(Por Luis Rodrigo) – Al cabo de un trabajo técnico intenso, que estaba pendiente desde hace al menos dos décadas, la Secretaría de Energía de la Nación, a cargo de Claudia Royón, publicó una resolución que define qué obras son prioritarias para que en el país el transporte de la electricidad funcione, de acuerdo con la demanda actual y futura.
Plan nacional de redes de alta tensión incluye al departamento General López
El proyecto está valuado en algo menos de 7.000 millones de dólares y carece de una fuente de financiación, pero al menos implica darle al sector una hoja de ruta, en la que figuran los pedidos más importantes que había formulado -incluso públicamente- la Empresa Provincial de la Energía (EPE).
La compañía estatal santafesina es la tercera distribuidora de todo el país, por su participación en el total de energía eléctrica del mercado eléctrico mayorista, así como por el número de sus clientes y la extensión de sus redes. Seguramente esa posición ha pesado.
Así lo indica el último informe de la Asociación de Distribuidores de Energía Eléctrica de la República Argentina: en abril pasado la EPE requirió 1.505,97 megavatios, solo por debajo de Edenor (3.495,03 MW) y Edesur (2.662,90 MW) y por sobre Córdoba (1.411,55 MW). La diferencia técnica más evidente entre la empresa santafesina estatal y las privadas que actúan en la ciudad de Buenos Aires y su Conurbano bonaerense es que en la región metropolitana (el AMBA) se encuentra el mercado eléctrico más concentrado del país y cada kilómetro de línea tendida resulta mucho más rentable. En el mapa de la bota, en cambio, la realidad es otra, por su extensión.
La resolución 507 de las autoridades nacionales jerarquizó 15 proyectos para construir nuevas líneas en alta tensión (de 500 kV) por su nivel de prioridad. Y allí figuran los pedidos que con esas características técnicas había formulado la EPE en octubre de 2022, que se exponen a continuación por orden de aparición en el decisorio.
Venado Tuerto, Rufino y Firmat
Figura el nuevo tendido para unir Rio Diamante, Charlone, O’Higginis y Plomer, en la Provincia de Buenos Aires, porque la compañía santafesina espera que desde la segunda se puedan tender dos nuevas líneas (de 132 kV) a la localidad de Rufino (General López). Quien se tome el trabajo de leer los cuatro documentos adjuntos de la resolución (que figuran como anexos) verá que ambas líneas para los rufinenses no están contempladas, pero que para su futura ejecución necesitan que antes se haga el refuerzo en 500 kV.
Este proyecto de transporte en alta tensión es prioritario para la EPE, ya que luego se puede mejorar la calidad del servicio, ampliar la capacidad de abastecimiento y favorecer el desarrollo económico en los nodos Rufino, Venado Tuerto y Firmat, así como de todas las localidades abastecidas desde las mencionadas, indicó la EPE ocho meses atrás, cuando se iniciaron las conversaciones entre los actores nacionales y provinciales para fijar -y acordar- las obras prioritarias.
De llevarse a cabo todo el proyecto, se reducirá “la cantidad de combustible líquido (gasoil) utilizado hoy para alimentar las centrales térmicas de Venado Tuerto y de Rufino”, que no reciben energía suficiente del sistema nacional.
Ceres y Rafaela
Asimismo, la resolución en su Anexo I contiene como obra prioritaria la línea de 500 kV Santo Tomé, San Francisco, Malvinas Argentinas. Lo que la EPE plantea es que desde la Estación Transformadora en San Francisco (Córdoba) salgan líneas de 132 kV hacia el sistema santafesino, “lo que permitirá dar redundancia a la red en dicho nivel de tensión, mejorando la calidad, confiabilidad y ampliando la capacidad disponible de la región” pero además tal como sucede con el caso antes descripto “esta infraestructura desplazará el uso de combustibles en las centrales térmicas de Rafaela y Ceres”, indicó la empresa santafesina oportunamente.
Lo que no figura
En la resolución señalada no figuran otros dos pedidos de la EPE, para una línea entre Ramallo (provincia de Buenos Aires) y Villa Constitución (Santa Fe) para que se considere la fábrica de laminados industriales en esa ciudad, que demanda alta potencia.
Lo mismo sucede con la línea de alta tensión en 132 kV que viene de San Nicolás (Buenos Aires) a territorio santafesino y “se encuentra fuera de servicio por orden del Ente Regulador Nacional de la Electricidad” porque “se encuentra con su franja de servidumbre administrativa de electroducto intrusada en la provincia de Buenos Aires. Por tal razón, fue necesario construir un by pass de emergencia en ese nivel de tensión, para tener un recurso adicional para situaciones de contingencias”, según el informe de la EPE ya citado.
Estos otros dos pedidos de la compañía santafesina a la Nación no son en 500 kV (que se corresponde a esos gigantes de metal que pueden verse en las rutas) sino a obras más chicas, también imponentes, pero en 132 kV. En rigor, en esa capacidad de transporte no hay obras para Santa Fe, solo se contemplan las jurisdicciones donde el transporte es para varias provincias chicas, como Transnoa y Transnea, que operan esos mercados en noroeste y el noreste argentino, así como en Cuyo y la Patagonia.
Santa Fe (como Córdoba y otras provincias) allí no figura, sin embargo, hay 30 emprendimientos correspondientes al “Plan de Expansión del Sistema de Transporte de Energía Eléctrica por Distribución Troncal” con líneas en 132 y estaciones transformadoras para la parte menos poblada de la Provincia de Buenos Aires.
Mejorar estaciones transformadoras
Uno de los cuatro anexos de la resolución indica qué estaciones transformadoras deben ser readecuadas y allí hay dos trabajos para ejecutar en territorio santafesino, en el ámbito del transporte de la energía, que como con las líneas de alta tensión no debe confundirse con las instalaciones de la EPE.
La más importante de es la Estación Transformadora Rosario Oeste de 500 a 132 kv que demanda unos 26 millones de dólares. En la lista la más cara es una nueva ET para San Juan, a construir de cero, que requiere 34 millones de dólares, lo que da una idea de la inversión necesaria para la ET en la ciudad santafesina más poblada.
La segunda, es una ET ubicada en la ciudad de Romang (San Javier) de 500 a 132 kv, que en cambio necesita de 6,5 millones de dólares para su readecuación.