(Por Ignacio Hintermeister) – Los productores sojeros liquidaron hasta el momento US$2.031 millones en el marco de la tercera edición del Programa de Incremento Exportador, que contempla un tipo de cambio diferencial para ese sector. Así lo señaló un informe de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires; en los cálculos de la Bolsa de Comercio de Rosario, la cifra alcanza a US$2.066 millones hasta este lunes inclusive.
Por el dólar soja se liquidaron unos 2.066 millones de dólares
La BCBA detalló que las toneladas de soja que se llevan negociadas a través de ese Programa son, hasta el momento, 37% menores al registro de la edición anterior, que se llevó a cabo en diciembre, y se ubican 74% por debajo de la primera, que se concretó en septiembre de 2022.
Para la soja, el dólar diferencial estará vigente hasta el 31 de mayo de este mes, “incluidas operaciones con precio en pesos ‘a fijar’ con posterioridad a ese momento”. Para las economías regionales, la ventana de oportunidad seguirá abierta hasta el 30 de agosto. Las cifras de liquidaciones todavía están muy lejos de los US$ 4 mil millones por soja, y otros US$ 2 mil millones por el resto de las economías regionales, que esperaba el ministro de Economía, Sergio Massa, cuando anunció el plan.
En términos de liquidación de divisas, en base a datos del Mercado Electrónico Abierto, se liquidaron US$111,34 millones durante el viernes último, acumulando un total de US$2.031 millones desde el restablecimiento del Programa, a mediados de abril último.
El Programa de Incremento Exportador establece un tipo de cambio de $300 por dólar para las exportaciones de la oleaginosa hasta el 31 de este mes. La entidad puntualizó además que, a lo largo de la rueda anterior (el viernes 5 de mayo) las operaciones registradas de soja llegaron a las 326.021 toneladas.
De ese número, 215.031 toneladas correspondieron a operaciones que se concertaron durante ese mismo día, mientras que las restantes 110.090 toneladas corresponden a aquellas operaciones negociadas durante el viernes, pero que se concertaron previamente.
Respecto a los precios del viernes, los contratos en pesos y dólares concertados el mismo día promediaron los $100.968 por tonelada y US$377 por tonelada. Durante septiembre y diciembre de 2022, momento de las dos ediciones pasadas del denominado dólar soja, se registraron declaraciones juradas de exportación por unos 17,16 millones de toneladas de las 40,23 millones emitidas durante ese año.
Con el nuevo programa, se informaron el viernes 396.992 toneladas distribuidas en 63.901, 40.000 y 293.091 de aceite de soja, soja y subproductos de soja, respectivamente.
A pérdida
Este lunes, el Banco Central compró US$ 35 millones $ 300 en el marco del dólar soja, en la pretensión de acumular reservas, y vendió US$ 28 millones en el MULC, en su intento por contener el precio de la divisa. “Eso da como resultado una compra neta de US$ 7M a $ 593,06 por dólar (prorrateando la emisión sobre la compra neta)”, calculó el economista Salvador Vitelli. El esquema de comprar caro y vender barato -del PIE III- da una pérdida de $140.716 millones en el balance del BCRA, y supone una emisión de $226.436 millones, que presionarán a la suba de la inflación.
Casi sin reservas líquidas
Al Banco Central le quedan apenas unos u$s1.300 millones en reservas internacionales líquidas por lo que le resultará muy difícil poder anclar expectativas ante los mercados, estima la consultora Sarandí. “La posición de reservas tocó su nivel más bajo desde inicios del 2022. Con nuestros números los dólares de libre disponibilidad apenas superan los U$S 1.300 millones, pero otras estimaciones las posicionan en zona neutra o levemente negativa”, señala la consultora que dirige el economista kirchnerista Sergio Chouza..
En su informe semanal señaló que esta es una “etapa crítica del año por las dudas sobre la estabilidad financiera y la consistencia del programa macro” y que “la cercanía con la etapa electoral agrega ruido en un mercado que desconfía sobre la voluntad del gobierno para adecuarse a criterios básicos de prudencia fiscal”.
“En el medio de todo esto la sequía restringió la capacidad de pago en moneda extranjera, en el marco del primer año de desembolsos netos con el FMI”, indica el reporte. En ese sentido, señala que “la posibilidad de reformulación del cronograma de desembolsos y pagos se vuelve algo cada vez más concreto, conforme otras estrategias se disipan”.
Por eso, indica que “en cualquier caso, las importaciones mensuales están únicamente sustentadas por el flujo de cobros de las (menguadas) exportaciones de bienes”.
“La reciente medida para ampliar los plazos de autorización de pagos de servicios y fletes por el sistema SIRASE fue la exteriorización del grado de emergencia de la situación actual”, dice el reporte, el cual plantea que esa medida “se suma a las restricciones ya vigentes para los pagos cash de bienes a partir de determinado umbral y para la cancelación de deuda privada por la vía del MULC, además del severo cepo para la remisión de utilidades”.
“Con un Banco Central famélico de dólares es imposible anclar las expectativas. El mercado huele sangre y sabe que la capacidad del Gobierno para hacer frente a una corrida sigue siendo muy limitada por la falta de poder de fuego y las restricciones”, advierte la consultora.