Prometen “más compensaciones” a productores porcinos que no recibieron nada
(Por Juan Manuel Fernández) – La nueva promesa del gobierno nacional de compensar el perjuicio que causó el “dólar soja” a los productores porcinos cayó como una broma de mal gusto en el sector, dado que -aseguran- todavía están esperando que les lleguen los beneficios anunciados a comienzos de año tras la implementación de la segunda versión del tipo de cambio diferencial para la oleaginosa (que rigió entre noviembre y diciembre de 2022).
Javier Brunet, gerente de Apporsafe (Asociación de Productores Porcinos de Santa Fe), dijo que la noticia “genera sensaciones encontradas”, pero sobre todo más incertidumbre que respuestas. Sería, dijo, “uno de los parches” que se vienen implementando como “supuesta asistencia” a los productores. “Todavía no se hicieron efectivas las compensaciones de dólar soja II de octubre del año pasado”, protestó.
La reacción surgió luego de que, el pasado miércoles 3 de mayo, la Secretaría de Agricultura de la Nación anunciara que “reabrirá” el Programa de Fortalecimiento Productivo Argentino para productores porcinos. Ese día, al término de una reunión con la Cámara Argentina de Pequeños y Medianos Productores Porcinos (CAPEMPPOR), el secretario Bahillo informó la posibilidad de abrir una nueva edición de las compensaciones al sector porcino.
A mediados de enero, se había anunciado que los productores de carne porcina de menos de 1.000 madres recibirían una compensación de $30.000 por tonelada de soja, o sus equivalencias en subproductos o alimento balanceado, compradas entre el 28 de noviembre y el 30 de diciembre del 2022, estableciendo un tope máximo de $5 millones en el monto a compensar. Se dijo que el 98% de los productores se beneficiarían de la medida.
“Estamos a la expectativa de que, de una vez por todas, se pueda ejecutar”, dijo Brunet. Aunque “con una devaluación que licuó la compensación en sí misma”, no sólo por la depreciación del peso sino por la suba de costos en dólares, consideró que tendrían una utilidad acotada. “Es una tormenta perfecta que las compensaciones no van a poder solucionar”, dijo sobre el momento que vive el sector.
Apporsafe, señaló el gerente, impulsó a los productores a registrarse para el cobro de las compensaciones, que por escala productiva alcanzaría a la mayoría. “El trámite fue relativamente simple; una primera impresión bastante positiva”. Pero la ilusión se fue desvaneciendo con el retraso y la aceleración inflacionaria; a lo que se suman las trabas a las importaciones, que impiden incorporar insumos y tecnología, así como desconocer “a qué precio se tendrá que reponer la materia prima que se está consumiendo”.
Santa Fe, con el 20% de la producción nacional, es la tercera provincia en producción, detrás de Bs.As. y Córdoba. “Hay una buena atomización” de los productores, dijo Brunet, en su mayoría pequeños y medianos, principalmente en el centro sur provincial. “Son a quienes les pegan más fuerte estas crisis económicas, porque tienen menor espalda financiera“. Por esta razón muchos “fueron desapareciendo” o sumándose a sistemas integrados. Son pocos quienes tienen más de 1.000 madres, pero aportan el mayor volumen de producción.
El directivo reflexionó acerca de los beneficios de la actividad, como generar valor agregado en origen a partir de la conversión de grano en carne. Pero lamentó que -los funcionarios- “muchas veces se llenan la boca de expectativas y deseos, pero pocos están dispuestos a implementar a nivel general“.
A su criterio, “lo más triste, es que retrasa el desarrollo” del sector y su entorno. “Tenemos todo preparado para dar un salto de calidad”, dijo, por ejemplo, con genética, tecnología, equipamiento, insumos y recursos humanos calificados. “Pero no lo podemos hacer porque Argentina nos lleva y nos trae en sus ciclos económicos y el productor siempre en el medio, que tiene que hacer malabares para sobrevivir”. Y cerró: “es una picardía que estemos empantanados”.