El ex director venadense quiere viajar a España
Sagrado Corazón: el religioso denunciado por abuso sexual pidió nuevamente salir del país
Sus abogados realizaron la presentación formal. La audiencia será el 6 de febrero. La fiscal pidió 16 años de prisión y dejó en claro que se opondrá a que el acusado salga de país.
El “hermano” Pedro Ortiz y Hontoria solicitó nuevamente autorización para salir del país, aunque en esta oportunidad no informó la fecha de viaje, ni presentó los pasajes comprados a España. La noticia fue confirmada a Sur24 por fuentes oficiales, asegurando además que el próximo 6 de febrero se llevará adelante una audiencia en donde la jueza Paula Borrello deberá resolver si le da el visto bueno o el baja el pulgar al pedido.
Sobre el ex Director del nivel primario del Colegio Sagrado Corazón de Venado Tuerto pesan cuatro denuncias de abuso sexual contra niñas que cursaban 6° y 7° grado en los años 2018 y 2019. Y como consecuencia del avance en la investigación, la fiscal Florencia Schiappa Pietra solicitó 16 años de prisión al momento de realizar la requisitoria de elevación a juicio oral y público.
El religioso había pedido permiso para viajar a España el 18 de diciembre de 2023 con regreso el 7 de febrero con el objetivo de pasar la festividad junto a su familia. Y si bien la magistrada lo autorizó en el marco de una polémica audiencia, finalmente el vuelo no se concretó porque la fiscal y la familia querellante no tuvieron la posibilidad de apelar en la Cámara esa decisión.
Pedido oficial
Sur24 confirmó oficialmente la solicitud de viaje realizada por los abogados de Pedro. El documento presentado en el poder judicial plantea que “venimos a reiterar el pedido de salida del país de nuestro defendido, por el plazo que oportunamente se informara. En esta oportunidad, hacemos saber que habiéndose frustrado –por causas ajenas a nuestro asistido y a esta defensa técnica- la salida del país programada para el día 18-12-2023, nuestro defendido debe reprogramar con fecha cierta un nuevo pasaje, y ante imprevistos como los acontecidos en el presente, la petición transita sobre la autorización de salida del país, con destino cierto (España)”.
A su vez marca que una vez que se fije el día de la audiencia, “se explicaran los motivos. Autorizada que fuere la salida de país, se informará la fecha de egreso y regreso. No podemos gestionar antes la fecha, pues dependemos de la autorización”.
Al mismo tiempo los letrados dejaron en claro que “no existe riesgo alguno para la presente investigación la salida del país de nuestro defendido”, mencionando además que el religioso “cumple con todas reglas que le fueran impuestas”.
En tanto, la fiscal Florencia Schiappa Pietra confirmó a Sur24 que marcará su oposición a la solicitud realizada por los abogados, basándose en los mismos argumentos esgrimidos en la última audiencia. La misma postura tomarán desde la parte querellante.
Historia del caso
La primera denuncia fue radicada en septiembre del año 2021 por Débora, la mamá de una nena que sufrió el accionar del religioso cuando cursaba 6° y 7° grado durante los años 2018 y 2019.
“A ella no le gustaba la forma en que el hermano Pedro le hablaba a algunas chicas y las agarraba de la cintura. En ese momento le pregunté si le había pasado algo y me dijo que no. Pero me quedó resonando esa situación. Ella comenzó a tener muchos síntomas, le dolía la cabeza, la panza, hasta que nos recomendaron llevarla a la psicóloga porque podía ser emocional”, relató Débora.
Posteriormente la niña comenzó a faltar a clases por fuertes dolores de cabeza y luego de tres meses le diagnosticaron migrañas vertiginosas.
En ese momento se avecinaba el viaje de estudio a Córdoba. Y en un pijama party, el papá escucha una charla con las amigas en donde decían que “si el hermano Pedro iba al viaje, ellas no se iban a meter a la pileta, porque no se querían poner las mallas delante de él”, contó Débora. Finalmente, Pedro no viajó.
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La nena no “volvió al colegio porque comenzó a sufrir ataques de pánico. Ya estaba con tratamiento psicológico y psiquiátrico. En diciembre tenía que rendir y no pudo. Así que terminó 7° grado rindiendo en marzo, con mi compañía. Y luego la cambié de escuela”, precisó la mamá.
Pandemia
“Para ella la pandemia fue la panacea, porque todo lo que le pasaba quedaba dentro de las paredes de su cuarto. Los síntomas de ataque de pánico se aplacaron, pero el problema fue cuando tuvimos que empezar a salir. Y en el año 2021 pudo contar todo lo feo que le había pasado”, relató Débora.
La joven relató que “el hermano Pedro la tocó en varias ocasiones. A él le gustaba mucho las matemáticas, por eso hacía un cuadernillo que lo entregaba a comienzo de año. Luego llamaba a las alumnas de a dos: una esperaba afuera de una sala de Dirección y la otra entraba. Era ahí que la retaba, le gritaba y la tocaba en las zonas íntimas”, aseguró la mamá.
Denuncia en fiscalía
La causa quedó en manos de la fiscal Florencia Schiappa Pietra, quien en octubre imputó a Pedro Ortiz y Hontoria por “abuso sexual simple”, agravado por la guarda. Al mismo tiempo determinó el impedimento de tener menores a cargo en ninguna institución. Fue en ese momento que renunció al cargo y se fue de Venado Tuerto, con destino a Buenos Aires.
Segunda denuncia
Tras el impacto de la publicación periodística realizada por Sur24 se sumó una nueva denuncia por “abuso sexual simple” el 15 de julio de 2022.
Se trata de una nena que en 2019 cursaba 6° grado en la institución, y que en ese mismo año sus padres decidieron cambiarla de establecimiento educativo.
La mamá y el papá de la adolescente, de ahora 16 años, se presentaron en el Ministerio Público de la Acusación, donde expusieron todo lo acontecido ante el fiscal Horacio Pueyrredón a lo largo de dos horas.
Graciela, la mamá de la alumna, sostuvo una extensa entrevista con Sur24 donde brindó detalles de lo que tuvo que padecer su hija.
Contó que el maltrato del “hermano” Pedro era constante, “con gritos, humillaciones, burlas. Le decía que se iba a ir al infierno”.
Cuando el religioso “ingresaba al aula, en un primer momento había que decirle ‘buen día’. Pero después comenzó a exigir que además le den un beso en la mejilla, cosa que mi hija se negó a hacer”.
La niña comenzó a tener dolor de panza, de cabeza y pesadillas. Y el deseo de no concurrir a clases.
Esta situación desembocó “en que decidamos cambiarla de escuela. Y terminó 7° grado en otra institución”, relató la mamá.
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Otra vez los cuadernillos
En 2020 la joven inició sesiones de terapia, donde pudo comenzar a contar la experiencia vivida en el Sagrado Corazón con el “hermano” Pedro.
Nuevamente el cuadernillo de matemáticas que el religioso distribuía a los alumnos forma parte de la denuncia.
Pedro convocaba de “a dos alumnos a una sala (tipo Dirección), pero los hacía pasar de a uno. Allí, cuando realizaba las correcciones, la maltrataba, le gritaba y un día comenzó a tocarle la pierna. En ese momento mi hija le puso un freno, por eso la cosa no pasó a mayores”, relató Graciela.
Entre otras cosas, “le decía ‘cabeza hueca’, ‘te vas a ir al infierno’, le hacía burla. Y un día en la biblioteca la humilló”, detalló la mamá.
Dos nuevos casos
En los meses subsiguientes el hermetismo en relación a la investigación fue total. Y recién el 21 de diciembre de 2022, en la audiencia pública, se supo que se habían sumado dos nuevas denuncias, para llegar a un total de cuatro.
La fiscal definió el primer caso como “abuso sexual simple gravemente ultrajante agravado por la guarda”. Mientras que los tres restantes fueron caratulados como “abuso sexual simple agravado por la guarda”.
En las pruebas presentadas por Florencia Schiappa Pietra quedó en claro el temor de las alumnas de que Pedro concurra al viaje de egresados a Córdoba, ante las historias que se venían contando en los pasillos de la escuela en relación al comportamiento del religioso.
Y en las denuncias, las víctimas afirmaron que las situaciones de abuso las sufrieron en la pileta del hotel, en Santa Rosa de Calamuchita. Precisaron que, “jugando”, las tocaba en distintas partes del cuerpo. Una de las niñas dijo que sintió su mano “hasta la garganta”.
Una de las madres relató que “mi hija volvió triste del viaje y yo no podía entender por qué”.