Refrigeración: el factor que organiza la logística de la vacunación Covid
Nancy Balza
El Litoral
Cuando el 28 de diciembre arribó a Santa Fe la primera partida de Sputnik V, la vacuna fabricada por el laboratorio ruso Gamaleya para inocular a la población contra el Covid-19, la temperatura de conservación parecía un verdadero desafío. El transporte de aquellas dosis se hizo, como se hace ahora, en conservadoras recubiertas en hielo seco y placas eutécticas, para garantizar la conservación a -21ª. Luego llegaron las pruebas para observar qué lapso demandaba descongelarlas, y hubo que diseñar un operativo para asegurar la colocación de las vacunas ya retiradas del frío en menos de dos horas.
Parecía muy complejo entonces, pero todo indica que en septiembre, cuando se estima que llegarán al país y a todas las provincias las primeras vacunas de Pfizer, habrá que organizar una nueva logística: estas son vacunas que demandan una temperatura de conservación de -70 a -90°C. Para recibirlas y cumplir con esta condición, la provincia adquirió diez ultrafreezers que en breve serán distribuidos en las cinco regiones de Salud para realizar las pruebas y aguardar, ya organizados, el ingreso de las 45 a 50 mil vacunas que le corresponderán a Santa Fe en este primer tramo.
Lejos de ser un dato menor, la temperatura o, para decirlo mejor, la refrigeración es un dato fundamental en la organización de la campaña de vacunación anti Covid. Sobre este tema, El Litoral dialogó con Ana Paula Milo, directora de Territorios Saludables del Ministerio de Salud de la provincia.
-Luego de la Sputnik V llegaron otras vacunas contra el Covid a la provincia. ¿Qué tienen en común y qué tienen de distinto en materia de logística?
-La primera vacuna que recibimos fue la Sputnik V que requiere una conservación de -20°C y tiene la particularidad de que debe ser descongelada al momento en que la utilizamos porque una vez descongelada tiene una durabilidad de dos horas como máximo. Esto lleva a repensar la logística no solo en el traslado y almacenamiento sino también en el acto vacunatorio, porque hay que calcular cuantas dosis descongelar previo al inicio del trabajo.
Para ello hay personas encargadas de los freezers que van descongelando en base a lo que llega. Otra particularidad de Sputnik V es que depende de la temperatura ambiente para descongelarse: si en verano esto llevaba entre 11 y 15 minutos, hoy (aún en invierno) puede llevar 40 minutos y ese dato lleva a que la previsibilidad sea mayor. Tampoco podemos descongelar la misma cantidad de dosis que de turnos otorgados: no se puede descongelar todo junto porque duran dos horas y a veces hay cierto grado de ausentismo.
Además, la distribución de Sputnik se hace con el operador logístico de cada localidad que entrega las dosis a cada vacunatorio donde se van a aplicar: desde Buenos Aires al vacunatorio de la capital provincial, y de la ciudad más lejana de la provincia.
AstraZeneca y Sinopharm tienen en común que pueden mantenerse en heladera de 2 a 8°C. La distribución de las dosis se realiza desde Buenos Aires, llega un porcentaje a Rosario y otro a Santa Fe, donde están las droguerías centrales, y desde allí se organiza la distribución; desde Rosario hacia la región de Venado Tuerto y localidades, y desde la Región de Santa Fe a Reconquista, Vera y Rafaela, y de allí a cada pueblo y ciudad.
Es el mismo proceso que se realiza habitualmente con cualquier otro tipo de vacuna o fármacos que hay que distribuir, con la particularidad de que la frecuencia es mayor. Como la conservación es en heladera convencional con refrigerantes, permite que en Rosario se entreguen las dosis a casi 80 localidades casi a diario, previa planificación.
Moderna fue la cuarta vacuna en utilizarse en esta campaña: si bien conserva a la misma temperatura que Sputnik, -20°C, tiene el beneficio que se puede mantener en heladera de 2 a 8°C hasta 30 días. Esto facilita la tarea porque, a diferencia de Sputnik que se debe distribuir a -20°C y descongelarla al momento de su colocación, con Moderna podemos hacer la distribución con una heladera convencional y refrigerantes teniendo el cuidado de que no transcurran más de 30 días para su colocación.
– Pfizer va a plantear un nuevo desafío…
-Cada vacuna (de cada laboratorio) ingresa con una ficha técnica donde constan los datos de conservación y aplicación y aún no tenemos los detalles de la que acompaña a Pfizer. Incluso dentro de la misma vacuna puede llegar con una nueva ficha técnica cuando se modifica el número de dosis: Sputnik V viene monodosis, bidosis o multidosis (5 aplicaciones). Entonces la ficha técnica es distinta en cada caso porque aparte de cambiar la presentación, varía la disponibilidad de espacio que se necesita para el almacenamiento.
Sí sabemos que esta nueva acuna que va a ingresar tiene la particularidad de que se conserva entre -90 a -70°C. Para eso la provincia adquirió diez ultrafreezers, que no es el freezer convencional que usamos para Sputnik V.
Por lo que sabemos puede durar hasta 15 días en un freezer de -15 a -25°C y se puede volver a congelar a -90 o -70°C. Además, puede permanecer 30 días en heladera, que es un beneficio. Pero esa ficha técnica es la que aporta todos los detalles. Mientras tanto, nos estamos preparando con la distribución de los ultrafreezers (que estarán en Rosario, Santa Fe, Venado Tuerto, Rafaela y Reconquista) en puntos estratégicos para ponerlos a prueba y que al momento de llegar la vacuna puedan ser utilizados.
Además, estuvimos hablando con gente de laboratorios y del Cudaio que trabajan con ultrafreezers para evaluar con qué elementos de protección personal conviene manipular estos productos: si se necesitan guantes especiales, antiparras antes de abrir el freezer, cuestiones que se aprenden sobre la marcha.
-¿El ingreso de cada nuevo laboratorio requiere que todos los vacunadores se vuelvan a capacitar?
-Sí, con cada nuevo ingreso de vacuna difundimos la ficha técnica para que se familiaricen. En forma cotidiana realizamos encuentros virtuales para analizar dudas: parece un dato menor pero si la presentación cambia de monodosis a bidosis todos tienen que saberlo para tener cuidado y que en la vorágine de este trabajo no se produzcan errores.
Por otro lado, las cajas vienen en diferentes idiomas: Sinopharm en chino, AstraZeneca en inglés, Sputnik V en ruso, y ahora están las de producción argentina que llega en nuestro idioma. Pero esto es recién ahora. Entonces, hemos trabajado con prospectos en varios idiomas y nada es obvio en materia de logística. El vacunador de la localidad más remota de la provincia tiene que saber si esa vacuna que va a colocar llegó en monodosis, bidosis o con qué características.
-¿Cuánto tiempo antes de que una persona sepa qué vacuna le están por colocar en el brazo, ustedes tienen esa información?
– Se conocen los convenios macro que hizo el país con cada laboratorio pero a veces nos enteramos de la noche a la mañana que sale un avión (a buscar vacunas) o que llega otro (con nuevas dosis). Y a veces nos enteramos a último momento qué presentación tiene esa vacuna. Hoy, la tecnología nos permite tener grupos de WhatsApp, cadenas de mails y otros recursos para compartir con vacunadores y vacunadoras de toda la provincia datos y experiencias.
Es una capacitación constante para garantizar la seguridad del paciente que es un concepto fundamental. Nosotros estamos “apurados” porque esta campaña avance y la pandemia termine, pero tenemos que ser muy cautos para garantizar esa seguridad.
La seguridad del paciente es fundamental y para que eso ocurra primero tiene que estar segura la persona que vacuna y para eso tiene que tener toda la información a disposición y un ámbito donde poder sacarse las dudas antes de tomar decisiones.