Reconstruyendo parte de la historia de Venado Tuerto
La reconstrucción y la puesta en valor de la historia de Venado Tuerto para contribuir en la identidad de la ciudad es uno de los pilares fundamentales de la Secretaría de Territorialidad y Desarrollo Cultural del Municipio y eso queda plasmado en cada movimiento que realiza.
En este sentido y al ser Casa Histórica y Museo Regional “Cayetano Alberto Silva” uno de los espacios principales para lograr esa revisión y relato, es que el Gobierno local ha decidido intervenir fuertemente en varios aspecto, por una lado edilicio, recuperando la infraestructura que se ha visto afectada por el paso del tiempo y la falta de un mantenimiento adecuado, y organizativo, donde se incluye el reinventario de los cientos de objetos y la digitalización de miles de documentos que estaban allí guardados y que tienen un gran valor histórico.
“Desde el inicio de la gestión pusimos en marcha un plan de intervención en el edificio, para arreglar techos, acondicionar los diferentes espacios y mejorar los sanitarios, recibiendo para este último punto una importante colaboración del senador provincial Lisandro Enrico”, comentó Miriam Carabajal, secretaria de Territorialidad y Desarrollo Cultural, resaltado que en el rediseño también se incluyó la optimización del patio con el acompañamiento de profesionales del Colegio de Arquitectos.
El otro trabajo que se está llevando a cabo y que “a mí me da mucho orgullo” es encarar por fin el reinventario de todos los objetos que hay en el museo con la pretención de digitalizar la información. “Tenemos elementos que no están en los inventarios, otros que no los podemos encontrar ya sea porque están en préstamos y no fueron devueltos o por alguna faltante que desconocemos y que quedará en evidencia”, precisó Carabajal.
Por otro lado se han relevados más de 4 mil expedientes históricos desde el año 1956 en adelante, además de todo un proceso de conservación documental de la historia de Venado Tuerto. “Es muy interesante ver esa interacción que había entre el Municipio y los vecinos, además de encontrarnos con cuestiones que son parte del crecimiento y desarrollo de la ciudad, como por ejemplo la instalación de la primera calesita en Alvear y Saavedra, cuando aún era plaza o los reclamos para que pase el regador y la justificación de ese pedido era que no podían tender la ropa. Esto nos permite conocer como era el pueblo en esa época”, señaló.
Los documentos también permiten conocer los decretos municipales, la fundación y primeros pasos de instituciones, postura local ante situaciones nacionales y demás. Incluso se cuenta con material de 1890, plena etapa fundacional de Venado Tuerto.
El futuro
Miriam Carabajal también brindó detalles de los proyectos a futuro que tienen para el corto y mediano plazo: “Queremos que sea un Museo de puertas abiertas, pero no sólo en una expresión vacía sino, una vez que estemos en condiciones de volver a utilizarlo, tras las obras edilicias, tratar de generar actividades, atravesarlo por las infancias, que si bien hubo una experiencia, fortalecerlo en ese sentido, pensando en un espacio más lúdico, dinámico, interactivo. La idea es que circule gente, que vengan a conocerlo, hacer un acuerdo con el turismo de la ciudad, porque Venado Tuerto se está convirtiendo en una ciudad para recorridos fotográfico, atraídos por la llanura de nuestra región. Y después que todas las personas se acerquen a conocer la historia de la ciudad”. Y sentenció: “Este año me conformo con poder seguir avanzando con las obras y el inventariad, para luego empezar a abrirlo con actividades permanentes”.
La Casa Histórica
El Museo funciona en la casa que perteneciera al maestro músico Cayetano Alberto Silva, quien llegara a Santa Fe desde San Carlos, Uruguay, en 1898. Creador de la Marcha de San Lorenzo, Cayetano la ejecutaría por primera vez en este lugar, declarado Casa Histórica en 1972 por el Gobierno de la provincia de Santa Fe. En 1984, por ordenanza municipal se crea en este sitio histórico el Museo Regional y Archivo Histórico Cayetano Alberto Silva.
Cuenta con salas de historia urbana, otras dispuestas para muestras itinerantes, un espacio pensado para la infancia y una habitación ambientada en la época en que el maestro ideara y ejecutara la canción que le merecería reconocimiento. El subsuelo o sótano aún conserva las repisas que eran parte de la quesería que allí funcionaba. Patio cerrado, sala de música, espacio de archivo y la casa de la Banda Municipal que lleva el nombre Cayetano Silva completan este edificio emblema de la ciudad.