gente quizás se “relaja” un poco y, en lo que parece un cuadro gripal, se queda con eso. “Pero puede que sea dengue, y no nos olvidemos de la complicación hemorrágica de esta enfermedad, que si no se atiende a tiempo es un problema, sumado a si hay alguna patología preexistente. Por esto es necesaria la consulta”, reiteró.
Cambio en el clima
¿Hay más resistencia de estos insectos a las bajas temperaturas? La cuestión va más por los ciclos biológicos del mosquito: “El ciclo del mosquito Aedes aegypti se detiene por debajo de los 11 ó 12 grados. Nosotros en otoño-invierno tenemos muy pocos días con temperaturas muy bajas por debajo de esos grados, y que encima no son continuos”, explicó.
Ramírez se refería a que en estas estaciones hay dos o tres días -quizás un poco más- que son entre 5 y 8 grados, pero después se llega a los 12 grados ó 13 grados. Esto no evita que el ciclo del mosquito continúe: a lo sumo demora su proceso. “El mosquito nace entre 7 y 10 días… Puede demorar su ciclo de nacimiento, pero nace igual. La etapa larvaria sigue”, precisó la encargada del área de vectores.
Es importante cepillar los recipientes que se usan como bebederos de las mascotas, y cambiarles el agua a diario. Esta pequeña medida preventiva lleva a matar unos 500 huevos de Aedes aegypti. Crédito: Archivo El Litoral / Mauricio Garín
Hábitos
En materia de pequeños hábitos de prevención contra el dengue, la especialista fue muy didáctica: “Mucha gente cree que con cambiar el agua de los recipientes que son bebederos de animales de compañía se evita que aparezca el Aedes aegypti. Pues no: hay que cepillar esos recipientes y renovar el agua. Porque el Aedes busca las paredes inferiores del recipiente para poner sus huevos, y ahí quedan”, subrayó.
Con un simple cepillado se pueden eliminar unos 500 huevos. “Lo mismo con el agua que en invierno queda en las piscinas: hay que cepillar el piso y las paredes para matar los huevos”, dijo, al tiempo que recordó que el Aedes aegypti que pica es la hembra adulta, para la producción de sus huevos. “Hay una cuestión de género porque siempre hablamos del mosquito, pero en realidad es la hembra la que puede ser vector de transmisión de la enfermedad de dengue”.
La otra cuestión son las fumigaciones. “Hay una forma determinada que se debe fumigar para lo que es el Aedes aegypti. No se debe fumigar en cantidad, no se deben saturar los ambientes con insecticidas. La gente quiere que se fumigue; pero en realidad el dengue se puede prevenir de una forma doméstica”, insistió en su concepto.
Y puso un ejemplo gráfico: “Si en un patio o jardín se eliminó toda agua estancada en recipientes y éstos fueron cepillados, más el pasto desmalezado, es muy baja la posibilidad de que proliferen tanto el Aedes aegypti como el Culex. Y además, se previene la presencia de roedores y alimañas. Es crear un hábito preventivo, lo mismo que hicimos durante el Covid-19”, concluyó Ramírez.