Raverta: “Está en riesgo que la jubilación deje de ser un derecho en la Argentina”
Por César Rodríguez
La directora ejecutiva de la Anses, Fernanda Raverta, advirtió que está “en riesgo que la jubilación deje de ser un derecho” si no se aprueba una nueva ley de moratoria previsional, reclamó a Juntos por el Cambio que dé respuesta a las 800 mil personas que necesitan jubilarse y no cuentan con los aportes exigidos y dijo tener esperanza en que los bloques opositores finalmente acepten “construir con debate” una norma que reemplace a la que perdió vigencia en diciembre pasado.
Al dirigirse a los legisladores del PRO, la UCR y la Coalición Cívica, exhortó a que tengan en cuenta que solo 1 de cada 10 mujeres y apenas 3 de cada 10 varones tienen los pagos al día porque -dijo- en la Argentina “es bien difícil” alcanzar tres décadas de aportes, “no sólo por las historias laborales particulares” sino también por la fluctuación de la economía.
“Es arbitrario pensar que algo que estaba absolutamente consustanciado en el sistema previsional deje de estarlo por un bloque político que no baja a discutir una ley y no da quórum”, sostuvo en una entrevista a María Aguirre de Agencia Télam.
Se refirió así al proyecto de moratoria previsional que actualiza un sistema que se aplica desde 2004 por decisión del entonces presidente Néstor Kirchner, que fue renovado en el 2014 durante el mandato de Cristina Fernández de Kirchner, y limitado en el 2017, en tiempos de gestión de Mauricio Macri.
“Lo que permite esta ley es, estando en actividad, saldar años adeudados hasta el 2012 y, si ya contás con la edad de jubilarte, saldar años adeudados hasta el 2008”, explicó la funcionaria.
Para la directora de Anses, el proyecto de moratoria previsional está enlazado a valores que dijo acuñar desde la infancia: la defensa de la “felicidad colectiva”.
Así como en el documental “La Guardería”, Raverta recordaba que “el concepto de justicia e igualdad te lo da la experiencia de lo colectivo”, en diálogo con Télam afirmó con orgullo que la Anses “es el corazón del Estado” porque “17 millones de personas reciben alguna prestación del organismo”, ya sea desde el embarazo de una mujer (trámite prenatal o asignación) hasta el momento de tramitar una pensión por un fallecimiento.
“Siempre acompañamos a las familias. Me gusta pensar que todos esos ingresos van a un lugar donde conviven varias personas, a una familia que se vincula a través de lazos amorosos pero, también, a partir de cómo resuelven sus necesidades”, analizó.
– ¿Cómo afecta a las 800 mil personas en edad de jubilarse que no sea sancionada esta ley de moratoria previsional?
– La idea de este nuevo plan de pagos es que hombres y mujeres que deben años de aportes puedan saldarlos con un plan de pagos. Lo que permite esta ley es, estando en actividad, saldar años que debas hasta el 2012 y, si tenés la edad de jubilarte, saldar años que debas hasta el 2008. Además, incorporamos y ampliamos la cobertura de las mujeres para que puedan computar años de aportes por tareas de cuidado. Se trata de volver a tener lo que tuvimos desde el 2004 hasta el 31 de diciembre pasado. La ley tiene que ver con conservar un derecho ya incorporado. Es muy arbitrario pensar que algo que estaba absolutamente consustanciado en el sistema previsional deje de estarlo y, mucho menos, por la arbitrariedad de un bloque político que no da quórum. Esta ley va a permitir que se jubilen este año 9 de cada 10 mujeres y 7 de cada 10 varones en edad de hacerlo, pero que no cuentan con los aportes. Pero además hay un capítulo (de la norma) que permite que unos 900 mil trabajadores todavía activos, que cuentan con sus propios ingresos, puedan saldar algunos de los años que deben (del pasado). Se trata de hombres y mujeres que deben menos de 10 años de aportes y, con esta ley, podrían saldar esa deuda hasta el año 2012. Y los que tienen la edad de jubilarse pueden cancelar años hasta el 2008. Esto servirá para que una enorme cantidad de argentinos pueda prever su futuro previsional. Pero además sirve para quienes quieran ayudar a jubilarse a sus padres y puedan cancelar deuda de ellos. Está bien difícil tener 30 años de aportes en Argentina, no sólo por las historias laborales de los argentinos y argentinas, sino también por la propia historia de la economía argentina.
– ¿Cómo define la negativa del interbloque de Juntos por el Cambio a debatir el proyecto de ley? ¿Lo considera parte del juego político parlamentario?
– Lo que corresponde es que cada uno diga lo que piensa de esta ley en el recinto porque así se construyen en democracia las decisiones parlamentarias. En este momento peligra que la jubilación deje de ser un derecho en la Argentina y que quede como una pensión no contributiva, que es lo que modificó el macrismo (Pensión Universal para el Adulto Mayor – PUAM). A quienes esperan resolver su situación les digo que estén atentos porque tengo esperanzas y sé que en algún momento los diputados de la oposición se van a dar cuenta de que hay 800 mil personas en Argentina que tienen que jubilarse este año de la mano de una moratoria y van a permitir discutir esta ley.
– ¿Si fracasa la vía parlamentaria, hay posibilidad de avanzar con un decreto presidencial?
– Más allá de las dificultades técnicas, prorrogar por decreto tiene una limitación: la ley que tuvimos hasta diciembre te permite cancelar deuda hasta el 2003. Por lo tanto, quienes cumplen 18 años hasta el 2003 tienen cada vez menos tiempo de cancelar deuda. Es una ley que, aún prorrogada por decreto, no da respuesta al problema de alcanzar los 30 años de aportes.
– ¿Qué considera clave a la hora de mejorar las prestaciones de la Anses?
– Para mejorarnos tenemos que llegar más y mejor a todos los lugares de la Argentina que necesitan nuestros trámites. Ya inauguramos nuestra oficina número 65 (de esta gestión). Es muy importante el anclaje territorial, el acercamiento a los vecinos, porque en algún momento todas las familias argentinas necesitan hacer un trámite ante este organismo. Porque en una familia de trabajadores registrados hay niños que reciben asignaciones y en las familias de desocupados hay Asignación Universal por Hijo; hay jóvenes que quieren estudiar y necesitan una ayuda, una beca Progresar; hay familias donde hay un mayor en edad de jubilarse que necesita un trámite y también hay familias que necesitan tramitar una pensión cuando fallece alguien. Me gusta pensar que todos esos ingresos que proporciona la Anses van a una familia que se vincula a través de lazos amorosos pero, también, a partir de cómo resuelve sus necesidades. Por eso, para nosotros, la Anses, es el corazón del Estado nacional.