Quetglas y Sanabria brillaron en la presentación del Plan Estratégico
El último sábado, en la sala Borges del Centro Cultural Municipal, el intendente Leonel Chiarella, junto con los equipos técnicos, encabezaron la presentación del Plan Estratégico Participativo (PEP), que en en su último tramo se coronó con el atractivo panel que protagonizaron Fabio Quetglas, diputado nacional y Magister en Gestión de Ciudades y Desarrollo Local, y Cesar Sanabria, militante social del barrio 31 de la Ciudad de Buenos Aires, arquitecto y docente de la UBA. Mientras que en el rol de entrevistadores se desempeñaron la subsecretaria de Participación Ciudadana y coordinadora del PEP, Sofía Galnares, y el autor de esta nota.
Sueños por construir
“Las ciudades más adecuadas para la planificación son las del tamaño de Venado Tuerto, porque ya tienen una historia, una identidad, pero aún pueden moldearse. Hay otras que son imposibles de transformar desde su matriz de organización urbana, porque a veces ni espacio disponible tienen, en cambio en esta ciudad aún hay sueños por construir”, destacó Quetglas en los primeros instantes de la entrevista realizada en un coqueto living montado en el escenario de la sala Borges.
“En este acto, en los discursos y en el video, hubo referencias a dos palabras: inclusión y sueños. Y recuerdo que desde muy chico, mi sueño era que mi barrio, el ‘Carlos Mugica’, pudiera integrarse al resto de la ciudad. Ese sueño lo tenía cuando era albañil y cartonero, y lo afiancé más adelante, cuando pude estudiar y recibirme de arquitecto en la UBA. Siempre creí que se podía mejorar el lugar de pertenencia y empezamos a generar proyectos en un trabajo comunitario, hasta lograr una Ley de Urbanización en 2018″, describió Sanabria.
Más adelante, Quetglas señaló: “Así como los sueños son el combustible de la planificación, también es cierto que las sociedades y las organizaciones planifican cuando asumen la restricción, cuando se dan cuenta de que no tienen ni todos los recursos, ni todo el tiempo ni todas las capacidades ni todas las posibilidades, cuando uno asume que tiene que hacer algo y no puede hacerlo todo. La planificación está asociada a los sueños y también a la restricción, tiene el sí y tiene el no. Es algo así como el paso de la adolescencia a la adultez; en la adolescencia nos creemos omnipotentes, pero eso puede derivar en sueños irrealizados; para Venado, ser algo, puede ser, a la vez, dejar de ser otro algo, pero hay que realizarse siendo algo”, enfatizó y recordó que “no hay plan sin revisiones periódicas, si escribimos un documento final y luego no lo evaluamos, hicimos literatura, no un plan”.
Participación ciudadana
Cesar Sanabria: “Es muy importante que el vecino se involucre, participe y reclame. Aunque sea con pequeños aportes, debe manifestar sus necesidades”.
“Es muy importante la participación ciudadana en la planificación urbana, que en la teoría comienza por el plan, sigue por la construcción y termina en el vivir. Pero cuando uno habita en barrios populares, sucede a la inversa: primero se vive, después se construye y al final se planifica. Y ahí es donde se observa un mayor involucramiento de los vecinos en busca de acceso a la tierra y más servicios. Aunque sea con pequeños aportes, deben manifestar sus necesidades”, arengó Cesar Sanabria, primer arquitecto del barrio 31 y también periodista.
“Como un gobierno local sólo tiene algunas facultades, hay que definir los objetos del plan para evitar frustraciones. Incluso hay muchas variables que son dependientes del nivel provincial o nacional, aunque siempre un plan le dará más potencia a la ciudad”, aseguró el diputado nacional de Juntos por el Cambio, y en la misma línea reforzó: “Como quiero mucho a estos planes, siempre busco cuidarlos, y en este sentido es clave ponerle un objeto, ser precisos en cuanto a qué se puede optimizar, por ejemplo, apuntar a favorecer la integración socio-urbana, la movilidad sustentable, la calidad de los espacios públicos, la prestación de los servicios públicos, la atracción cultural, pero distinto es poder influir sobre el nivel de empleo, por ejemplo, donde se puede incidir desde un municipio a través de la formación de recursos humanos, pero sin dudas es un rubro en el que un gobierno local no cuenta con las palancas para concretar transformaciones profundas”.
Más adelante, Quetglas sugirió invitar a los funcionarios provinciales para enterarlos de la planificación, porque seguramente se priorizarán proyectos que luego involucrarán decisiones desde Santa Fe. Asimismo, garantizó que una vez que la ciudad tiene un horizonte y define prioridades, ya “no se pide cualquier cosa a Provincia o Nación”, y cuando se acuerda una demanda, nunca será atribuible al capricho de un intendente. “Si el gobernante local tiene el aval de decenas de instituciones, que priorizaron dos o tres temas entre varias decenas, para un ministro no será fácil oponerse a ese pedido”, razonó.
Alimentos trazables y teletrabajo
Quetglas aludió a las ventajas que, entre tantos aspectos negativos, beneficiarían al país y a Venado Tuerto en la nueva normalidad que se avizora en la pospandemia, y que ligó con la trazabilidad alimentaria y el auge del teletrabajo. “El mundo pospandémico será el mundo de los alimentos trazables, porque quedó expuesta nuestra fragilidad biológica desde que un virus respiratorio confinó a 3.500 millones de personas. El sistema económico mundial, que tanto temía a la fragilidad geopolítica o hidrocarburífera, hoy atiende la fragilidad biológica, y el mundo de los alimentos trazables es una oportunidad magnífica para Argentina y en particular para Venado”, dijo el consultor. Y estimó además que “hacia 2035 tendremos un cuarto de la fuerza laboral con la posibilidad de trabajar el 70 u 80 por ciento del tiempo en sus casas. Yo mismo, si en mi actividad alcanzara con permanecer uno o dos días en Buenos Aires cada quincena o cada mes, podría vivir en Venado y trabajar a distancia. Y estos sectores, que van a ganar un 50 por ciento más que la media salarial, decidirán su mudanza en función de la calidad de vida ofrecida, es decir que se desatará una competencia entre ciudades por captar migrantes con buenos ingresos desde las grandes urbes. Y esa calidad de vida estará dada por la seguridad, la educación, la conectividad vial, entre otros factores”, sintetizó.
Al estilo Sarmiento, 150 años después
En el cierre, Quetglas recordó que Domingo Faustino Sarmiento, antes de asumir la Presidencia en 1868, visitó Chivilcoy, donde se desarrolló el modelo de ciudad que él había impulsado como funcionario de la provincia de Buenos Aires, con varias particularidades, como el trazado de las calles, la forestación, el tamaño de las quintas, las escuelas, la biblioteca popular, y en su discurso sostuvo que ‘la Argentina grande será la que produzca uno, dos… cien Chivilcoy’. Trabajando en estos temas, años atrás me encontré con Tandil, una localidad de vertiginoso crecimiento, donde conviven el turismo y la industria (tradicional y del conocimiento), con indicadores sociales muy auspiciosos y una calidad arquitectónica-urbanística muy buena en general, y todo eso no fue obra de un gobierno, sino de un proceso donde también estuvo involucrada la Universidad. Así, parafraseando a Sarmiento, suelo hablar de ‘uno, dos… cien Tandil’ y sin duda que Venado Tuerto puede ser una de esas cien Tandil que apuntalen la Argentina del futuro”, redondeó.
Más de 600 personas dieron un marco adecuado en el Centro Cultural al lanzamiento y disfrutaron de los conceptos de Fabio Quetglas y Cesar Sanabria.