Proponen que los presos puedan reducir sus penas a cambio de donar sus órganos y médula ósea. El proyecto fue planteado en el estado de Massachusetts, en los Estados Unidos. La iniciativa plantea profundas dudas éticas y legales sobre la presión indebida que esta medida pueda poner sobre aquellas personas que se encuentran desesperadas por la libertad.
Proponen que los presos reduzcan su sentencia a cambio de donar sus órganos
El proyecto que se propuso para el estado de Massachusetts, en los Estados Unidos, podría entrar en conflicto con la ley federal, la cual prohíbe la compra o venta de órganos humanos o intercambiarlos por una “contraprestación valiosa”.
Según el texto, se crearía un Programa de Donación de Médula Ósea y Órganos dentro del Departamento de Correccionales del estado para permitir que las personas encarceladas reciban una reducción en su sentencia de entre 60 días y un año, con la condición de que hayan donado médula ósea u órganos.
La iniciativa plantea interrogantes sobre cómo las prisiones podrían cuidar adecuadamente la salud de los reclusos que pasan por el quirófano para donar órganos. Algunos críticos llegaron a calificar la idea de coercitiva y deshumanizante, a pesar de que el proyecto se plantea como una respuesta al encarcelamiento excesivo de personas de ascendencia hispana y negra, y la necesidad de igualar los donantes en esas comunidades.
La iniciativa de Massachusetts crearía un comité para decidir la cantidad de médula ósea y órganos que deben donarse para conseguir una reducción de sentencia. El proyecto establecería un máximo de “reducción de no más de 365 días” en la sentencia de cualquier preso que participe en el programa. Al Departamento de Correccionales se le prohibiría recibir pagos por donaciones de médula ósea.
Controvertido debate
La necesidad de órganos para salvar vidas es grande: hay más de 4.600 personas en Massachusetts y casi 106.000 en Estados Unidos en espera de un trasplante de órganos. Un 28% de los habitantes de Massachusetts se identifican como negros, hispanos o latinos, según los datos recopilados por Organ Procurement and Transplantation Network.
Pero los críticos dicen que el proyecto presentado en la Cámara de Massachusetts lo aborda de manera equivocada.
George Annas, director del Centro de Derecho, Ética y Derechos Humanos de la Facultad de Salud Pública de la Universidad de Boston, rechazó la iniciativa. Dijo que ofrecer reducción de sentencias a cambio de órganos no solo no es ético, sino que también viola la ley federal. En su opinión, reducir una pena de prisión es el equivalente a un pago.
“No puedes comprar un órgano. Eso debería poner fin a la discusión”, dijo Annas. “Es una compensación por el servicio. ¿No explotamos lo suficiente a los prisioneros?”
El representante estatal demócrata Carlos González, otro de los impulsores del proyecto de ley, defendió la propuesta y remarcó que es un programa voluntario. También dijo que él está abierto a establecer una política que permita a los reclusos donar órganos y médula ósea sin el atractivo de que les reduzcan la sentencia. Agregó que actualmente no existe una ley en Massachusetts que impida a los condenados donar órganos.
“No es un quid pro quo. Estamos abiertos a establecer políticas sin incentivos”, dijo González, y agregó que es “crucial respetar la dignidad humana y el albedrío de los presos al respetar su elección de donar médula ósea o un órgano”. García y González son miembros de las bancadas Negra e Hispana de Massachusetts.
En 2007, Carolina del Sur propuso un plan similar, pero después de las críticas a la propuesta, el estado creó un programa de donación voluntaria de tejidos y órganos para los presos sin ofrecerles reducción de sentencias. Los presos federales pueden donar órganos, pero solo si el receptor es su familiar.