Rufino: domingo de fiesta en Plaza Sarmiento
(Por Ana Inés Dobal) – Desde las 15 horas el evento en Plaza Sarmiento, en pleno centro de la ciudad, dio comienzo formal, y lo hizo en conmemoración al Día del Niño. Globos de colores tendían del cielo, la música sonaba fuerte y un arco iris infinito que pintó de alegría el celeste de un día despejado de invierno en todo el contorno de la plaza, sembró sonrisas imborrables en los rostros que llegaban o solo pasaban por el lugar.
La escena se repitió incontables veces sin importar si los rostros eran de grandes o chicos. La ausencia de encuentros se hizo notar en este tiempo de resguardo preventivo, silencio y fin de fiesta indeterminado… en lo que fue una especie de muerte que nadie se vio venir, y que no solo pareció llegar para quedarse, sino que encendió con más intensidad hoy las luces de este primer domingo de celebraciones después de casi dos años. Domingo de celebraciones que bien valieron la alegría, porque de festejar las infancias contenidas y sus derechos vulnerados se trató. Se apagaron las corridas de bicicletas los fines de semana teñidos de risas y gentío, se silenciaron los motores del tráfico natural, de un centro poblado… pero este domingo, la vida pareció volver. Veredas pobladas, y niños en la plaza. Desde bien temprano, el ruido del generador que infla los globos, los operarios armando los gacebos, los vecinos solo deteniéndose a mirar perplejos los globos de colores, el domingo al amanecer ya se vestía de fiesta para recibir a los niños de la ciudad como se lo merecen.
La Municipalidad organizó juegos, deportes al aire libre en estaciones, talleres, obsequio de golosinas, jugo y el premio mayor: el sorteo de dos bicicletas entre quienes concurrieron al evento. La comunidad respondió a la convocatoria con alegría y presencia numerosa y se sumaron a las ofertas, la ya tradicional Feria de “Mercado Fresco”, con frutas, verduras de la huerta, panificados y delicias caseras, además de la Feria permanente de emprendedores, integrada por artesanos, artistas y comerciantes locales que presentaron y pusieron a la venta sus productos, después de incontables meses de ausencia. Esta feria depende de Desarrollo Social de la Municipalidad y estuvo abierta al público a partir de las 14. Ojalá el reclutamiento sea un mal recuerdo muy pronto, y este tipo de encuentros nos recuerden que la salud también se cuida respetando nuestra naturaleza social y humana, especialmente celebrada en esta ocasión tradicional, a favor de los niños que merecen volver a jugar en libertad para crecer sanos y felices. Que se vengan los niños de Rufino.