Prisión domiciliaria para el jefe de inspectores de Reconquista
El juez Martelossi autorizó un botón de pánico para las víctimas, tobillera electrónica y un dispositivo de geolocalización para el acusado. También reglas de conductas habituales.
El abogado defensor, Dr. Roberto Pagura, explicó que “pidieron una pericial para que se establezca que el imputado estaba disponiendo de una preventiva en la policía y tenía riesgo médico. El juez estableció que lo vea el médico forense, pero como está de licencia, lo vio el médico policial. El día miércoles tuvimos la audiencia, donde estuvo Bianchini y yo, como abogados de la defensa, el doctor Parquet, y el médico Salinas, que era el perito”.
Agregó que “le hicieron la pericia y el médico determinó que no eran las condiciones necesarias por el riesgo psiquiátrico y cardiológico que tiene el acusado de estar preso en la comisaría”, por lo que el magistrado definió que “siga preso, pero en la casa”.
Pagura afirmó que “la fiscalía y la gente del CAJ, que patrocinó a las víctimas, pedían más pericial, querían que otro médico especialista, a lo que a nosotros nos opusimos, nos parecía innecesario. Decían que Salinas no tenía en su carácter de médico las condiciones necesarias para que dicte ese examen, nnosotros creemos que si”.
“Otra de las discusiones fue que era muy cerca la casa de una de las víctimas, de 750 metros más o menos, de donde vive el detenido al de las víctimas, que las perimetrales son de 200 metros, inclusive de 300. O sea, es imposible él que no puede salir de la casa, vaya y amedrente a las víctimas”, sostuvo el abogado.
Por último, subrayó que “su señoría le dijo que no nos puede llamar por teléfono, no puede comunicarse ni por telegram, ni por instagram, ni por cualquier vía. O sea que ahora él se va a ir a su casa detenido y no va a poder salir de ahí. Y en su celular se va a poner una geolocalización para saber si está o no está en su casa. Y bajo la guarda de su esposa”.
Las presuntas víctimas que denunciaron al funcionario de 58 años y con un puesto encumbrado en la Dirección Municipal de Tránsito, son PBL, de 37 años, y JAR, de 36 años.
Los hechos expuestos por las agentes municipales fueron haber sido víctima de acoso sexual, y manoseos, quien además la habría obligado a que le practicara sexo oral; y haber sido víctima de acoso sexual y hostigamiento, respectivamente.