Pusineri: “Estamos en los primeros pasos hacia la nueva normalidad”
Más aperturas, aforos menos reducidos, presencialidad plena en las escuelas y convocatoria a agentes del Estado a retomar (salvo excepciones) sus tareas “in situ” son las pautas que vienen marcando en las últimas semanas otro clima luego del cierre total y luego parcial que significó la gestión de la pandemia por Covid-19. Aún en medio de la inminente circulación comunitaria de la variante Delta y la expectativa por la campaña de vacunación, la lista de actividades que se mantienen restringidas es mucho, pero mucho más corta que la de actividades habilitadas.
¿Ya podemos hablar de pospandemia? ¿Vamos hacia una nueva normalidad o ni hará falta ese adjetivo? ¿Qué saldo dejó la pandemia en materia laboral?
Sobre estos temas, El Litoral dialogó con el ministro de Trabajo, Empleo y Seguridad Social Juan Manuel Pusineri, vocero, desde hace varias semanas, de las nuevas aperturas y de las anteriores restricciones motivadas por el comportamiento del nuevo coronavirus. De la charla surge que la mixtura entre lo conocido y lo nuevo será el concepto que impregnará las relaciones laborales, y que el cumplimiento de los protocolos que posibilitaron la progresiva salida del aislamiento serán garantía de nuevas aperturas. Tal como ocurre en la entrevista: presencial, con saludo de puños, distanciamiento y mate sobre la mesa. Pero sin compartir.
– Con las últimas aperturas y el avance de la vacunación, ¿ya podemos empezar a hablar de la pospandemia?
– A mayo-julio del año pasado la pandemia trajo a la provincia la pérdida de, por lo menos, 40 mil puestos de trabajo registrados y no registrados. Eso llevó a que en el peor momento estuviéramos bordeando el 20 % de desocupación en un proceso que empezó a revertirse a partir de la aplicación de los protocolos para la actividad económica. Con la posibilidad de que vuelvan al trabajo, sobre todo en sectores económicos importantes como la industria y la construcción, se verificó una progresiva mejora en los indicadores tanto en actividad como en empleo.
En el primer trimestre de este año el empleo perdido durante la pandemia se había recuperado en la provincia pero con características heterogéneas: algunos sectores como industria y construcción registran, incluso, mejores indicadores que antes de la crisis sanitaria. Eso es producto de que la instancia económica y macroeconómica nacional favorece esas actividades, tenemos un esquema de aperturas al mundo que apoya a la industria nacional, particularmente sectores afectados como el textil, calzado, cuero, y las posibilidades de financiamiento también son diferentes. Y, por otro lado, hay sectores que siguen aun hoy afectados por las restricciones sanitarias: turismo, gastronomía (ahora en menor medida), espectáculos públicos, eventos. Esos sectores dependen, para funcionar, de la situación sanitaria. No obstante, en gastronomía se empieza a ver una recuperación y, de la mano de la vacuna, estamos en los primeros pasos de la pospandemia. No veo posibilidad de regresar a esquemas de cierres tan estricto.
Aún teniendo la cepa Delta que no se sabe cómo va a impactar, volvió la presencialidad, vuelven los espectáculos y vamos a tener pruebas piloto con salones de eventos para que puedan funcionar de la forma más parecida a lo que fueron. Son rubros que siempre fueron empleadores intensivos, y es un empleo que se destruye rápido pero también se recupera rápido.
– ¿Vamos hacia una nueva normalidad o a la normalidad anterior a la pandemia?
– Creo que vamos a estar en una nueva normalidad porque el virus no va a desaparecer, con lo cual muchas de las cosas que hicimos este tiempo para cuidarnos van a seguir permaneciendo.
– Va a ser fundamental que se sigan cumpliendo los protocolos.
– Que se cumplan los protocolos, que se respeten las instancias de higiene y distanciamiento. Pero va a ser una nueva normalidad más parecida a la vida laboral, social y económica que tuvimos antes de la pandemia. Estamos dando los primeros pasos hacia ese lugar.
– Las escuelas volvieron a la presencialidad plena, ¿podemos pensar que todo va a volver a esa instancia en los ámbitos laborales?
– La idea es facilitar las instancias presenciales, tanto en la actividad privada como en al pública. De hecho, tanto en Nación como en provincia se convocó a las personas vacunadas a la presencialidad. En la cuestión del teletrabajo, pese a que se dijo que venía para quedarse, vamos a ir a una modalidad mixta. El teletrabajo va a tener una mixtura con presencialidad y virtualidad; eso es lo que va a predominar, más allá de instancia plenas de una y otro.
– Hay una ley que le da marco al teletrabajo.
– Si, pero lo que venimos aplicando hasta ahora es la norma de la pandemia que indica, por ejemplo, qué grupos de riesgo van a teletrabajo. En cambio la ley es para todos y hay reglamentaciones que intentaron resolver algunas cuestiones que quedaban en zona gris.
La mayoría del trabajo se va a realizar en forma presencial porque muchas actividades necesitan el contacto y eso va a seguir existiendo, pero habrá una mixtura con el trabajo a distancia, mayor desarrollo de la tecnología y una posibilidad más grande de efectuar el trabajo a distancia.
– ¿Dejó alguna “ganancia” la pandemia? ¿Algún aspecto que se descubrió o se potenció, por ejemplo, en la gestión pública?
– A nivel público y en el tema de la tecnología y conectividad, puso en evidencia cómo estamos. Cuando decimos que la provincia no tiene buenos niveles de conectividad es porque lo empezamos a ver, justamente en la necesidad que reveló la pandemia. Hay otro activo que tiene que ver con facilitar trámites digitales para el público: si bien era uno de los desafíos que venía teniendo el Estado, esa práctica se aceleró en la pandemia pero necesitamos tener el financiamiento y la legislación para mejorar la conectividad.
– A esta altura, la lista de las actividades que aun no se habilitaron es mucho más corta que la de actividades ya abiertas. ¿Hay muchos sectores que aún están dependiendo de la ayuda del Estado?
– Claramente todo lo que tiene que ver con las intervenciones de Desarrollo Social nacional y provincial con programas, tarjetas y ayuda alimentaria. Allí el objetivo que nos venimos planteando es que muchos de esos planes se puedan ir volcando al trabajo formal. Para eso pusimos en marcha programas de capacitación y tenemos en marcha un proyecto para ver cómo trabajar en relación con la obra pública provincial, aunque sea un porcentaje. Es uno de los desafíos más importantes que tiene Santa Fe y la Argentina: no es un proceso que se inicia y termina rápidamente pero sí es el momento para encararlo.