Janet Leight asesinada en la ducha. Alien emergiendo del vientre de John Hurt. Robert De Niro hablando al espejo. Robert Duvall disfrutando del olor del napalm por la mañana. Humphrey Bogart diciéndole a Ingrid Bergman “Siempre nos quedará París”. Henry Thomas volando con su bicicleta junto a ET. La lista de escenas icónicas del cine es larguísima, pero hay algunas que no pueden faltar, como las que se acaban de repasar. Y se podría sumar la secuencia de King Kong luchando con los aviones en lo alto del Empire State Building, de una fuerza inusitada.
¿Por qué King Kong sigue fascinando a nuevas generaciones?
Este año, la película de Merian C. Cooper, Ernest B. Schoedsack cumplió 90 años desde su estreno, que se produjo el 7 de abril de 1933. Y el impacto duradero que logró, hace que la plataforma Netflix haya decidido estrenar, el próximo 22 de junio, una serie animada que toma como base el universo generado en torno a la leyenda del simio gigante pero lo expande hacia otros territorios. Básicamente, esta coproducción entre Estados Unidos y Japón narrará las aventuras de un grupo de náufragos que quieren escapar de la isla en la cual habita, precisamente, King Kong junto a varios animales prehistóricos.
La pregunta que sigue es: ¿Cómo se explica la vigencia de un personaje cuyo ‘debut’ en el cine se remonta a casi un siglo atrás? Un primer aspecto a considerar es que, en su momento, King Kong implicó una utilización de efectos especiales nunca vista. Introdujo en la industria la técnica del stop-motion, que brindó la posibilidad de animar a Kong de una manera realista.
Asociado a esto, la película generó un fuerte impacto en el público a través de sus escenas de acción, que vistas en perspectiva son tan espectaculares como las que propondría seis décadas después Steven Spielberg a través de los dinosaurios de “Jurassic Park”. En este sentido, hay que señalar que las películas de aventuras y monstruos (la de Spielberg incluida) están en deuda con “King Kong” que propuso los pilares centrales del género. Todas las “criaturas prehistóricas” que poblaron el cine, desde Godzilla hasta los Kaiju de Guillermo del Toro, tienen algo que ver con el rey de la Isla Calavera y su vínculo con el mundo de los humanos.
El otro gran activo de la película de 1933 es que fusiona con ingenio aventura, fantasía y tragedia. Y despliega, por si esto fuera poco, una de las historias de amor más citadas y parodiadas de la historia del cine: la de la rubia Anne Darrow (interpretada por la actriz Fay Wray) con el propio Kong. Lo cual da pie a una de las frases más recordadas, justamente la que cierra la película. Una vez que Kong es abatido, uno de los personajes dice: “Bueno, Denham, los aviones lo mataron”. Y éste, que ha sido el principal impulsor de la aventura, le contesta en un rapto de lucidez: “No, no fueron los aviones… fue la Bella quien mató a la Bestia”.
Las versiones que siguieron
El aura de King Kong mantuvo su fuerza durante décadas. En 1976, John Guillermin realizó una remake protagonizada por Jeff Bridges y Jessica Lange y en 2005 Peter Jackson, tras el éxito de la saga de “El señor de los anillos” generó otra versión que, a pesar de su tecnología avanzada, es muy respetuosa con la historia original. Además de estas versiones principales, existen otras adaptaciones y spin-offs. Las más recientes son “Kong: Skull Island” (2017) y “Godzilla vs. Kong” (2021).
Tal vez, el hecho de que en 2023 se continúe buscando en Kong materia prima para generar productos audiovisuales tenga que ver con cómo el personaje logra conectarse con temáticas universales como el poder, la fuerza de la naturaleza, la fragilidad de la condición humana, los límites del conocimiento. Aunque también la respuesta puede ser mucho más simple: como aseguró Charles Cassady Jr. “se mueve a un ritmo frenético y es muy entretenida”.