Se agrava el conflicto con los taxis de Rosario y Uber se filtra en la discusión
Ignacio Pellizzón
El malestar de los usuarios de taxis en Rosario por faltante de unidades, sobre todo de noche, se viene dando desde que se reactivaron casi todas las actividades hace más de un mes. Al conflicto se le suma el enojo de los propios taxistas por la falta de aval del municipio para actualizar la tarifa. Y, recientemente, una concejala abonó la posibilidad de discutir la llegada de Uber a la ciudad.
Es sabido que muchos conductores y conductoras dejaron la labor de manejar taxis producto del parate rotundo que hubo por la pandemia. Sin embargo, con el incremento del movimiento social, el Palacio de los Leones insistió con aumento de la oferta de unidades en Rosario, sobre todo en el horario nocturno que es cuando más se nota la falta.
La mayoría de los taxistas admiten que hay “mucho trabajo” por la gran demanda que hay ante la reactivación. Pero, desde el sector, insisten con un factor clave que determina que haya pocos taxis circulando: no es tan redituable el trabajo con la tarifa actual “devaluada” con la que operan. Por eso se movilizaron en varias oportunidades al Concejo para exigir entre un 35 y un 40% de aumento.
La Municipalidad entiende que “no es momento” de incrementos y asegura que “hay 500 unidades circulando de noche cuando debería haber 1.500”. “Entendemos que Rosario no está entre las ciudades que más desfasada tiene la tarifa o más baja. Todo lo contrario, si se ven las tarifas de todo el país, Rosario es de las ciudades que tiene la tarifa más alta. No veo una relación directa entre aumentar la tarifa y que haya más más y mejor servicio a la noche”, afirmó la secretaria de la Movilidad, Eva Jokanovich.
Desde el Estado buscan recuperar el funcionamiento pre pandemia cuando los coches circulaban las 24 horas con un mínimo de 16 horas, algo que no se cumple desde que comenzaron a flexibilizarse las actividades y las personas empezaron a demandar muchos más coches para trasladarse.
Jokanovich recordó que se enviaron más de tres mil notificaciones intimando a la prestación del servicio y se hicieron unas 500 infracciones en función del incumplimiento. “Si siguen así, estás unidades están sujetas a ser caucionadas definitivamente y serán incorporadas a una nueva licitación”, dijo.
Marcelo Díaz, referente de titulares de licencias de taxis, señaló a Mirador Provincial que ellos armaron un cronograma de trabajo en octubre con el municipio, pero el problema no se resolvió. “Hicimos otro en noviembre en el que trasladamos 1.300 vehículos y dividimos la flota en tres: para el viernes a la noche, para el sábado a la noche y para el domingo desde las 12 hasta las 20. Es el tema de la frazada corta, porque uno envía a trabajar a las personas a la noche y durante el día no había choferes porque los titulares no tienen suficientes conductores”.
“Entonces pedimos reunión al Ejecutivo para ver cómo salimos de esta encerrona, porque si ellos piensan que vamos a discutir la tarifa de taxi cuando mejoremos la calidad de servicio es completamente inviable, porque si no tenemos choferes no podemos resolver el problema”, afirmó.
“La actualización de la tarifa es necesaria para poder mantener las unidades y para cambiarlas y arreglarlas y motivar a los choferes que, en base al convenio de trabajo, no llegan a cobrar 1.600 pesos por día. Por eso queremos darles una cifra superior del 30%, lo cual le quita rentabilidad al titular y desencadena un conflicto, a veces judicial, entre las partes”, concluyó Díaz.
En medio de la disputa por los posibles aumentos, el Concejo se apresta a discutir la factibilidad de un ajuste. Pero, en medio del tire y afloje, se coló la discusión (nuevamente) por la posible regulación de aplicaciones de transporte como Uber.
La edila macrista, Renata Ghilotti, recordó que el proyecto está en la comisión de Servicios Públicos: “Lo seguimos poniendo sobre la mesa para que lo evalúen”, comentó en las últimas horas la edila de Juntos por el Cambio. Además, agregó que la discusión por Uber se puede retomar tras la mala frecuencia de colectivos y pocas unidades de taxis.