Se conocieron definiciones oficiales sobre el enigma del “7 de oro”
(Por Juan Manuel Fernández) – Además del daño que la sequía viene generando en la producción por la falta de humedad en los cultivos o de bebida para los animales, el fenómeno también parece ser el origen de un serio problema nunca antes visto en el país: la mortalidad de hacienda por la posible intoxicación al ingerir en el pastoreo el habitual escarabajo “7 de Oro” (Astylus atromaculatus).
Recientemente, desde el Servicio de Diagnóstico Veterinario Especializado (SDVE) del INTA Balcarce advirtieron que se han registrado episodios de mortandad en bovinos y equinos luego de haber consumido alfalfas con infestaciones importantes del insecto.
La conjetura, hasta el momento, es que por haber fallado enormes superficies de cultivos donde tradicionalmente se alimenta de polen, como maíz y girasol, el Astilo encontró en la flor de la forrajera el recurso que le está faltando.
En las últimas semanas, las redes sociales fueron amplificando la situación a partir de la difusión de registros en imágenes y videos que toman productores afectados y asesores, en los cuales se observan bovinos y caballos afectados.
Los profesionales del SDVE reportan que los signos clínicos de los animales son decaimiento, diarrea hemorrágica con pseudomembranas y, a la necropsia, enteritis necrohemorragica. “Si bien se describen episodios en la bibliografía internacional, se están realizando estudios para tratar de corroborar estos cuadros”, indicaron.
Sin antecedentes de este tipo en el país, los técnicos están abocados a determinar con mayor precisión las zonas donde se producen estos casos, así como el mecanismo por el cual la presencia de este insecto en el sistema digestivo se torna tóxico para los animales.
Para ello hay una encuesta en marcha y rige la sugerencia para los ganaderos de evaluar la presencia de esta especie en los cultivos destinados a consumo animal para evitar futuros problemas.
Resultados de la encuesta realizada por el SDVE del @INTABalcarce sobre la casuistica de presencia e intoxicación con el escarabajo "siete de oro" en la región central de Argentina. pic.twitter.com/rMVN03diNm
— SDVE INTA Balcarce (@SDVEBalcarce) January 26, 2023
Asociación causal
El médico veterinario Juan Agustin Garcia, investigador de CONICET e integrante del SDVE del INTA Balcarce, relató a Campolitoral que el tema se les presentó con una consulta que recibieron por bovinos intoxicados mientras pastoreaban alfalfas con gran cantidad del escarabajo. “Hubo una infestación masiva en la pastura, porque debido a la sequía no encontraban otra flor; y varios episodios que asociaban diarrea, problemas intestinales, mortandad con el consumo de alfalfa y este insecto en particular”.
El área donde se han reportado casos similares se circunscribe al sur santafesino y cordobés, así como al norte bonaerense. “Hemos tenido varias consultas respecto a estas posibles intoxicaciones; creemos que principalmente asociado a la gran cantidad de alfalfa que hay en esa zona”, dijo el técnico. En cambio, en la mitad sur de Buenos Aires no han visto infestación masiva de Astilo, ni se reportaron sospechas de intoxicación.
La suposición es que “las grandes condiciones de sequía hicieron que el maíz y el girasol no estén en su mejor forma”. Mientras en el centro sur bonaerense, no se sintió tanto la sequía y los cultivos están en mejor estado.
Por el momento, aclaró, se trata de una “asociación causal fuerte”, pero la toxicidad “necesita confirmarse” porque es un cuadro nuevo y no se conoce ni la sustancia tóxica ni la densidad de insectos que genera la intoxicación.
En las últimas semanas, en redes sociales se vieron animales con alteraciones en la motricidad. Sin embargo García aclaró que puede ser consecuencia de una diarrea prolongada. “Capaz que cuando pasan dos o tres días de signos clínicos, el animal se debilita y arrastra las patas de atrás y se cae un poco”.
Problema nuevo
“Se desconocía la toxicidad; es más, nos tomó muy de sorpresa porque existe un sólo reporte en los años 70 y en Sudáfrica, donde lo dan como posiblemente tóxico en bovinos y ovinos”, sostuvo. Y al tratarse de un insecto habitual “uno nunca lo vio como algo perjudicial”. Quizás, “la cantidad masiva y las condiciones particulares hicieron que fuera perjudicial; pero al ser una toxicidad desconocida, aún sigue en estudio como para realmente confirmar si es la causa del problema que estamos viendo actualmente”.
“No tenemos el número exacto”, dijo García sobre la estadística de mortandad, pero comentó que “es bastante variable”, según el nivel de infestación y cómo se da el pastoreo. Por ejemplo, de las charlas con colegas, surgieron datos de rodeos de 400 animales en el que murieron 20; otros que sobre 500 “sólo uno o dos” y el resto “con signos si los sacan (del pastoreo) bastante rápido”. Y también destacó la aparente mayor sensibilidad en equinos: “de una tropilla de 15 caballos se murieron los 15”. Aunque aclaró que “hay que ver si es todo asociado a lo mismo”. Además comentó que en las necropsias “algunos animales tienen 20 bichos en el rumen, otros con 200, otros 300”.
La observación confirma que hay una ingesta, que los animales desarrollan llagas intestinales y que algunos mueren. “Pero eso (el insecto como causa) hay que confirmarlo a través de ensayos, siempre que es algo nuevo está en etapas de investigación”, aclaró.
Prevención
García relató: “lo que vemos como signos clínicos son animales que empiezan con cierto decaimiento; y principalmente diarrea, porque afectaría al intestino”. Pero como aún resta confirmar el origen de la intoxicación, aclaró: “desconocemos si hay una densidad o una dosis letal necesaria; y no sabemos a partir de qué cantidad de insectos pueden empezar los problemas”. Por ello, remarcó que como medida preventiva es muy importante revisar las alfalfas antes del ingreso a pastoreo de los animales. “Y tener mucho en cuenta la biología de este insecto, que es un polinizador; o se que busca las flores”.
De la misma manera, lo deseable sería que las alfalfas no estén muy florecidas. Aunque a los técnicos les llamó la atención, durante una visita que realizaron, que en un establecimiento damnificado había dos parcelas, una totalmente florecida y otra casi sin flor. “Y obviamente el escarabajo estaban todos en la parcela florecida; entonces ver de usar la pastura antes de la floración o haciendo un corte”.
Incluso consideró que los niveles de floración admitidos para el pastoreo, en torno al 10%, pueden implicar una alta concentración de insectos que no encuentran su hospedero natural.
Generar información
En este contexto, INTA Balcarce inició una encuesta entre productores y asesores con objetivos epidemiológicos y clínicos, para llegar no sólo a quienes denuncian posibles intoxicaciones en bovinos, equinos y ovinos, sino también conocer donde no hay problemas a pesar de la presencia del escarabajo.
Mientras se recaba la información, han ido observando que en la zona de influencia “venimos viendo que equinos y bovinos son los más afectados”. Y, a su vez, detectaron que “particularmente los episodios de mayor escala es cuando se corta y se da la pastura en fresco, tipo en comederos; mientras que bajo pastoreo vimos que en algunos casos se produce la posible intoxicación, pero en otros pastorean con el insecto encima y no pasa absolutamente nada; entonces ahí aparecen las dudas de lo que estamos investigando”. Al mismo tiempo, en sectores donde se denuncian casos también hay actividad de pastoreo normal, sin ninguna incidencia “por lo menos hasta el momento”.
En cualquiera de las redes sociales del SDVE (Twitter, Instagram y Facebook) se encuentra el formulario para colaborar en el estudio. “Es toda información anónima; más que nada la localidad, si ven o no el insecto y en qué cultivos lo observan; y si en esos potreros hay pastoreo, qué animales y si tuvieron alguna intoxicación”, resumió García.