Robo, persecución y muerte en el noroeste de Rosario
El fiscal Patricio Saldutti imputó por doble homicidio simple a Diego Pablo C., el joven que en la tarde del jueves, tras ser asaltado cuando llegaba a la casa de sus padres en barrio Fisherton, persiguió, arrolló y mató a los ladrones, que se movilizaban en moto. El juez Román Lanzón hizo lugar al pedido y dictó la prisión preventiva por 60 días. Un video del desenlace fatal fue clave para la imputación, que tiene una pena de entre 8 a 25 años de cárcel.
Luego de la masiva marcha que se llevó a cabo en los primeros minutos de la tarde del sábado en el barrio donde ocurrió el hecho, se preveía que en la mañana de este domingo muchas personas se acercaran hasta las puertas del Centro de Justicia Penal, ubicado en calle Sarmiento y Virasoro, para dar su apoyo al joven automovilista y pedir su liberación.
Una tensa audiencia
Minutos antes de las 9, una importante cantidad de personas se congregó a esperar el resultado de la imputación. En el interior del recinto, vía zoom, el fiscal imputó a Diego C. por el homicidio de Diego Nicolás Quiroga García, de 25 años, y Luciano Escudero, de 29 años, a quienes arrolló con su camioneta en inmediaciones de Juez Zuviría y Navarro tras haber sido asaltado frente a su vivienda, ubicada a 6 cuadras, en Amuchástegui al 600.
En la audiencia, el fiscal Saldutti dio detalles de la mecánica del hecho, así como del relato de testigos y de policías que intervinieron en el caso. También mostró un video de una cámara de seguridad, que registró el momento en el que Diego C. se subió a la vereda y embistió contra los ladrones que iban en moto, para luego terminar impactando contra una columna.
El abogado de Diego C., Pablo Rajmil, cuestionó la calificación legal de la Fiscalía, remarcando que su defendido no tuvo intenciones de matar a los dos motociclistas y rechazó el pedido de prisión preventiva. En lugar de prisión, propuso medidas alternativas y ofreció un inmueble como fianza y a familiares del joven como garantes.
Tras escuchar ambas partes, el juez Román Lanzón hizo lugar al pedido de prisión preventiva del fiscal y estableció un plazo de 60 días. “El video es lo suficientemente claro como para ver que la acción no podría tener otro resultado que el que tuvo”, señaló el juez, quien aclaró que “habrá que profundizar cuál era su estado en ese momento”, en referencia al conductor de la camioneta.
Disconformidad
Tras conocerse la decisión, las personas que estaban en las puertas del Centro de Justicia mostraron su disconformidad, golpeando los vidrios del inmueble por más de 30 minutos, insultando al funcionario judicial y luego con un interminable aplauso, en el que varios de los presentes levantaron carteles pidiendo la libertad del joven. Tras la audiencia, el fiscal dio detalles ante la prensa de su decisión, con el eco de los golpes retumbando por todo el primer piso.
El fiscal dijo estar convencido de su decisión “en base a la materialidad y la evidencia” recolectada hasta el momento. Para Saldutti, el video fue una evidencia clave en la que se “la intencionalidad” del conductor de la camioneta, porque “se ve el momento final, donde la moto sube a la vereda y la camioneta sube por detrás, y los arrolla”, remarcó.
También mencionó que no hay prueba científica de que haya habido disparos en la escena del robo, y que no hay impactos de proyectiles ni en la camioneta, viviendas aledañas o el joven imputado. Lo que sí hay son testimonios de vecinos de calle Amuchástegui al 600, que vieron cómo los motociclistas se llevan la mochila.
Igualmente, aclaró que la calificación es provisoria, ya que deben realizarse otras medidas, entre ellas una junta médica –prevista para este lunes– para evaluar el estado en el que se encuentra el joven imputado. Y que en estos 60 días, la defensa “tiene la posibilidad de apelar la medida”.
Marcha multitudinaria
«Liberen a Diego»; «¡Justicia! ¡Seguridad!»; «Justicia por Diego»; «Libertad Ya» y «Basta de inseguridad», eran algunas de las decenas de pancartas que la gente llevaba, escritas en papel afiche y hasta cartones, bajo una intensa lluvia, en lo que fue una multitudinaria manifestación que tuvo lugar en las primeras horas de la tarde del sábado en barrio Fisherton.
Con pilotos, capuchas, paraguas y camperas, personas de todas las edades se congregaron en la rotonda de Wilde y Córdoba, emblemática esquina que distingue al barrio Fisherton, en la zona noroeste de Rosario y marcharon a paso lento por calle Córdoba, en dirección oeste-este, hasta el puente bajo avenida Circunvalación, donde reclamaron por la liberación del joven.
¿Qué pasó el jueves?
Diego C. había ido al centro de Rosario a realizar una operación cambiaria en una financiera. Volvía a la casa de sus padres, ubicada en Amuchástegui al 600, con una mochila que contenía 2 mil dólares y 2.400 pesos. Cuando estacionó la camioneta Chevrolet S10 en la puerta, se le aparecieron dos personas en moto. Bajo amenazas (se presume que al menos uno de ellos portaba un arma de fuego) le sustraen la mochila que contenía el dinero, además de su teléfono celular, y se dieron a la fuga en una moto Honda Titán de 150 centímetros cúbicos, de color roja.
El joven se subió a la camioneta y comenzó a perseguir a la moto por varias calles del barrio. En inmediaciones de Juez Zuviría y Navarro, a 6 cuadras de donde ocurrió el robo y a menos de 200 metros de la comisaría 17ª, el conductor de la camioneta arrolló a los dos motociclistas y terminó subiendo con la chata sobre la vereda, para terminar chocando contra una columna, lo que disparó los airbag del vehículo.
Como consecuencia del fortísimo impacto, uno de los motociclistas, identificado como Diego Nicolás Quiroga García, de 25 años, falleció antes de la llegada de una ambulancia, mientras que su compañero, llamado Leandro Escudero, de 29, sufrió múltiples lesiones y fue trasladado hasta el Hospital de Emergencias Clemente Álvarez, donde quedó alojado en el área de terapia intensiva, con custodia policial y falleció en la mañana del viernes.
Tras el choque y muerte, el joven fue retirado del lugar y un rato más tarde, su padre se acercó hasta la seccional 17ª, para contar lo sucedido y unos minutos después el joven fue hasta la comisaría y quedó detenido y a disposición de la Justicia.
Los familiares de Diego tuvieron que irse de la casa donde viven en barrio Fisherton, luego de que allegados y familiares de los motociclistas fallecidos fueran a amenazarlos.
El caso tomó amplia trascendencia mediática y en redes sociales, donde a medida que pasan las horas se multiplican los pedidos para que el joven sea liberado.
Carlos Retamal