Ramiro Huber: “Hacia una nueva normalidad”
Luego de tanto esfuerzo colectivo, de tantas limitaciones en las rutinas de nuestras vidas; luego de mucho temor y de llorar por la partida anticipada de amigos y familiares que no pudieron superar la enfermedad; después de tanto trabajo y riesgo que asumió todo el personal de salud; exhaustos, agotados, agobiados nos defendimos durante casi dos años del acecho del Covid.
Después de sucesivas y furiosas batallas, vacunas mediante, parece que la pandemia comienza a apagarse, a menguar, a suavizar sus ataques. La estamos doblegando. Aunque la realidad nos exige no relajarnos ni bajar la guardia, es notorio el descenso continuo de nuevos casos, la casi nula cantidad de hisopados positivos, la escasa cantidad de casos que requieren internación en cuidados críticos y la débil penetración que hasta la fecha muestra la variante delta.
El ejército colectivo de anticuerpos que cada uno de nosotros dispone, y que compartimos como comunidad, parece estar cumpliendo con el objetivo soñado.
Sin dejar de estar atentos a los acontecimientos diarios, y a los números que surjan de la vigilancia epidemiológica, es tiempo –como especie que habita este planeta- de construir colectivamente nuestra nueva normalidad. Y no se trata, a mi entender, de aprender a convivir con el virus ni asegurar la calidad y cantidad de vacunas para el año próximo… es mucho más que eso.
Se trata entre otras tantas cosas, de asumir nuestros errores como habitantes del mundo en nuestra relación con la naturaleza, de poner freno al consumismo enfermizo, al mal uso de las energías no renovables, a la emisión de gases que provocan el calentamiento global, a las injusticias sociales, a las desigualdades e inequidades, a los perversos métodos de dominación, a la intolerancia, a la violencia en sus distintas formas de presentación.
Si no somos capaces de cambiar el rumbo, si no somos a partir de ahora más solidarios, si no cuidamos en serio de este, nuestro gran hogar, si no somos capaces de garantizar un desarrollo humano sustentable y equilibrado, seguramente brotará una variante, otra cepa, algún otro germen, o alguna otra condición que hoy desconocemos, que quebrantará nuestra salud masivamente, y no siempre tendremos la posibilidad de sobrevivir.
Ojalá estemos aprendiendo la lección.