(Por Emerio Agretti) – El presidente de la Corte Suprema de Justicia, Horacio Rosatti, exigió que se consulte al máximo tribunal antes de avanzar en reformas judiciales y remarcó que “el diálogo interpoderes es fundamental”.
Rosatti pidió reformas judiciales, pero basadas en el diálogo interpoderes
También afirmó que en los últimos años tomaron “decisiones que no han agradado al poder de turno”, pero enfatizó que el máximo tribunal no está “para hacer nuevas amistades, sino para cumplir la Constitución”.
El magistrado expuso este martes en el evento “Amcham Summit”, donde se refirió a las funciones constitucionales del máximo tribunal y cuestionó la multiplicidad de casos que deben resolver por año. En el auditorio lo escuchaban unos 150 líderes empresariales, junto a dirigentes políticos y sindicales, para participar de un debate sobre los desafíos del país y el compromiso de cada uno. En el auditorio hay unos 150 líderes empresariales.
“A la Corte argentina llegan muchos casos, muchos de ellos que no son fundamentales, sino que expresan la disconformidad de alguien que perdió un juicio en un tribunal inferior”, se quejó el también titular del Consejo de la Magistratura.
El presidente de la Corte Suprema, Horacio Rosatti, visitó el Juzgado Federal de Venado Tuerto
A modo de comparación, el santafesino indicó que “la Corte Federal de Estados Unidos analiza y resuelve en el año 80, 90, 100, 120 causas. El promedio de los últimos diez años en la Argentina supone la resolución de entre 12 mil y 21 mil causas”.
Y continuó: “Este rol de tribunal de garantías constitucionales se mantiene, pero además opera como tribunal revisor”. En ese sentido, el magistrado advirtió sobre el “cúmulo de trabajo” que “impide llevar adelante la función primordial” del máximo tribunal.
Además, cuestionó que “el 60% de las causas que llegan provienen de organismos del Estado, que muchas veces apelan para ganar tiempo, aunque saben cuál va a ser el resultado de la contienda”.
“Esto debe modificarse y estamos trabajando para eso, no solamente en la modificación de determinados criterios, sino que también necesitamos para los próximos años algunas modificaciones legislativas que permitan agilizar nuestra tarea y concentrarnos en nuestro rol fundamental de ser un tribunal de garantías constitucionales”, planteó.
Y agregó: “Necesitamos que haya plenarios de los tribunales inferiores, para que homogeneicen la jurisprudencia, para que den seguridad y previsibilidad jurídica. Recién cuando haya un conflicto real, una nueva norma, una nueva interpretación posible de una vieja norma, recién ahí llegue al máximo tribunal. También que la vigencia de las decisiones de la Corte sean absolutamente obligatorias para los tribunales inferiores, porque esto también da previsibilidad y evita esta apelación para ganar tiempo. El acortamiento de los plazos procesales, la simplificación de los procedimientos”.
Diálogo y sustentabilidad
Ante ese análisis, Rosatti destacó que “el diálogo interpoderes es fundamental” y remarcó: “Que previo a establecer o a proponer reformas seamos consultados todos los que tenemos algo que decir sobre el particular. Nadie mejor que la propia Justicia para saber cuáles son sus propias falencias y tal vez para proponer alternativas de solución”.
El juez subrayó que “la sustentabilidad jurídica es fundamental y es lo que debe garantizar la Corte Suprema y el Poder Judicial en su conjunto”.
En ese contexto, marcó que “nosotros en los últimos años hemos tomado decisiones que no han agradado al poder de turno, a éste, al anterior y al que venga. No venimos a la función pública para hacer nuevas amistades. Estamos para hacer cumplir la Constitución y garantizar estabilidad jurídica que permita pensar a futuro. Sino es imposible pensar a futuro”, planteó.
Rosatti también remarcó que el diseño institucional que marca la Carta Magna establece la independencia del Poder Judicial, que está basada en la estabilidad de los jueces para tomar decisiones dentro de sus funciones.
Emisión “descontrolada”
Por otra parte, el titular del Consejo de la Magistratura afirmó que “la expansión incontrolada de la emisión monetaria implica no defender el valor de la moneda y traicionar consecuentemente el mandato de la Constitución”.
“Las bases del programa económico que establece la Constitución desde 19853, con todas sus reformas, es el capitalismo: respeto a la propiedad privada, a la iniciativa de los particulares y competencia”, sostuvo el magistrado, quien prosiguió: “Si se quiere otro sistema, se tiene que reformar la Constitución: si no, se está hablando de otro país, de otra realidad”.
“El artículo 75, inciso 19, la Constitución manda defender el valor de la moneda, lo cual tiene que llamarnos la atención respecto de la expansión incontrolada de la emisión monetaria, porque eso implica no defender el valor de la moneda y traicionar consecuentemente el mandato de la Constitución”, lanzó.
Antes de que hablara Rosatti, el presidente de AmCham y CEO del banco J. P. Morgan, Facundo Gómez Minujín, había dejado un fuerte mensaje en la apertura del summit que organiza cada año esta organización, en un hotel de Puerto Madero: advirtió que “se espera una nueva recesión con inflación debido a una sequía sin precedentes y a la falta de divisas para importaciones” y señaló que el país está “navegando en un banco de niebla”.
El riesgo del “narco-estado”
El crecimiento de la violencia y de las organizaciones de narcotraficantes en Rosario es otra de las preocupaciones de los miembros del Máximo Tribunal, quienes el año pasado se trasladaron a la ciudad santafesina para encabezar un Encuentro Nacional de la Justicia Federal, llamado “El juzgamiento del narcotráfico”, organizado por la Asociación de Jueces y Juezas Federales de la República Argentina (AJUFE).
Este martes, Rosatti volvió a expresar su preocupación por el nacimiento de lo que calificó como “narco-estado”, el cual se rige por sus propias reglas.
“Veo con creciente preocupación el surgimiento y expansión de un Estado dentro del otro. No me refiero a la grieta, que es percibir distinto el mismo país, me refiero a un país dentro del otro con su propia ley, su propia constitución, su propia interpretación, su propia justicia, su propia policía. El caso del estado narco que constituye un desafío a pensar futuro en unidad dentro de la heterogeneidad, un desafío a la estatidad, a la Constitución, a cualquier sustentabilidad. No puede haber sustentabilidad jurídica ni de otro tipo si dentro de un Estado hay otro al que no se lo controla”, concluyó.